La escalera. Termina hoy la serie del momento en el mundo, pero el debate sobre el caso real continúa: ¿accidente o asesinato?
La miniserie protagonizada por Colin Firth y Toni Collette está basada en un hecho real
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Pasadas las 2.40 am del 9 de diciembre de 2001, Michael Peterson llamó desencajado al 911 para informar que había encontrado a su esposa inconsciente al pie de las escaleras de su casa. Michael realizó dos llamadas al 911. En la primera dijo que Kathleen todavía respiraba. Cinco minutos después aseguró que ya no respiraba. Cuando la policía y los médicos llegaron se toparon con una escena dantesca, que estaba bien lejos de lo que se podían imaginar con un tropezón, con una simple caída en las escaleras de la imponente casa de Durham, en Carolina del Norte. Kathleen ya estaba muerta, en medio de un charco de sangre y salpicaduras que llegaban a las paredes y al cielo raso.
Esa noche, según Michael Peterson fue como tantas otras. Con Kathleen habían visto la película America’s Sweethearts (La pareja del año) y como solían hacerlo, se sentaron junto a la piscina a beber algo de vino. Ella fue la primera en entrar a la casa. Él se quedó un rato más, según los informes de la época, para fumar su pipa. Cuando finalmente ingresó, según publicó ABC News: “encontró a su esposa ensangrentada y apenas respirando al pie de las escaleras”.
Rápidamente la policía y peritos descartaron la versión de que se trataba de un accidente “casero”, allí había ocurrido algo más. El informe de la autopsia concluyó que la víctima de 48 años había sufrido varias laceraciones en la espalda y cabeza a causa de un objeto contundente y que había muerto por la pérdida de sangre. ¿Fue un accidente o un asesinato? La incógnita lo transformó en uno de los casos más mediáticos de los Estados Unidos y puso en cuestión las fallas del sistema judicial.
Aquel llamado es el punto de inicio para desentrañar este caso que en 2004 vio la luz en el documental The Staircase, del francés Jean-Xavier de Lestrade y que hoy volvió a ganar notoriedad con la miniserie del mismo nombre que protagonizan Colin Firth y Toni Collette, cuyo último capítulo ya se encuentra disponible en HBO Max.
El ganador del Oscar a la mejor película documental en 2002 por Murder on a Sunday Morning, Lestrade se interesó en la historia de Michael y recoge los momentos íntimos de la familia Peterson, las reuniones entre los miembros de la defensa y la preparación que recibe el acusado para enfrentar el juicio. También incluye algunos momentos con la fiscalía, que, por razones obvias, en un momento les retiró el permiso de filmación, por lo que aquella versión no pudo ser contada con tanto detalle. El documental, The Staircase, que puede verse en Netflix, y que plantea las dudas que se generaron durante el juicio, se compone de tres partes distintas, realizadas en distintos momentos por el mismo director, el francés. Los primeros ocho episodios son los del documental del mismo nombre emitido en 2004, los siguientes dos fueron realizados para una segunda parte, emitida en 2013 y finalmente, los últimos tres episodios fueron realizados con posterioridad a pedido de Netflix, para completar la historia.
La miniserie que estrenó HBO Max se nutrió del documental, de hecho, el cineasta francés vendió los derechos de la adaptación y aparece como productor ejecutivo de la serie. El creador de la serie, Antonio Campos, juega también con otras ambigüedades, y el hecho de que Michael sea un escritor es un elemento que utiliza para poner en voz en el personaje de Juliette Binoche (la montajista francesa del documental) “¿Qué es la justicia?”, para responder: “Dos partes que compiten por contar la historia mejor”.
Sophie Brunet (Binoche) fue una de las protagonistas en la vida real que contradijo lo que se cuenta en la serie de HBO Max, donde muestran su relación sentimental con Michael Peterson poniendo en jaque su objetividad. En una entrevista publicada en Vanity Fair. Brunet aseguró que su relación personal con Peterson empezó mucho más tarde de lo que la ficción muestra. Y que, sobre todo, la relación terminó antes de que montara los últimos episodios de la secuela de Netflix. “Mi prioridad como profesional siempre fue respetar la visión del director y atender a la verdad”.
El juicio, que tuvo enorme repercusión en los Estados Unidos contó con todos los condimentos para ser una especie de novela policial a seguir. La vida de Michael estaba plagada de condimentos que alimentaron a los medios y las charlas de café. En el medio de la investigación se descubrió que el escritor y frustrado político había mentido sobre sus heridas en Vietnam y tras confiscar su computadora salió a luz fotos y mensajes explícitos con otros hombres, lo obligó a dar a conocer su bisexualidad que, supuestamente Kathleen sabía.
Otro motivo para la acusación estaba relacionada a la situación financiera de la familia Peterson. Michael era un novelista y columnista de un diario y sus recursos eran limitados, Kathleen, en cambio, era ejecutiva en la firma Nortel, tenía una póliza de seguro de vida de 1.8 millones de dólares, y los fiscales argumentaron que Michael podría haber matado a su esposa para obtener ganancias financieras.
Sin querer spoilear, la situación de Michael se complicó aún más cuando se supo que durante los años que vivió en Alemania, con su primera esposa y sus dos hijos, la viuda de un militar murió al pie de una escalera en noviembre de 1985. La última persona que la vio fue Michael.
Entre las versiones para eximirlo del “asesinato” fue el relato sostenido de Michael del accidente, mezcla de alcohol y ansiolíticos, el complot de la policía y del fiscal a modo de venganza por las columnas que escribió en el diario local en el que criticaba fuertemente su accionar. Sin duda, la más llamativa y que ha generado debates entre peritos y expertos en el campo es la “teoría del búho”, que indica que Kathleen fue atacada por un búho, que cayó y quedó inconsciente al golpear la cabeza contra el primer escalón de la escalera. Jean-Xavier de Lestrade, director del documental conocía la teoría del búho, pero decidió dejarla fuera porque nunca se llegó a hablar de ella en el tribunal. Netflix, por su parte, lanzó un video extra, en el que se explica la teoría con las declaraciones del abogado defensor David Rudolf, de Larry Pollard, el vecino de Michael y de algunos expertos en ornitología, ciencia forense y derecho.
La producción de HBO Max, escrita y dirigida por Antonio Campos y Maggie Cohn, busca ofrecer una visión sobre lo que ocurría en el hogar de la familia Peterson. El propio Campos aseguró que, aunque el true crime suele basarse en cómo se desarrolló un suceso y quién fue el culpable, el objetivo de esta serie fue tratar de que se entendiera mejor el caso a través de las relaciones familiares. “Ofrecer toda la información al espectador para que se pueda entender cómo fue posible que existieran dos posiciones tan opuestas: los que creían que fue un accidente y quienes señalaban a Michael como el asesino de su esposa”.
El 10 de octubre de 2003, un jurado del condado de Durham encontró a Michael Peterson culpable del asesinato de Kathleen Peterson y lo condenó a prisión perpetua, sin la posibilidad de libertad condicional. El equipo de abogados de Michael, encabezado por David Rudolf (en la serie interpretado por Michael Stuhlbarg) apeló en reiteradas ocasiones sin éxito, hasta que la causa dio un giro inesperado y el caso se reactivó en 2010. Una auditoría independiente demostró que el analista del FBI, Duane Deaver (uno de los testigos principales contra Peterson) había presentado pruebas y análisis falsos en 34 casos con tal de lograr condenas de acusados que, según él, eran culpables.
En diciembre de 2011, Michael consiguió su liberación y se reencontró con el director francés para grabar la última parte del documental. Con 78 años y la publicación de un libro, Behind The Staircase, Michael Peterson sostiene su inocencia.
La familia Peterson
Michael “Mike” Peterson (Colin Firth). Nació en el seno de una familia de clase alta; obtuvo una licenciatura en Ciencias Políticas, llevó estudios de Derecho en la Universidad de Carolina del Norte y en sus tiempos de universitario desarrolló una afición por escribir. En 1965 se casó con la maestra Patricia Peterson (Trini Alvarado), con quien se mudó a Alemania, país en el que se asentó la pareja junto con sus dos primeros hijos, Clayton (Dane DeHaan) y Todd (Patrick Schwarzenegger). En 1968 se alistó con la infantería de Marina y pasó tres años en Vietnam. Un accidente de tránsito le provocó una lesión, por lo que fue dado de alta con honores por invalidez médica en 1971.
Michael y Patricia vivieron en Alemania durante unos años. En ese periodo se hicieron muy amigos de otro matrimonio estadounidense, Elizabeth y George Ratliff, quienes tenían dos hijas, Margaret (Sophie Turner) y Martha (Odessa Young). En 1987, Michael y Patricia se divorciaron; los dos hijos varones de la familia se fueron a vivir con su madre y Margaret y Martha fueron adoptadas por Michael, quien regresó a Carolina del Norte.
En 1997, se casó con Kathleen Atwater (Toni Colette), una ejecutiva de negocios, quien tenía una hija de un matrimonio anterior, Caitlin (Olivia DeJonge). La familia se ensambló. Durante el juicio fue Caitlin la que se alejó y acusó a su padrastro de haber matado a su madre. El resto de los hermanos y hermanas se mantuvieron unidos.