Lawyers Polo. El argentino Eduardo Bereterbide creó el torneo que reúne a abogados de todo el mundo
El primer encuentro se realizó en 2008 en Buenos Aires. Nuevamente la ciudad será sede de la décima edición, que se realizará en diciembre en La Alegría Polo Club
- 10 minutos de lectura'
“El polo me apasiona, y el Derecho financia esa pasión”, define Eduardo Bereterbide. Abogado argentino con matrícula en Buenos Aires y Nueva York y estudio propio en París dedicado a arbitrajes y litigios comerciales internacionales, un día, durante un encuentro de la International Bar Association –la organización que reúne a colegios profesionales y asociaciones de derecho de todo el mundo– que se hizo en nuestro país, tuvo una idea: juntar a ambos, deporte y oficio, en un torneo que reuniera a lo largo de una semana en una cancha de polo a abogados internacionales de alto nivel.
Sería por única vez, de forma puntual. Pero la experiencia fue tan exitosa que a pedido del presidente de la IBA la repitió al año siguiente, en Madrid. Entonces fueron los mismos jugadores los que lo animaron a seguir con el proyecto y a darle una entidad y cierta regularidad. Nació así, oficialmente, Lawyers Polo, un evento anual que se realiza en distintas partes del mundo y que entre el 5 y el 10 de diciembre se va a celebrar en Buenos Aires, en las instalaciones del club La Alegría, de Pilar.
Bereterbide, miembro de una familia de Carmen de Areco en la que el polo es tradición, asumió tímidamente la organización de aquellas primeras reuniones. Hoy es capaz de cargarse al hombro una logística compleja que incluye elegir el lugar, conseguir los caballos, organizar las distintas veladas y el cóctel inaugural, formar los equipos y mandar las invitaciones para un acontecimiento que nadie que haya pasado ya por la experiencia –ni amateurs ni aficionados, todos son abogados con buen entrenamiento físico que practican polo de manera constante– se quiere perder.
Para ellos, Lawyers Polo se convirtió en un lugar que concentra sus dos intereses, pero también en una excusa para conocer a colegas prestigiosos, conseguir nuevos clientes y hacer networking. “Una alianza de gente que inspira a gente”, resumen. Pero además, juntando a los estudios de todos estos abogados podría decirse que en un partido de LP se está en presencia de varios de los representantes legales de las compañías, clientes y Estados más importantes del mundo. Shearman & Sterling, el estudio americano con filial en Francia en el que Eduardo trabajó durante 12 años antes de fundar su propio bufete, fue por ejemplo el que litigó y ganó el caso de la petrolera Yukos contra la Federación Rusa, por obligarla ésta a la quiebra en 2006, un arbitraje que en su momento dispuso el pago de una sentencia de 50.000 millones de dólares.
Se acercan a Lawyers Polo por el boca a boca, pero la demanda para participar es superior a la cantidad de equipos. La selección se da por nacionalidad y geografía, para que los jugadores no sean todos de los mismos países y estén bien distribuidos por el mundo. “Pero además hago mucho research –dice Bereterbide–. Quiero gente sana, honesta, exitosa también, pero que en el fondo sea buena gente. Aquellos interesados únicamente en las fotos, los eventos y las luces del ambiente del polo no tienen espacio en la comunidad”.
El desinterés, querer ayudar a los demás y ser generoso es otro de los requisitos. En cada torneo se elige una causa social que suele estar asociada a la niñez. “El polo es un deporte costoso por naturaleza que puede tender a la superficialidad. Mi interés en particular, y así se lo transmito al grupo, es el siguiente: si somos privilegiados, si tenemos la suerte de practicar algo que significa, de entrada, que estamos bien de salud y bien económicamente, no podemos visitar distintos lugares del mundo y pasar al lado de gente con muchas necesidades como si nada. No queremos llegar a un sitio, estar tres días e irnos. Queremos tratar de transformar –con humildad, obviamente, porque algunas realidades de la vida son muy duras–. Tampoco queremos ayudar de manera superficial, como diciendo demos algo que nos sobre. Yo le transmito al grupo que no hagamos eso de poner en un sobre, como cuando uno va a misa, sino de hacer un esfuerzo real que signifique un monto considerable y tenga un impacto real. Los participantes se van diciendo: hice deporte con un montón de gente interesante, pero además conocí a estos chicos y creo que pude darles una pequeña solución a sus problemas”.
En el torneo organizado en Bangkok, ayudaron a una fundación que rescata niños de las redes de prostitución infantil y les da hogar, educación y un oficio.
Durante el torneo de Marruecos, por ejemplo, entraron en contacto con una fundación que se encarga de ir al puerto de Tánger a recuperar a chicos que se trepan a los barcos y se esconden en contenedores para cruzar a España. El techo del hogar donde se los aloja y se les da educación y comida tenía mucha humedad y un gran riesgo de caerse. El grupo de polistas abogados lo renovó completamente. “Era un monto considerable, durante una primera colecta no llegamos, pero puse un poco más de presión y apareció el dinero por parte de nuestra comunidad. Hoy ese hogar tiene su techo”.
En el sur de Sudáfrica establecieron relación con una familia que ayuda a los chicos a salir de las redes del narcotráfico y les da contención a través de la música. Su fundación ya tiene 50 bandas en distintos barrios de Plettenberg Bay y Cape Town. LP les compró instrumentos y un ómnibus para llevarlos de sus casas a los colegios y de los cursos de música a sus casas. Hoy siguen siendo grandes amigos.
Durante este torneo en la Argentina van a colaborar con el Colegio Madre Teresa, de Virreyes, dirigido por el padre Juan Pablo Jasminoy. El objetivo: generar un mínimo de 30 becas para que 30 chicos reciban educación y comida hasta que terminen su escolaridad.
Madre Teresa tiene una orquesta de música clásica integrada por 50 chicos de muy bajos recursos que van a poder cumplir el sueño casi imposible de tocar en el Teatro Colón. Será durante el cóctel de presentación de esta 10va. edición del torneo, que se va a hacer en el Salón Dorado. Para la ocasión, sus violines y violonchelos tendrán cuerdas nuevas, que los abogados le encargaron a un luthier de París.
La exposición de arte tendrá obras de Alejandro Moy. Sus pinturas dedicadas al mundo de la hípica y del polo se reproducen en portadas de los libros, revistas, logotipos institucionales, monedas y medallas de los principales eventos mundiales de esta disciplina. El sultán de Brunei, el rey Carlos III y el príncipe Guillermo de Inglaterra tienen cuadros pintados por él.
Bereterbide intenta no repetir locación. Pero la realidad es que son muy pocas las ciudades que pueden ofrecerles canchas de polo de calidad, un mínimo de 120 caballos en alquiler para formar 10 equipos de competición, e infraestructura para recibir a tanta gente y generar puntos de encuentro como cócteles, charlas y cenas. Durante la edición de Tánger, por ejemplo, lograron juntar 90 caballos. Para conseguir el resto tuvieron que buscar el apoyo del rey de Marruecos, que les cedió otros 30 del equipo de polo de su Guardia Real.
Esta será la segunda vez que juegan en Buenos Aires, y en La Alegría, propiedad de Frederick Mannix, un canadiense con 8 goles, el jugador de polo canadiense mejor clasificado en la Gira Mundial de Polo –World Polo Tour–, el primer canadiense en 65 años en participar en las tres etapas de la Triple Corona de Polo –Polo’s Triple Crown–, y el segundo canadiense en jugar en el Abierto Argentino. Vendrán jugadores de Singapur, Estados Unidos, Colombia, Chile, Brasil, Venezuela, Malasia, Reino Unido, Francia, Austria, Suiza, Alemania, Portugal, Nigeria, Pakistán, India y Sudáfrica. Y habrá varios representantes argentinos, como Rodrigo Sola Torino, del estudio Marval O’Farrell Mairal, que ya jugó con LP en Argentina, Marruecos y Sudáfrica; Marcelo Villegas, del estudio Nicholson y Cano; Tomás Brave, del estudio Badeni; Eduardo Fevre, del estudio Fevre Zavalia, y Juan Vigo, Joel Romero, Alfredo Boden, Julio Saguier y Rafael Cúneo Libarona. El creador de LP intenta que no menos del 30% de los jugadores nunca hayan participado y arma los equipos de forma aleatoria, movido por la idea de generar networking y fomentar la interacción. El anuncio de los equipos se hace en el opening coctail.
El estadounidense David Tafuri es relativamente nuevo en el grupo. Se unió en el último torneo, en Sudáfrica. Especialista en Derecho Público Internacional, litigios transnacionales, estado de derecho, inversión extranjera directa, control de exportaciones, sanciones económicas, procedimientos de refugio y asilo político, y asesor en política exterior –guerras de Irak y Afganistán– de Barack Obama, su currículum impresiona. Actualmente, asiste a varios clientes con iniciativas humanitarias en Ucrania, en coordinación con los gobiernos de Volodimir Zelensky y Joe Biden. Tafuri liderará el panel de discusión organizado para esta edición, precisamente sobre la guerra Rusia-Ucrania, junto al economista especialista en geopolítica, mercados emergentes y comodities, Daniel Scott. Le cuenta a la nacion revista antes de su viaje a Buenos Aires: “Eduardo entiende que muchos de nosotros, como abogados internacionales, nos preocupamos profundamente por cómo los países en los que estamos trabajando se están desarrollando como democracias. También, por cómo la ley y la profesión legal pueden contribuir a construir bases más sólidas para el Estado de derecho, la equidad y la justicia. Lawyers Polo está organizado para que al volver a casa hayamos aprendido unos de otros y hayamos crecido como defensores y partidarios de las instituciones legales. América Latina es un lugar en donde tengo una cantidad significativa de trabajo orientado al área de la construcción de la democracia. Estoy ansioso por llegar a la Argentina y tratar de entender las tendencias que afectan la gobernabilidad en el continente”.
Entre los 10 equipos habrá además cuatro mujeres: dos abogadas de Singapur, una de Alemania y otra de Reino Unido, Elspeth Talbot Rice, que tiene 55 años y entró al grupo en 2012. Ella trabaja en XXIV Old Buildings y es King’s Counsel, Consejera del Rey (hasta la muerte de la reina Isabel II, era Queen’s Counsel), un título que reconoce a determinados abogados por su trayectoria, por su éxito y por sus condiciones éticas y morales, y que desde la tradición significa que se pertenece a ese grupo selecto que eventualmente podría asesorar legalmente al Rey de Inglaterra, si este lo necesitara. La abogada y polista le explica a la nacion revista: “Supone que los jueces ante los que he comparecido, los pares contra los que me he enfrentado y los clientes que he representado tienen muy presente y valoran mucho mi capacidad como abogada y líder en grandes litigios”. Su marido, general del ejército y presidente de la Asociación de Polistas Militares de Reino Unido, empezó a participar en este tipo de competencias sociales por ella. “Todos mis fines de semana los dedicaba a cuidar a los caballos, llevarlos a los torneos y jugar. Después de soportar esta rutina durante uno o dos años, mi esposo decidió que si no podía vencerme, se uniría a mí, y comenzó a jugar también. Hoy compartimos un equipo llamado Legal Action, en el que ocasionalmente nos acompañan nuestras tres hijas”.
Para Talbot Rice, como para el resto de los miembros del grupo, se impone la pregunta: ¿de dónde sacan el tiempo para viajar por medio mundo jugando polo? Ella resume praxis y filosofía: “Me hago el tiempo, este es el lujo que me doy en la vida, un evento imperdible. Mi profesión y el polo se complementan absolutamente: ambos requieren compromiso, trabajo en equipo y capacidad de comunicación. El nivel de juego es excelente y la camaradería que se genera no tiene igual. Ser parte de esta familia es un privilegio total. Son amables, muy divertidos, y todos disfrutan la pasión por jugar de manera ferozmente competitiva, pero al mismo tiempo fantásticamente cortés. Lawyers Polo es un must en nuestras agendas”.