La fórmula del éxito. Una marca vegana argentina ganó el primer puesto en fragancias de nicho en Londres
La experiencia de la creadora de un perfume de autor realizado sin crueldad animal y sin género
- 8 minutos de lectura'
Bailar, pintar, cantar… crear fragancias. Sueños hay tantos como hay personas, pero no todos se pueden concretar. Sin embargo, esta última fantasía pudo ser realizada por la directora creativa de Blind, marca de perfumes de autor que cumplió sus cuatro años y que acaba de ganar el 1° puesto en un prestigioso concurso inglés de fragancias de nicho.
Creatividad y originalidad en su composición son los factores que determinaron que Punto haya sido seleccionado como mejor fragancia en los Pure Beauty Global Awards 2022, en Londres. Su fórmula, con absoluto de rosa turca entre las notas de fondo y maderas orientales en el cuerpo, tuvo la innovación necesaria como para llamar la atención de un prestigioso jurado que no dudó en elegirlo.
Vegana, sin crueldad animal, sin género y con materias primas de primera calidad, Blind es una perfumería de nicho, es decir, de autor, cuyos productos son elaborados por fabricantes que no están dentro del mercado comercial. Las fábricas de fragancias de nicho “son empresas que están fuera de los grandes grupos comerciales. Como son de autor, no se encuentran en un free shop ni en una perfumería”, explica a LA NACION revista Adriana Lopardo, creadora y directora creativa de la marca.
Publicista de profesión, Lopardo siempre había deseado dedicarse a la creación de perfumes. Vivió de la publicidad hasta que un día se animó a dar el salto al vacío y emprender lo que hasta entonces veía como un sueño de difícil concreción. Para encontrar cuál sería su posicionamiento realizó un minucioso análisis. “En la Argentina vimos una marca pionera, Fueguia 1833. Empezaron hace más de veinte años y se internacionalizaron. Por alguna razón, en la Argentina no creció ese nicho que quedó reducido a un público muy exclusivo. Vimos que se podía hacer fragancias de autor que pudieran llegar a más gente, que no sean tan exclusivas”, describe Lopardo. La empresaria considera que es un gran desafío hacer conocer este tipo de fragancias, y “las nuestras particularmente”, destaca.
Así, lo que había sido una fantasía se convirtió en realidad una vez que Adriana Lopardo se puso a investigar el mundo de la perfumería para dejar de lado la publicidad. Decidida a formarse, se apuntó en un curso de la Asociación de Cosméticos en Argentina, que, en ese momento, era dictado, nada más y nada menos que por Bernardo Conti, reconocido nariz del país.
Y “un día me lancé a la pileta. Armé sola el proyecto porque había llegado a una edad en la que era ahora o nunca”, se confiesa. Corría 2018 cuando finalmente la marca comenzó a circular online (blindfragances.com) y en algunos retailers, como Paul French Gallery, en Palermo, y Magma, de José Ignacio, Uruguay. Para vender online, Blind ofrece un sample kit, en versión de seis o de nueve fragancias de 2,5 ml. cada una, para que la gente tenga una puerta de entrada a la marca.
El valor de ese sample kit, al adquirir la fragancia, se devuelve. El sistema explotó durante la pandemia y permitió llegar al interior del país, donde no hay locales propios ni retailers. Encontrar el lugar donde comercializar la marca de manera directa fue un camino que derivó en la apertura del primer local, Blind Lab, en Chacarita, hace dos meses. En ese barrio “están pasando muchas cosas, se están instalando muchas galerías de arte y una movida gastronómica joven e innovadora. Tiene que ver con el perfil que le quiero dar a la marca. Apunto a un público que no sea necesariamente joven, pero que se sienta como tal, es decir, gente a la que le guste lo nuevo, que sea curiosa, que se interese por las tendencias y tenga la cabeza abierta para probar cosas nuevas”, detalla Adriana Lopardo.
La elección de Chacarita para la apertura de su primer local se debe también a que Lopardo considera que, ahora, todo va a tender a pasar por ahí y ya no por Palermo, barrio que, sostiene, está más dominado por las marcas. La creadora de Blind contrapone este público al que se dirige con su marca, con otro más conservador, que usa siempre el mismo aroma porque se siente cómodo con lo que conoce. “Es más difícil llegar a ellos, aunque en ese público hay también gente que prueba y avanza con las novedades”, admite. En Blind Lab, mármol negro, cortinas blancas, paredes de azulejos blancos con juntas negras y mesas de chapa blanca componen el escenario, creado por el diseñador Horacio Gallo, donde todo está a la vista y las fragancias están disponibles para probar.
En el caso de Blind, los insumos que utilizan son de la mejor calidad: la mayoría se importan de Grasse, el centro francés considerado la capital mundial del perfume, dado que allí se elaboran las mejores materias primas naturales destinadas a perfumería de lujo. Sin embargo, al ser una marca con certificación vegana, no todos los ingredientes incluidos en las formulaciones de Blind son naturales. Descartan los provenientes de animales, que son reemplazados por componentes sintéticos.
Notas sin género
La propuesta inicial, de seis fragancias sin género, tuvo como fin volver atrás en el tiempo de la perfumería. “La construcción de las fragancias de género es una estrategia de ventas que se desarrolló en los 70. Antes, eran para todos, no tenían género. El concepto de Blind, sin género, quiere decir que no hay notas femeninas ni masculinas. Cada uno se identifica con lo que le gusta. La propuesta consiste en volver a los inicios y romper con esa estrategia y que, así, cada uno elija lo que le gusta”, se entusiasma Lopardo.
En ese sentido, revela que fue un reto lograr una composición como la que ella quería desarrollar porque está muy arraigada en el público la existencia de notas femeninas, como pueden ser las florales y las frutales, y otras masculinas, como las maderas. “Fue un trabajo romper con eso para conseguir una síntesis que pudiera abarcar a este público que asume que en perfumería está separado lo masculino de lo femenino. Nosotros hacemos un blend más abarcativo, que puede contener notas florales y amaderadas, por ejemplo”, se explaya Lopardo.
En el último tiempo, a las seis fragancias originales se sumaron tres nuevas, “con la idea de probarnos en el mercado internacional, mandándolas a concurso, desde un país que no tiene una industria de perfumería”, relata. Es así como en 2021 la fragancia Punto compitió en un nuevo concurso compuesto por un jurado muy prestigioso, en Barcelona. Allí el perfume salió galardonado en 3° puesto. “Lo había mandado para testear en qué situación estábamos”, aclara Lopardo.
El mismo año, el perfume Rumba quedó finalista en otro certamen, los Pure Beauty Global Awards, esta vez en Londres. “Este año decidí mandar Punto a Londres, al mismo concurso, y ganó el 1° puesto como mejor fragancia de nicho a nivel global. Se trata de una competencia muy prestigiosa, en la que participan narices del mundo independiente, muy prestigiosos”, destaca. La fragancia ganadora, Punto, “es un blend con una nota rectora amaderada dulce, que es el sándalo. Y tiene otra nota rectora floral, la violeta. También contiene algunas notas más florales, otras más aromáticas y un poco más complejas, como el rizoma de iris, que es una nota atalcada. El absoluto de rosa turca como nota de fondo remata una combinación que es rara, donde el fondo es floral. Es creativamente más original. Y, como las personas, hay un tema de gusto personal en la elección”, afirma Lopardo.
Sobre Punto, la nariz de la firma, Mariana Vivas, dirá que “es extremadamente intenso: la madera de sándalo embriaga desde lo profundo de su corazón a la timidez de las flores de violeta, que se funden con la exquisitez del más puro iris, formando la amalgama perfecta entre maderas ahumadas y orientales como el patchuli y vetiver. Finalmente, la elección del ámbar gris fue la excusa perfecta para suavizar la salida aromática, engalanar la composición y alejarla de cualquier distinción de género”.
¿Planes a futuro? En los próximos dos meses se lanzan dos nuevos perfumes que se van a unir a los existentes. También hay otros dos en desarrollo para sumarse al portfolio. Y se está investigando la posibilidad de producir fragancias fuera del país, en mercados más grandes y competitivos, como el europeo o el estadounidense. “Lo hacemos porque nos dimos cuenta de que los costos de producción son los mismos en la Argentina, Europa o Estados Unidos. Entonces, es una alternativa a la posibilidad de exportar nuestros productos desde la Argentina. Exportar hubiese sido un sueño, pero es muy difícil, hay muchas trabas burocráticas. Es costoso, hay aranceles. Es muy llamativo tener que pagar un impuesto para poder exportar productos de pymes desarrollados en nuestro país. Me gustaría hablar con alguien del Ministerio de Producción para entender por qué ponen esos aranceles. Pero la cuestión es que en términos económicos se hace muchísimo más caro y engorroso exportar lo que hacemos en Argentina que producir afuera”, concluye la creadora.