Medios. Los nuevos desafíos de contar la realidad
Trei Brundrett, fundador de un influyente conglomerado de medios de los Estados Unidos considera necesario crear espacios donde los lectores tengan una voz
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Hace más de una década, Trei Brundrett –periodista, texano bonachón que ama al pueblo que lo crio, lo educó y al cual ahora regresa– fundaba Vox Media en el sótano de su casa, junto con Jim Bankoff. En aquel entonces, Brundrett trabajaba para el Texas Tribune, cuando los blogs eran un fenómeno, pero no había redes sociales ni memes ni hashtags que se viralizaban, mucho menos coreografías de Tik Tok. En el mundo, eso sí, existía aún cierto anonimato. Era imposible entonces imaginar lo que sucedería: Vox se iba convertir en un conglomerado de medios, con marcas editoriales como Vox (noticias y opinión), The Verge (tecnología), SB Nation (deportes), Eater (gastronomía) y, más recientemente, New York Media, matriz de New York Magazine (que nació en 1968 para competir con The New Yorker), además de los websites The Cut y Vulture, entre otros.
Brundrett llegó a la Argentina en el marco de la Media Party, la conferencia de innovación en medios que tuvo su décima edición en el mes de agosto y reunió a referentes de grandes medios como The New York Times, The Washington Post, The Guardian y La Nacion, además de The Vox, que está, según ComScore (sitio líder de investigación de marketing en internet), en el Top 20 de los más populares de los Estados Unidos.
Además de ofrecer publicaciones online, Vox Media crea desde 2015 contenido de entretenimiento para gigantes del streaming como Netflix, como la serie Explained, además de programas para CNN, PBS y YouTube. Lo que Trei vio es simple: la necesidad de crear espacios donde los lectores tengan una voz y puedan encontrar respuestas. “Por eso empecé Vox. La premisa es que había demasiadas noticias, las personas estaban muy perdidas con la cantidad de información y queríamos reducir la ansiedad y orientarlos con buen contenido, hacia un periodismo más explicativo, darles contexto y que se sientan más cómodos”, explica desde el asiento delantero de su auto. Acaba de aterrizar en Texas: está de vuelta en su tierra. En abril tomó la decisión de dejar Vox, tras más de 15 años de trabajo duro, para empezar de nuevo.
Durante la pandemia, el trabajo periodístico en las redacciones cambió radicalmente: el bullicio del diario, el trato cotidiano de los colegas, los viajes y las coberturas, se frenaron. Tanto las grandes redacciones como los medios alternativos tuvieron que repensar no solo su forma de trabajar, sino también su modelo de negocio, en un momento muy complejo para el periodismo. En diálogo con La Nacion Revista, Trei habla de los desafíos del oficio y la experiencia de comunicar en un país, Estados Unidos, atravesado por la polarización.
“Creo que nuestro país estuvo lidiando con el hecho de que se fundó sobre una base esclavizante. Soy de Texas, la matanza en Uvalde [un tiroteo escolar en mayo último, en el que 21 personas fueron asesinadas y otras 17 resultaron heridas] no fue lejos de aquí, en una ciudad similar a la mía. Como miembro de una organización de prensa, enviamos muchos reporteros que hablaban en varios idiomas y que ayudaron a compartir información y ayudar. Lo que lo hace más desafiante es que nos manejamos en un ambiente donde hay un número grande de políticos que, de forma regular, atacan a los medios queriendo disminuir la confianza de la gente en la información que podemos producir. Tratamos de proveer datos y llegar a la verdad y es un ambiente complejo, pero también por eso nuestro trabajo más importante que nunca.
- Se suele decir en el oficio que antes se escribía según las noticias de la coyuntura o la agenda y ahora se escribe pensando en el algoritmo y las métricas, ¿estás de acuerdo?
- Creo que, si bien hay presión para salir rápido con los contenidos, también hacemos un trabajo importante y tenemos que lograr que tenga audiencia. El modo en que las personas nos consumen cambió: está en Google, en las redes sociales. Tenemos que encontrar el balance, siempre hacer el trabajo de calidad y así construir confianza y lazos con la audiencia cuando van a buscar buena información, no podemos bajar la vara en cuanto a eso. Pero, también ese trabajo tiene que tener lectores y tenemos que saber cómo Google y las redes funcionan para llegar a ellos.
Junto con Google, Vox genera mucho periodismo explicativo, respondiendo preguntas sobre temas coyunturales importantes. “Queremos dar una buena respuesta y muchas personas hacen esas preguntas –agrega–. Al mismo tiempo, queremos que la gente nos encuentre sin comprometer la calidad del contenido para llegar ahí”.
Hace tiempo que en las redacciones se habla de algoritmos y métricas, o de cómo posicionar notas en los buscadores. Ya se están utilizando análisis de datos para entender a las audiencias, segmentar contenidos en base a intereses, rangos etarios y ubicación geográfica. Pero si la Inteligencia Artificial supo ser la nueva criatura exótica, que en principio servía para identificar qué contenidos crear en base a los intereses de las audiencias, ahora también produce contenidos. Decenas de redacciones comenzaron a utilizarla para redactar noticias cortas procedentes de agencias periodísticas, estableciendo criterios y realizando una jerarquización de la información. El robot así puede dar ángulos a una historia, enfocándose en lo que le preocupa al lector en base a los datos recopilados. Para Trei, la IA está lejos de ser una amenaza para el oficio. “Nadie va a poder reemplazar a un cronista. La tecnología jamás podría reemplazar a un gran reportero. El trabajo no solo es ensamblar información en texto o video, el trabajo es hacer buenas preguntas, ser incisivo, es conocer las comunidades, los temas, ir a fondo. Es una herramienta que es solamente buena con la forma en la que la utilicemos para que no pasemos tanto tiempo en cosas que no tienen tanto valor y más tiempo en las que somos realmente buenos”.
- ¿Cuál es, entonces, el futuro para las nuevas generaciones que tendrán que comunicar en un contexto global complejísimo y contradictorio?
- Una de mis actividades favoritas es ir a las universidades y hablar con estudiantes de periodismo, porque me recuerda el optimismo que aún existe por la profesión. Los modelos de negocios cambian, pero lo que no cambia es el impacto que el periodismo puede tener en nuestras vidas y en el mundo. Además, nos une como comunidad y es una de las pocas cosas que pueden hacer eso, la experiencia compartida, y por eso el acceso a la información es crucial.
La vida polarizada
El 6 de enero de 2021, un grupo de partidarios radicalizados de Donald Trump, el entonces presidente saliente, irrumpió en el Capitolio de los Estados Unidos amenazando la seguridad de los congresales y trabajadores. Causaron destrozos y tomaron el edificio durante horas. Ese día, además, era la sesión conjunta del poder legislativo para certificar la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales. En aquel entonces, Trump calificó a la toma como “el mayor movimiento en la historia de nuestro país para hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande”.
Un año y medio después, hay alrededor de 700 manifestantes acusados con cargos, 165 se declararon culpables y 71 han sido condenados con penas que alcanzan los 5 años de prisión. También hay una investigación bipartidista en curso que llevó al mismísimo Trump al estrado a declarar.
- ¿Cuáles son las particularidades de comunicar en un país atravesado por la polarización y la crisis de los partidos tradicionales?
- Muchas personas cínicas trataron de dividir al país para mantenerse en el poder. No sé si las personas que no viven en los Estados Unidos comprenden lo shockeante que fue aquel 6 de enero para nosotros, el hecho de que un presidente trató de revertir los resultados de las elecciones y hubo violencia en el Capitolio. Siempre nos sentimos orgullosos de las instituciones y de nuestra democracia. Tratan de polarizarnos y honestamente creo que no somos un grupo de gente furiosa de un lado y del otro, sino que estamos más preocupados por la cotidianidad en nuestras vidas y cómo nos afecta lo que sucede. Las personas piensan: “¿tengo un buen trabajo?”, “¿Mis hijos tienen una buena educación?”, “¿Voy a poder envejecer en condiciones de vida dignas?”. Eso les importa. Creo que hay una gran mayoría agotada, buscando liderazgos distintos y soluciones reales a sus problemas.
Si bien Trei se alejará de las redacciones por un tiempo largo o de forma permanente, no dejará de contar historias. “Me sentí movilizado por historias que generan impacto. En el Texas Tribune, por ejemplo, donde colaboré en los últimos ocho años, se mostró cómo los políticos no se enfocan en los temas que nos importan. En Eater, el sitio web de Vox Media sobre el mundo gastronómico, expusimos a uno de los chefs más famosos de Nueva York, que acosaba sexualmente a las mujeres de su equipo”, cuenta.
En Twitter, Trei comunicó hace algunas semanas su retiro de Vox. Se desconectará así de las redacciones, del armado de tapas, de la definición de líneas editoriales. “Si me hubiesen dicho cuando trabajamos en un sótano que iba a pasar todo lo que logramos, habría pensado que estaban locos. Jamás imaginamos todo esto. El truco fue que nos rodeamos de buenas personas, soy ridículamente afortunado porque no son solo grandes talentos, sino que nos cuidamos entre todos”, dice.
Escribir, publicar, informar en la vorágine. Resistir al bombardeo de datos, a las fake news, atraer a una audiencia que se informa vía redes sociales y cuesta entretenerla con reportajes largos. Comunicar en tiempos de desinformación, con nuevas tecnologías que ayuden a abordar las realidades y conectar con las comunidades. Los desafíos del periodismo de hoy.