Su sobrina Francesca cuenta cómo crearon el nuevo corto, que se presentó en el Festival de Cine de Venecia
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Alguien dijo alguna vez que inteligencia es hacer fácil lo difícil. ¿Y la Inteligencia Artificial? La máquina Benjamin escribió el guion del corto Sunspring en 2016, también con IA se pintó un cuadro estilo Rembrandt, por ejemplo, y se ganó un campeonato de póker, un juego en el que tanto la posibilidad de intuir como de engañar, mucho más relacionadas con las características de las personas que con las máquinas, son clave. Y hasta una novela escrita por algoritmos fue finalista en un concurso de literatura. Estos son apenas ejemplos de cómo las máquinas pueden reflejar el pensamiento humano y aprender a realizar diferentes actividades prácticamente impensadas hasta hace algunos años. Y de cómo el arte y la creatividad se fusionan y se retroalimentan con la tecnología y sus avances constantes.
El martes 7 de este mes se estrenó en el Festival de Cine de Venecia el primer cortometraje con Inteligencia Artificial basado en el genio creativo de Federico Fellini, con dirección de Maximilian Niemann y creado por Campari. Y el próximo miércoles 29 se lanzará en el Festival de Cine de Nueva York. Fellini Forward está ambientado en Roma y con la utilización de nuevas tecnologías y de machine learning rescata el espíritu felliniano, como se podrá ver también en un documental que muestra cómo este proceso de producción innovador logró combinar el aporte humano y el de las máquinas; se estrenará el 1° de octubre en Amazon Prime y se podrá ver en Flow en Argentina.
“Todo comenzó en el verano de 2019, cuando Campari me visitó por primera vez en Rímini para hablar sobre Fellini Forward –cuenta por correo electrónico su sobrina Francesa Fabbri Fellini a LA NACION revista–. Me sentí honrada de que se estuviera considerando un proyecto así, pero había una parte de mí que se sentía nerviosa porque la idea era poco convencional. Discutimos el concepto con más detalle, incluido el hecho de que sería una colaboración entre el hombre y la Inteligencia Artificial y no un caso en el que el director abdicara ante la máquina. Después de discutirlo con los otros coherederos del legado de Fellini, nos entusiasmamos con el proyecto y yo estoy particularmente emocionada”.
¿Cómo lograron capturar el espíritu de su tío en este corto?
La Inteligencia Artificial sirvió para estudiar a Federico gracias a su capacidad para analizar una enorme cantidad de datos, se habrían necesitado miles de hombres para calcularlo manualmente. La tecnología recreó versiones del genio creativo de mi tío de dos maneras. La primera fue numérica y racional. Logró descubrir todas las constantes de la cinematografía de mi tío; cómo usó la cámara, dónde la puso, qué tipo de palabras usó en ciertos guiones y escenarios. En segundo lugar, contribuyó desde un aspecto emocional. Por ejemplo, la máquina descubrió que él se metía en sus películas y lo replicaba abriéndose camino en el guion, como con la Boca de la verdad. Esto realmente me asombró. Me pareció fascinante que pudiera ofrecer opciones para la escritura de guiones y la elección de escenas.
Francesca ayudó a escribir el guion original, que luego se entregó a la máquina, enseñándole cómo funcionaban algunos de los mecanismos internos de la mente del cineasta. “La historia se inspira en momentos reales de su vida, tanto de la infancia como de cuando era un joven adulto. Desde que fue al cine por primera vez hasta la posguerra, cuando Federico Fellini estaba en Roma ganándose la vida como ilustrador”, detalla la mujer nacida en Bolonia en 1965, quien estuvo disponible para brindar los consejos y conocimientos necesarios en relación a su tío, dio su opinión sobre el casting y el vestuario y colaboró con el equipo de producción para ponerse en contacto con algunos miembros del equipo original de Fellini, que también contribuyeron a este proyecto, incluido el escenógrafo que fue tres veces ganador del Oscar, Dante Ferretti, y Blasco Giurato, un amigo del cineasta que fue operador de cámara en Los clowns, de 1970, y más tarde se convirtió en un gran director de fotografía. “Ellos fueron invitados a una mesa redonda muy interesante donde hablaron del artista, pero sobre todo de su amigo Federico Fellini en su singular y extraordinaria aventura que cambió para siempre su forma de hacer cine”, agrega la mujer, que asegura que así se buscó respetar la herencia del célebre cineasta.
Cuando trabajó en la publicidad de Campari en 1984, Federico Fellini ya había realizado algunas de sus obras maestras, como La Strada, La dolce vita, 8 ½, Roma y Amarcord. El corto comercial se tituló Oh, qué hermoso paisaje y muestra a una mujer y a un hombre enfrentados en el vagón de un tren. Ella tiene el control remoto y va cambiando el paisaje en la ventana, con cara seria o enojada. El hombre, con una sonrisa profunda, agarra el control y ella finalmente sonríe cuando aparece a través del vidrio la botella roja del Bitter, junto a la torre de Pisa.
“Campari fue la primera incursión en el mundo de los comerciales de televisión, sin embargo no fue la única. Del maestro solo se produjeron cinco anuncios de tres grandes marcas italianas: Campari, Barilla y Banca di Roma. Insto a todos a que las vean, todas son obras maestras de ensueño”, recomienda Francesca. En aquel tiempo, Campari se había puesto en contacto con su tío Federico y le sugirió la idea de hacer un comercial. “La marca siempre había utilizado grandes nombres en pintura y gráficos, desde Fortunato Depero hasta Marcello Dudovich, haciendo de la cinematografía una progresión natural. Mi tío aceptó la oferta. Fue un éxito tan grande que el Museo de Arte Moderno de Nueva York solicitó y exhibió una copia del anuncio”, recuerda la mujer.
Los directores de documentales Zackary Canepari y Drea Cooper estuvieron a cargo de registrar el proceso de producción y realización de este nuevo corto, y sumaron al set a especialistas en IA y creatividad como Marcus du Sautoy y Emily L. Spratt para tener su experiencia para esta iniciativa.
Lograr el corto y el documental requirió de trabajo en equipos interdisciplinarios. Expertos del estudio de producción e innovación UNIT9 usaron métodos de inteligencia artificial que no se habían utilizado antes. Como explica Marcus Du Sautoy, la IA permite analizar los datos a una escala que el ser humano no puede igualar: “Uno de los mayores logros fue tomar las películas de Fellini y analizar cada una de ellas cuadro por cuadro. Para Fellini Forward, un algoritmo de generación de texto exploró el estilo de los guiones de Fellini analizando el diálogo de la película, las instrucciones para los actores y las escenas que se encuentran dentro de los guiones”.
Cien años de grandeza
El 20 de enero de 2020 se cumplieron cien años del nacimiento de Federico y se festejaron con la muestra Centenario Fellini, que se realizó en distintos lugares del mundo, aunque con cambios de fechas por la pandemia. En la primera mitad de este año llegó el homenaje al Museo Nacional de Arte Decorativo, en Buenos Aires. Además, en Rímini, su ciudad natal en la costa del mar Adriático, se acaba de inaugurar un museo dedicado a él, en un castillo del siglo XV.
En 2020, Francesca realizó otro corto a propósito del centenario, La Fellinette, basado en una niña dibujada en la hoja de un cuaderno, en 1971, por Federico Fellini. La pequeña es la protagonista de un cuento de hadas ambientado en la playa de Rímini, justamente, el 20 de enero de 2020. Lo cuenta la sobrina ayudada por Milena Vukotic, Ivano Marescotti y Bustric y por una parte animada que completa la poesía onírica. El corto fue seleccionado para el Festival de Cine de Roma.
Cinco veces ganador del Oscar, Federico Fellini aportó magia y sueños al cine. Empezó dibujando, se casó con su musa, la actriz Giulietta Massina, modificó hasta el lenguaje con el atributo fellinesco. Incluso le puso título a una profesión, con Paparazzo, el fotógrafo que acompaña a Marcello Mastroianni en La Dolce Vita, y que dio lugar a los paparazzi.
¿Por qué también un documental?
Para registrar el proceso de principio a fin, explorando el futuro del cine y la colaboración creativa entre humanos y máquinas basándose en la evidencia encontrada, a su vez, en el cortometraje creado y en los comentarios de los expertos.
¿Encontró un desafío real, que no esperaba, cuando comenzó a trabajar con inteligencia artificial?
Hubo un larguísimo proceso de machine learning, donde al final la IA destacó la diferencia entre memoria y aprendizaje.
¿En qué escenas cree que podemos ver en este proyecto las raíces de arte?
Encontré el personaje del Almirante frente al Castel Sant’Angelo invocando el desfile y la Boca de la verdad, las dos historias más interesantes que la Inteligencia Artificial supo generar. Las sentía fellinescas.
En la recordada escena de Vacaciones en Roma (1953, William Wyler), Gregory Peck le jugó una broma a Audrey Hepburn, con la cámara ya encendida, frente a la Boca de la verdad, escultura ubicada en la pared del pronaos de la Iglesia de Santa María en Cosmedin, construida sobre un antiguo templo de Hércules en Roma, en 1632. La leyenda sobre este monumento que se menciona en la película (hay muchos otros) cuenta que, quien miente, perderá la mano si la introduce en la boca de piedra. De manera sorpresiva, Peck metió la mano y la escondió en la manga de su saco, lo que provocó el susto real de Hepburn, que quedó inmortalizado en la película. En este corto de Campari, la gran figura de piedra le habla al joven Federico y lo invita a seguir sus instintos y a desafiar sus límites creativos.
Según Marcus Du Sautoy, una de las características que vale la pena destacar en relación a la inteligencia artificial es que tuvo la capacidad de mejorar el guion. Y que aportó la novedad de que las personas pudieran ver cómo se vería la película incluso antes de empezar a filmar.
¿Cómo cree que impacta la inteligencia artificial en las artes en general?
La inteligencia artificial ya ha entrado en nuestra vida diaria. Así lo demuestra el auge de los dispositivos vinculados a esta tecnología, que son cada vez más habituales en nuestros hogares, por ejemplo, en forma de asistentes de voz domóticos [automatización inteligente de los dispositivos de una vivienda]. Aquí, repito un concepto importante: en Fellini Forward ha habido una colaboración entre el hombre y la inteligencia artificial y no un caso en que el director abdicara ante la máquina.
¿El mundo de los sueños era muy importante para Fellini. ¿Cómo se relaciona usted con sus propios sueños??
Jeremy Iron dijo: “Todos tenemos nuestras máquinas del tiempo. Algunos nos devuelven y se llaman recuerdos. Algunos nos llevan adelante y se llaman sueños “. A su vez, el enorme Walt Disney dijo: “Si podés soñarlo, podés hacerlo”. Para mí, es lo mismo. Una noche de mayo de 2019 tuve un sueño que se convirtió en la película que escribí y dirigí, titulada La Fellinette (2020) que fue mi homenaje personal al Centenario de mi tío Federico.
La sobrina agrega: “Mi tío una vez dijo: ‘Casi todo lo he inventado: una infancia, una personalidad, la nostalgia, los sueños, los recuerdos por el placer de poder contarlos’. Pero sobre todo me gustaría transmitir su opinión más bonita, que me dio un día en la playa de Rímini cuando era niña: ‘Franceschina, no se sabe nada, se imagina todo, recuerda siempre eso’”.