El diseñador austríaco que realizó las portadas para grandes artistas: Lou Reed, Rolling Stones, Jay Z, Aerosmith y David Byrne
Stefan Sagmeister es el creador de algunas de las tapas más emblemáticas del rock
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La primera singularidad del diseñador austríaco Stefan Sagmeister es una afirmación que contrasta con una idea que a menudo asumimos como inescrutable: que el mundo vive su peor momento. Para él, esa idea redunda en clisé. Dice: “Si observo los acontecimientos relacionados con el mundo desde una perspectiva a largo plazo, que es la única que para mí tiene sentido, casi cualquier aspecto relacionado con la humanidad parece mejorar. Menos personas pasan hambre, menos personas mueren en guerras y catástrofes naturales, más personas viven en democracias y viven mucho más tiempo que antes”. Los datos confirman sus dichos: hace 200 años, 9 de cada 10 personas no sabían leer ni escribir. Ahora es solo 1 de cada 10.
Con sede en Nueva York, su estudio es uno de los más reconocidos del planeta. Sagmeister viajó a la Argentina para participar de la vigésima edición del festival Trimarchi, que se realiza en Mar del Plata. Fue invitado a este encuentro que reúne distintas figuras del diseño Mundial.
El austríaco fundó su estudio en 1993 con la intención de mezclar las dos cosas que más amaba: la música y el diseño. “Nos fue bien y en dos años ya estábamos trabajando para muchos grupos. Pero hacer el 26° disco no nos hizo tanta ilusión como el primero”, señala.
- Trabajaste en portadas de álbumes para grandes artistas, como Lou Reed, Rolling Stones, Jay Z, Aerosmith y David Byrne; ganaste dos Grammys (uno con Talking Heads gracias al box set de Once in a Lifetime), ¿cómo organizás ese trabajo?
- Te cuento el caso de Rolling Stones, que es la historia que les interesa a todos. Antes de que definieran su título (Bridge to Babylon) me llamó Mick [Jagger] y me pidió que fuera al Museo Británico de Londres a revisar la colección babilónica, a buscar inspiración, a traerle una propuesta a partir de esa visita. Después de volver con un montón de fotos, todos estuvimos de acuerdo en que un león asirio sería un buen símbolo para la portada, así como para la gira y el material de merchandising.
- Lo relatás como si fuera algo ordinario en tu porfolio.
Es algo de lo que me interesa no hablar mucho. Creo que el diseño de portadas de disco es algo que ya hemos hecho en el pasado y quiero no repetir. En los últimos años se han diseñado muchas carátulas fantásticas, creadas principalmente por jóvenes diseñadores. Me fascinan los músicos que son capaces de crear portadas increíbles por su cuenta, como Sufjan Stevens o Karen O.
- Beauty es un libro y fue la muestra más convocante del museo MAK de Viena, ¿cómo definís la belleza?
- Es una combinación de forma, forma, color, composición, material y estructura para complacer los sentidos estéticos, especialmente la vista.
- ¿Y la fealdad? ¿Qué cosas son feas para vos?
- En mi vida cotidiana, lo opuesto a la belleza no es feo, es descuido. La gran mayoría de todo lo que es feo no ha sido creado para ser feo, existe porque a alguien no le importó. Los centros comerciales, las salidas de las autopistas, las tiendas de muebles de descuento son todos feos por casualidad. De hecho, disfruto las cosas que han sido creadas para ser feas, con intención.
- Trabajaste mucho el concepto de felicidad, ¿cuál fue la conclusión más convincente a la que llegaste sobre el tema?
- Divido a la felicidad en tres: la que dura segundos; la de mediano plazo –como bienestar y satisfacción–, que dura horas o días, y la de largo plazo, con tiempo suficiente como para descubrir aquello para lo que eres bueno en la vida.
- El argentino Tomás Maldonado fue miembro fundador del Movimiento de Arte Concreto y uno de los protagonistas de la renovación plástica de los años 40 en Argentina. Fue nombrado director en 1956 de la Hochschule für Gestaltung (HfG) y en Ulm. Allí, Maldonado vio el proceso de diseño como una metodología sistemática, científica y teórica. ¿Ese enfoque coincide con el tuyo?
- No, para nada. Mi enfoque del diseño es muy diferente de las teorías de Ulm. Allí defendían la objetividad sistemática tratando de sacar al diseñador de la ecuación; yo hago exactamente lo contrario: creo diseños en los que se vea que hay trabajo humano, con una opinión y una expresión.
Para refrescar su creatividad, Stefan suele tomarse años sabáticos. El interés de escapar un tiempo de su estudio de Nueva York nace de su “frustración por la modernidad”. Sagmeister retrocede hasta los años 20, década detonada por las vanguardias, y dice que hay que romper con la idea de que todo lo podría hacer una máquina. A él le seduce lo opuesto. “Hay que meter el alma en lo que hacés, tu subjetividad en el diseño que estás haciendo. Todo el tiempo quiero destacar el lado humano del trabajo y eliminar las máquinas. No es una mirada nostálgica ni pido que se haga todo a mano, pero sí hay que devolverle al diseño el enfoque humano de las cosas”.
- ¿No tuviste miedo de perder clientes cuando empezó la rutina sabática?
- No fue fácil. Tuve el temor de que el mundo donde siempre había vivido se olvidara de mí. Temía que mis clientes no perdonaran la osadía de salir de la rueda de un mercado ferozmente competitivo. Leí mucho sobre psicología y periodos sabáticos. Soy del tipo de personas que pierde interés cuando repite una actividad muchas veces, a diferencia de otras que se sienten más seguras en la repetición. Yo empecé a plantearme qué cosas nuevas podíamos hacer.
- ¿Cada cuánto te tomás un año sabático?
- Cada cinco.
- ¿Cambió mucho el diseño?
- Si alineamos los inicios del diseño gráfico con la creación de los carteles de Henri de Toulouse-Lautrec, en París, que podría decirse que fue la primera vez que un diseñador le quitó el trabajo a las imprentas e hizo algo funcional y alegre al mismo tiempo, entonces podría argumentar que seguimos intentando hacer lo mismo. Es decir, informar a la gente de forma agradable. Al mismo tiempo, los carteles de Henri son un primo muy, muy lejano del diseño de una interfaz de realidad virtual. En síntesis: si vemos al diseño gráfico desde sus inicios hasta la actualidad, ha cambiado por completo y no del todo.
- Sos de esos exponentes carismáticos, ¿qué ideas surgen en tus charlas? ¿Qué recomendarías a los futuros diseñadores?
- Les aconsejo que se tomen más en serio para que el trabajo se vuelva formalmente mucho más sofisticado. Les sugiero que seleccionen tres piezas de diseño que crean buenas y luego las copien, con tipografía y todo. Esto, por supuesto, es solo para capacitación, no para su cartera. También les indico que elijan tres piezas nuevas que contengan mucha información y que también las copien. Luego de esos ejercicios, les digo que creen tres piezas por su cuenta: un póster, un sitio web y una marca.
- Sé que te gustan las listas. ¿Podés nombrar los tres objetos más inútiles que has visto y tus tres favoritos y explicar por qué?
- ¡Me encantan las listas! ¡Y me encantan los objetos inútiles! Los objetos liberados de una función pueden simplemente ser y no tienen que lograr nada, son libres. Tres de mis objetos inútiles favoritos son una tetera de Bonnie Seeman en la que nunca he servido té, ni una vez; una pieza de mi propia serie Beautiful Numbers, que no es muy funcional, y una remera de Walter Van Beirendonck, que es de lo más común, pero su valor es diez más alto que el de una común. Mis objetos útiles favoritos son mi iPhone, eso no necesita explicación; mi Oculus Quest 2, un controlador de realidad virtual cargado con la aplicación de entrenamiento Supernatural: quizás, el mejor producto que compré desde el iPhone. Y mi amada máquina de café en cápsulas: bebo entre ocho y diez por día, así que es muy útil.
- ¿Cuál fue la inspiración para tu colección de ropa Sagmeister123?
- Armé una serie de pinturas históricas que contienen datos, la titulé Beautiful Numbers. Escuché de muchos coleccionistas que las compraron que cuando invitaban gente a comer a sus casas, los invitados querían conocer más sobre las pinturas. Esto le daba la posibilidad al anfitrión de explicar los conceptos. Fue lo que inspiró el objetivo detrás de las prendas que diseñamos para Sagmeister123. Los que usen las prendas recordarán que los últimos tuits y las noticias de la televisión por cable no significan que el mundo sea solo dominado por el pesimismo: a largo plazo, muchas cosas se habrán desarrollado positivamente.
- Ya conocías la Argentina, ¿qué impresión tenés del diseño local?
- La última vez que vine fue también para el festival Trimarchi, pero pude pasar un tiempo en Buenos Aires. Me impresionó mucho la cultura del diseño, tantos diseñadores jóvenes que venden sus productos en Palermo dentro de sus propias tiendas. Conozco un poco de la Argentina a través del cine argentino, del que soy un gran admirador.
- El Polideportivo de Mar del Plata es escenario de estrellas del deporte y de la música, ¿cuándo se convirtieron en estrellas los diseñadores para convocar tanto público?
- Creo que la idea de las estrellas del diseño tuvo algo de fuerza en la década de los años 90 y volvió a instalarse con la llegada de las redes sociales.