Las mujeres dominan el servicio del vino local
Mientras los profesionales más importantes del mundo del vino degustaban los vinos argentinos; 35 sommeliers locales se comían las uñas esperando los resultados que cambiarían su destino profesional. Esto sucedió en Mendoza, durante el concurso Mejor Sommelier de Argentina 2022.
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Parados sobre el escenario, los profesionales del vino esperaban el resultado de la novena edición organizada por la Asociación Argentina de Sommeliers (AAS).
Fueron momento tensos, además, a los finalistas los anuncian por número, no por apellido; y por eso la expectativa era doble. Como en la quiniela, cantan el primero: “doce”; una pausa, un grito y el honor es para Delvis Huck, sommelier del restaurante Franca en Buenos Aires.
“Trece”; y aparece Alma Cabral, sommelier de la distribuidora Áurea, ex del restaurante Tegui.
“Diecisiete”; Andrea Donadio, de Tinte Vinos, su emprendimiento de tienda online.
Entre felices lágrimas, las tres mujeres se abrazan, llenas de alivio y orgullo. Una vez más una final femenina; la última fue hace tres años en Buenos Aires cuando concursaron Valeria Gamper, Stefanie Paiva Harwat y Donadio.
La ganadora en Mendoza representará a Argentina en el mundial de la sommellerie en Francia en febrero 2023.
En Argentina, la profesión de sommellerie se destaca por su equilibrio de género. No es la primera vez que este concurso nacional, de carrera que lleva tres años de estudio—tiene una final femenina. Tampoco es la primera vez que habrá campeona, porque la experiencia muestra que las mujeres son quienes lideran la profesión tanto hospitalidad, servicio y en bodegas como en las instituciones educativas.
La sommellerie y su lugar en la restauración
Las recordadas caras del servicio de alta gama en Buenos Aires incluyen a Paz Levinson (ex Nectarine), Agustina de Alba (ex Aramburu), Gabriela Lafuente (El Baqueano) y Valeria Mortara (Anchoita). Por supuesto hay hombres notables: Martín Bruno pasó por lo de Hernán Gipponi, Florería Atlántico, Tegui y hoy, trabaja en Don Julio. Bruno fue el único hombre que ganó el concurso nacional, fue en 2017. Otros rostros de la profesión son Matías Chiesa de Restó SCA; Andrés Rosberg, ex presidente de la Asociación Internacional de la Sommellerie y Aldo Graziani.
Pero la que les abrió el camino fue Marina Beltrame, quien fundó en 1999, la Escuela Argentina de Sommeliers, y hoy día dirige escuelas en Mendoza, Bogotá, Costa Rica y Panamá.
Estudiante de administración hotelera, la primera sommelière argentina trabajó en servicio acá luego en el exterior, hasta que le otorgaron una beca para estudiar sommellerie en París.
“Sinceramente en esos años no tenía para nada claro el alcance e impacto que hoy se puede ver,” cuenta. “La oportunidad de tener una beca y poder entrar en el mundo del vino a ese nivel, no dio lugar a dudas”.
Al volver a Argentina, Beltrame eligió el campo educativo, que ni siquiera estaba en pañales: no había nacido. “La educación está asociada desde siempre a las mujeres pero evidentemente fue un mix atractivo para el sector, que enseguida apoyó a esa primera escuela de sommeliers”, cuenta.
Que los líderes argentinos son femeninos ha definido el camino de muchas, como a Paz Levinson (mejor sommelier 2010 y 2014). Ella ganó el cuarto lugar en el mundial 2016 y hoy es cheffe sommelière exécutive para Grupo Pic desde París.
“El crecimiento de la sommellerie argentina se ve reflejada en la parte femenina que tiene una parte muy importante, mucho más que otros países”, dice Levinson. “Una de las explicaciones es que las mejores escuelas de vino del país están dirigidas por mujeres. Eso nos marca un rol importante”.
En 2002 se realizó el primer concurso Mejor Sommelier de Argentina y lo ganó Flavia Rizzuto. Este equilibrio de género también llegó a la asociación local de sommeliers, suma Levinson. “La comisión nació recientemente y hay una paridad importante. Son mujeres que inspiran a mujeres y también les ayudan a seguir y a crecer. Esto de inspirarse mutuamente, para muchas es algo normal, pero marca un modelo que en otros países no lo es”.
La segunda ola
Flavia Rizzuto (candidata Master of Wine) dirige CAVE (Centro Argentino de Vinos y Espirituosas) junto a María Barrutia; y juntas son las mentoras no solo de las tres finalistas del 2022, sino de innumerables concursantes a través del tiempo, como Paz Levinson, Martín Bruno (2017, tercer puesto de las Américas 2022) y Valeria Gamper (2019). Cave es la usina que durante más de dos décadas continúa nutriendo campeones y campeonas de la sommellerie argentina.
“Poniendolo en contexto mundial; es cierto que en Argentina hay mucha participación de mujeres en la sommellerie en comparación a otros países”, dice Rizzuto. “En nuestro país, es bastante pareja la proporción. No hay que olvidar que el campo laboral es muy amplio y que hoy la profesión se desarrolla en diferentes ámbitos: restaurantes y hoteles, vinotecas, bodegas, distribuidoras y consultoras. Esto habla de la versatilidad de la figura del sommelier y que cada día es más importante una formación integral”.
Las cifras lo confirman. Hoy, la AAS (Asociación Argentina de Sommeliers) cuenta con un total de 747 socios, de los cuales 396 son mujeres; otro dato es que en el concurso nacional de este año 2022, compitieron 20 mujeres y 15 hombres. La comisión directiva se forma de nueve mujeres y seis varones, según su vicepresidenta Valeria Mortara, que destaca que la estructura fija cuenta con la gerente general, Mónica Díaz Dujnic.
Valeria Gamper, actual ganadora de las Américas que también representará a Argentina en Francia, piensa que las mujeres dominan el campo. “Es una profesión muy nueva que fue traída por una mujer clave, fue fundada por dos mujeres y en su cuerpo electivo tenían más mujeres que hombres. Entonces creo que la normalización de la mujer en la profesión hizo que más mujeres se sumen e inspiren a más mujeres”.
Gamper y Levinson se formaron con las directoras de CAVE, y ellas hoy son también referentes. Según Claire Berticat, directora de marketing de la Asociación Internacional de Sommelierie: “el éxito de las sommelières en Argentina sin duda resulta a partir de un efecto inspiracional de las pioneras en el país y las Américas. Ellas son Paz Levinson, Valeria Gamper, Veronique Rivest y Elyse Lambert quienes tuvieron grandes éxitos en concursos continentales y mundiales”.
El espacio ganado
Este balance a favor de la mujer no siempre fue así. Hace 16 años María Mendizabal ganó el segundo concurso nacional y tuvo mucha repercusión.
“Era el 2006, y una mujer había ganado un campo relegado a los hombres,” recuerda la profesora de EAS. “La tapa de un diario del domingo fue: Esta mujer es la que más sabe de vinos. El impacto fue la novedad, en donde se mostraba que las mujeres también se interesaban por el vino. Fue la punta de lanza. Mirá ahora el reinado que hemos armado”.
A Agustina de Alba, dos veces mejor sommelier del país, se la cuestionó innumerables veces por ser mujer en este rubro. “Cuando era chica, me pedían hablar con el sommelier, y cuando les decía que era yo; muchas veces no me creían Me pasé toda la vida; en la actualidad menos; explicando quién era”
El espacio ganado por las mujeres, además se pone de manifiesto con el liderazgo femenino de dos de las cuatro escuelas dedicadas al vino.
De esta manera, las sommelières conquistan el planeta en diversas maneras: Levinson pone a su país en el mapa con Argentina Reloaded, una gira de vinos argentos por capitales gastronómicas, mientras de Alba abrió el terruño local con un taller novedoso.
A los 20 años, de Alba ganó el primero de dos campeonatos en 2008, y cuando dejó Aramburu, se convirtió en una embajadora popular del vino que abraza a la próxima generación de consumidores a través de eventos interactivos en Buenos Aires y Madrid. “Después de competir – lo que me llevó a vivir afuera – decidí volver a Argentina porque sentía que había un espacio que era el que más me interesaba, que era el de acercar el vino a la gente y hablar de lo que la gente no se animaba a preguntar. Quise acercarme al vino más del lado del consumidor así fue que creé Hola Vino”.
La ganadora
Después de una final apretada, salió ganadora y nueva referente argentina; la sommelier Andrea Donadio. Con experiencia en la final del 2019, en esta edición conquistó al jurado con su experiencia. Ella junto a Gamper representarán al país en el Mundial.
“Quiero decirle a las futuras profesionales, que tengan confianza en sí mismas, que no dejen de capacitarse y que nunca bajen los brazos ante un fracaso profesional. Porque el secreto para seguir creciendo no es dejar de equivocarse, sino equivocarse en cosas nuevas”, dice Donadio.
Y, a nivel mundial, hay confianza que habrá campeona en breve. “Se ven más mujeres exitosas en concursos y en servicio en el mundo,” dice Claire Berticat de la asociación internacional y otro ejemplo de esto es la danesa Nina Jensen que fue finalista en el concurso de Europa y África.