El altruismo egoísta: “eres generoso cuando entregas algo que necesitas y no lo que te sobra”
Para ayudar de veras a los demás se debe sacrificar algo, y además el altruismo debe partir de una iniciativa propia, sin necesidad de impulsores, asesores o gurúes
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Sam Bankman-Fried parecía un genio de las finanzas y resultó uno de los estafadores más escandalosos del siglo XXI. Egresado del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) fundó la plataforma de criptomonedas FTX, desde la que captó fondos, ambiciones y voracidad monetaria de miles de personas para integrar, antes de los 30 años, la lista de los neomultimillonarios nacidos al calor de las nuevas tecnologías.
En octubre de 2022 se calculaba su fortuna en 16.500 millones de dólares. Dos meses después era capturado en Bahamas y acusado por fiscales estadounidenses de lavado de dinero, violación de las leyes de financiación de campañas y fraude electrónico desde el inicio de su empresa, en 2019. Según los fiscales, era autor de “un fraude masivo desviando miles de millones de dólares de los fondos de los clientes de la plataforma para su propio beneficio personal y para hacer crecer su criptoimperio”.
Junto con Elon Musk, Jeff Bezos, Bill Gates, Mark Zukerberg y otras estrellas del mundo de los millones cuyo big bang fue internet, Bankman-Fried era presentado como una de las caras del “altruismo eficaz”, corriente impulsada por el filósofo escocés William MacAskill, cuyo fin es, según sus palabras, “animar a la gente que tiene enormes recursos a no comprar yates y, en vez de eso, destinar ese dinero a la preparación para las pandemias y a la seguridad de la inteligencia artificial y a los mosquiteros y al bienestar de los animales, algo realmente bueno”.
También, con menos eufemismo, se podría llamar a esto “lavado de imagen”, una operación para disimular la casi obscena desigualdad que hoy parte a la humanidad entre un 10% de ricos cada vez más ricos y más ajenos a los problemas del mundo del que se nutren y un 90% que padece esos problemas mientras produce aquella riqueza que le es ajena.
Desde hace mucho, incluso desde la Grecia Antigua y sus filósofos, se discute si el altruismo y la generosidad son naturales en los seres humanos, o si se trata de herramientas de manipulación y búsqueda de aprobación moral. Raymond M. Smullyan (1919-2017), matemático, lógico y filósofo taoísta estadounidense, cuyo pensamiento producía brillantes paradojas, solía preguntar: “¿Qué piensas del altruismo? ¿Crees que es sacrificar la propia felicidad por los demás o consideras que es ganarse la propia felicidad a través de los demás?”.
Desde otra perspectiva, Emanuel Kant (1724-1804), el filósofo alemán cuyas ideas permean hasta hoy el pensamiento occidental, advertía que las acciones morales no necesitan recompensa, y si la reciben no son morales. La recompensa está en la acción. Quien se considera altruista y lo proclama, o ejerce su presunto altruismo o solidaridad a cambio de algo (así sea la entrada a un recital a cambio de un alimento no perecedero) no lo es. Está protagonizando una transacción.
El “altruismo eficaz” de Bankman-Fried de poco sirvió como pantalla debido a la torpeza y la falta de sofisticación de sus maniobras, como se dijo en la acusación. Otros grandes personajes de las finanzas, los negocios y los millones lo hacen con más creatividad y mejor asesorados en el lavado de reputación. Y después están los que promueven altruismo como ciertos famosos youtubers, a quienes cualquier causa les sienta bien para alimentar su ego, su narcisismo y también sus cuentas bancarias estimulando a sus seguidores a “colaborar” a través de donaciones monetarias que los hagan sentir como benefactores de algo o alguien. Se cosechan “likes” y se tranquilizan conciencias.
Para ayudar de veras a los demás, dice Smullyan, debo sacrificar algo, y además el altruismo debe partir de mi propia iniciativa, sin necesidad de impulsores, asesores o gurúes. Ni Jesús ni Moisés los necesitaron, ironiza en su libro El silencioso Tao. Hace siete siglos Aristóteles lo había dejado en claro: “Eres generoso cuando entregas algo que necesitas y no lo que te sobra”.