El primer boceto conocido hasta ahora del polifacético artista que muestra un cuerpo sin ropa, convertido semanas atrás en su obra más cara, es un ejemplo de cómo analizó obras de colegas de épocas pasadas
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Cuando se vendió en 1907 en Hôtel Drouot, famosa casa de subastas parisina, el dibujo se atribuyó a la “escuela de Miguel Ángel”. Pasaría más de un siglo hasta que, mientras se realizaba el inventario de una colección privada francesa, se confirmara que el verdadero autor de Un joven desnudo (después de Masaccio) rodeado de dos figuras era el propio Michelangelo Buonarroti.
Y no sólo eso: los expertos afirman que esa obra -devenida un récord para el maestro del Renacimiento en subastas, al venderse semanas atrás en Christie’s de París por 24,3 millones de dólares- es el primer desnudo conocido hasta ahora del artista, famoso por apelar a la fuerza expresiva del cuerpo humano -en especial, el masculino- para transmitir dramatismo y belleza en sus pinturas y esculturas.
Así lo demuestran por ejemplo su famoso David, exhibido en Florencia; los frescos de la Capilla Sixtina o el par de Esclavos que conserva el Louvre. Para recrear los músculos y las proporciones a la perfección, durante la década de 1490 el polifacético artista analizó las obras de colegas de épocas pasadas e incluso estudió anatomía con cadáveres en el convento del Santo Spirito.
El dibujo récord habría sido realizado mientras Buonarroti se inspiraba en los frescos de Masaccio (1401-1428) en la iglesia de Santa María del Carmine, en Florencia. El artista pasó varios meses allí, según afirma Giorgio Vasari en su biografía publicada en 1568: “Estas lecturas se realizaron con tanta prudencia que fueron admiradas por practicantes y comerciantes –aseguró este autor-, y los celos crecieron con su fama”.
De aquellas composiciones del pintor fallecido en 1428, Miguel Ángel rescató a un hombre desvestido y tembloroso representado en el Bautismo de los neófitos, fresco que ilustra en la Capilla Brancacci la escena en la cual el apóstol San Pedro bautiza a nuevos cristianos. Además de representar su cuerpo con trazos de pluma y tinta, agregó detrás dos figuras que no aparecen en la obra de Masaccio.
Los dibujos de Miguel Ángel, según Christie’s, datarían de la época en la que trabajaba bajo la protección de los mecenas Lorenzo de Medici y su hijo Pedro. “Ambos alentaron el estudio del joven artista sobre la escultura antigua y el arte del Renacimiento temprano”, recuerda la casa de subastas. Y agrega que otro dibujo anterior, ahora en el Louvre, es una copia de un fresco pintado por Giotto en la Iglesia de Santa Croce, en Florencia.