Furor en TikTok. Son de Tigre, convierten ómnibus en modernos motorhomes y fabricaron uno para Robert De Niro
El primer motorhome que Luis y su hija Ailín prepararon fue el que utilizó Robert De Niro cuando vino al país a rodar una serie. Hoy tienen 30 millones de visitas en TikTok
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“Un día lo senté a mi papá y le dije: Vamos a ser conocidos en toda la Argentina. Él me miró como si estuviera un poco loca, pero, al final, pude demostrarle que tenía razón”, recuerda Ailín Lescano, creadora junto a su padre Luis de Gigi Motorhomes, un emprendimiento en Tigre que transforma viejos colectivos y micros de larga distancia en modernas casas rodantes personalizadas.
Todo comenzó a fines del 2019 cuando un conocido le pidió a Luis que le pusiera a punto su motorhome. Pocos meses después, con la llegada de la cuarentena, él continuó con este encargo y su hija Ailín empezó a visitarlo en el galpón mientras trabajaba para hacerle compañía. “De a poco, él empezó a pedirme que le alcanzara un destornillador, que lo ayudara a cortar una placa de madera y, cuando me quise acordar, estaba todos los días ahí. Yo estaba por terminar mi tesis de grado pero la dejé a un poco al costado para empezar a trabajar codo a codo con él”, detalla.
Casi sin darse cuenta, Luis y Ailín tuvieron que decidir si continuarían apostando por este nuevo emprendimiento o si cada uno retomaría las actividades que desarrollaba antes del confinamiento. Luego de pensarlo bien, hacer cuentas y tomar algunas decisiones importantes (en el caso de ella, renunciar a su trabajo), padre e hija se repartieron las tareas y fueron por todo.
“Yo creo que en la familia nadie comprendía mi elección. Lo entendían desde el lado de que soy muy parecida a mi papá, tanto en el humor y en que nos damos maña, pero todo esto fue comprensible mientras duró la cuarentena. Cuando se liberaron las actividades y yo seguía trabajando ahí, varios familiares me dijeron: Vos estudiaste una licenciatura de Ciencias Sociales en la Universidad Di Tella, estuviste en Japón y ahora estás acá lijando. No lo puedo creer’. No lo decían con maldad, sino que son distintas generaciones. Yo les explicaba que estaba ganando cuatro veces menos pero que era cien veces más feliz”, asegura Lescano sobre sus motivaciones.
La decisión de cambiar su carrera universitaria por el trabajo en el taller no fue el único prejuicio que la joven de 24 años debió vencer al emprender Gigi Motorhomes. “Al principio me costaba, no por ser mujer sino por falta de experiencia y práctica. Muchas veces me frustraba cuando algo no me salía o mi papá me decía que no estaba bien. Me repetía una y otra vez: Yo soy licenciada, no carpintera. Con el tiempo, terminó siendo al revés. Hoy por hoy me siento más carpintera que licenciada”.
Lescano también logró convertirse en una referente en las redes sociales al mostrar el uso que hace de las herramientas. “Las veces que venía alguien ajeno al taller se me quedaba mirando. Inmediatamente, veían a una mujer y pensaban: ¿Qué hace acá? Creo que es una cuestión de la sociedad patriarcal en la que vivimos. Cuando en casa hay que arreglar algo, los padres intentan enseñarle al hijo varón. Y así es que termina teniendo más facilidad pero, en realidad, no es que sea más fácil para ellos sino que simplemente practicaron más. A la mujer, en cambio, le enseñan a cocinar”.
Con sus ideas claras, Ailín añade: “Uso el pelo largo, tengo las uñas esculpidas. Hace poco me regalaron una línea de herramientas que es toda rosa. Para mí eso estuvo bueno porque, si bien es medio un cliché, siempre quise demostrar que podía conservar mi femineidad y, al mismo tiempo, construir. Podía estar en un taller siendo mujer y no necesariamente tener el pelo corto, usar camisa o vestirme como hombre. Siempre me mantuve fiel a mí misma. Simplemente, me gusta usar las herramientas y mi parte favorita es la carpintería”.
Cada uno de los trabajos que ella y Luis realizan en Gigi Motorhomes es personalizado y ambos se toman el tiempo de conversar con los clientes para conocer sus necesidades. Cuántas personas integran la familia, si van a recibir visitas o si se priorizará la cocina, el baño o la habitación, son algunas de las consultas que hacen a modo de formulario.
“Generalmente, viene el cliente con su vehículo. Puede ser desde un furgón hasta un colectivo de línea o algo más grande, como un micro de larga distancia de dos pisos. Suelen llegar tal cual salieron de la línea de colectivos, con los caños amarillos y los timbres. Nuestro primer paso es desmantelar todo, las puertas, las ventanas. Después de esto, recién empieza el proceso de conversión que puede llevar hasta más de un año de trabajo”.
A diferencia de lo que podría pensarse, los motorhomes de Gigi son ideados como si trataran de una verdadera casa de ladrillos. La única diferencia, señala Lescano, es que las cañerías están conectadas a un tanque de agua. “Es todo tal cual, solo que cuenta con tres tanques: el de aguas negras, el de aguas grises y el de agua potable o mineral. Todo funciona como una verdadera residencia: se puede enchufar a 220 y, si el cliente lo requiere, se pueden colocar paneles solares o hasta un grupo electrógeno”.
Si bien padre e hija se encargan de todos los detalles, como la colocación de los cerámicos, las cortinas y los electrodomésticos, Lescano señala que la parte mecánica de los vehículos no está incluida en su servicio. “Es lo único que no hacemos, todo el resto lo realizamos desde cero. Somos muy perfeccionistas y no nos gusta delegar nada. Tampoco hacemos remodelaciones. Muchas veces nos piden que realicemos los frentes de muebles de cocina pero la realidad es que no podemos poner la carpintería si no sabemos, por ejemplo, cómo está la instalación eléctrica porque sería un peligro”.
El primer motorhome que Luis y su hija prepararon les brindó la suerte de principiantes que estaban necesitando al convertirse en el trailer que utilizó Robert De Niro cuando vino a la Argentina para rodar la serie Nada. “Para mí es el motorhome más importante de todos los que hicimos por el valor sentimental que tiene. Es el primero en el que trabajé y es con el que surgió Gigi Motorhomes. Para nosotros fue increíble que lo haya usado De Niro. Imaginate que nos despertamos una mañana y lo vimos arriba de nuestro vehículo. ¡No lo podíamos creer!”.
Si bien su debut en sociedad se dio gracias a la estrella de cine internacional, Lescano confiesa que la masividad en las redes sociales llegó debido a un video de TikTok. “Al principio era muy gradual el crecimiento. Esto fue así hasta que mi hermana, que tiene 19 años, me insistía para que abriera una cuenta en esta red social. Yo le decía que no porque no me sentía representada por TikTok, lo decía desde la ignorancia porque no usaba la aplicación. Yo sentía que era una plataforma donde solo había chicas lindas bailando y yo soy de madera (risas). Pero bueno, empecé a subir videos hasta que un día hubo uno que llegó a 31 millones de reproducciones. Eso fue un antes y un después. A partir de ahí, nos explotó el Whatsapp, el mail, el Facebook, el Instagram. Mi papá me decía: Ailín, ¿qué hiciste? No tenemos mano de obra para cubrir esta demanda”.
Actualmente, padre e hija cuentan con casi un millón de seguidores en TikTok y con más de cien mil en Instagram. En los posteos, Ailín se encarga de mostrar el paso a paso de cómo convierten los colectivos y micros en motorhomes modernos y funcionales. Además, los videos cuentan con la presencia de Uma y Tiburón, sus dos gatos, que se ya han convertido en personajes con fanáticos propios. Tal es así que comenzaron a vender remeras con las siluetas de estos dos tiernos felinos.
Gracias a este impulso que recibieron por parte de las redes sociales, Luis decidió tomar una decisión que les cambiaría la vida: vendió la casa familiar y compró un terreno para construir allí un gran galpón para Gigi Motorhomes. “Nosotros lo que hacíamos era alquilar un espacio en otro galpón. Ni siquiera es que rentábamos el lugar por mes, sino por el lugar que ocupaba cada motorhome. Lo que pasó fue que después necesitábamos más espacio. Hasta que nos dimos cuenta de que ya no había lugar. Tampoco teníamos el dinero para alquilar algo más grande. Entonces, llegó el momento en el que decidimos vender la casa y, con eso, construir directamente nuestro propio galpón. Si todo sale bien, nos vamos a estar mudando en esos días”.
A dos años de su primer encargo, Ailín confiesa con humor que “en casa de herrero, cuchillo de palo” y que aún no han podido preparar un motorhome propio para irse de viaje por el país, como lo hizo en su infancia con sus padres y hermanos.
“A mi papá siempre le gustó mucho viajar y lo que es la vida de camping. En un momento, era todo muy top y nosotros teníamos un motorhome pero, antes de eso, viajábamos en carpa. Él quiso hacer su primera casa rodante cuando tenía 22 años y la pudo retomar recién de más grande cuando compró un micro de larga distancia y lo convirtió en motorhome para que viajáramos como familia. Yo, en ese momento, tenía 9 años así que no estuve involucrada para nada. Viajamos todos hasta Ushuaia. También a Bolivia, Perú, Chile y otros países limítrofes. Después de unos años, papá la vendió pero se arrepintió y compró más adelante un colectivo que también lo hizo motorhome. Viajamos unos años más hasta que mis papás se separaron. Recién volvió a trabajar en esto con el encargo del 2019″, rememora Lescano.
Finalmente, con el objetivo de que una mayor cantidad de personas pudiera disfrutar de hacer un viaje en casa rodante, Ailín adelanta cuál es el plan que tienen en mente junto a su papá: “Queremos hacer motorhomes propios para poder alquilar, ése va a ser nuestro próximo paso. Los vamos a tener disponibles para sets de filmación de películas y para viajes. De esta manera, más personas podrán acceder a la experiencia”.