Cinco propuestas. Estilos argentinos que nos caen bien
Para una amiga extranjera en busca de nuevas experiencias de moda escribí unas líneas acerca de las excelencias de la cultura del vestir por estas latitudes. Aunque expresada con una diversidad amplia de estilos la moda de nuestro sur del mundo que más sigo y aplaudo, marcas tales que Vicki Otero, Maydi, Rue Mariscal, Quier o Dacal, comparten algunos puntos comunes, que las distinguen en conjunto, si bien cada una con su identidad particular, en el contexto del panorama internacional.
Se trata de emprendimientos creados y conducidos por diseñadoras con opciones estéticas propias bien específicas, indiferentes al ajetreo de las tendencias y comprometidas de manera concreta con la ética del trabajo y los modos de producción cuidadosos del medio ambiente y la vida animal. Un trazo compartido que me parece esencial es las formas en que cada una de estas creadoras reinterpreta y actualiza el repertorio de los básicos de la elegancia con cautela y respeto, pero sin renunciar a sus aspiraciones estéticas y sus visiones personales. Lo hacen con una suerte de mix de rigor y bohemia que solo pueden permitirse, en el mercado actual de la moda, las empresas que funcionan aun a escala humana, las pymes del chic.
En los países centrales de la moda, bajo régimen de consumismo, las marcas altas y medias, sometidas a las exigencias comerciales de las corporaciones patronas y en competencia feroz, han cedido hace rato a la facilidad, a la ilusión vistosa, de la moda espectáculo. Del legado de la modernidad –las prendas elaboradas a lo largo del siglo pasado, devenidas clásicos de la vida cotidiana– se ofrecen versiones que distorsionan las formas a fuerza de falsas audacias con un distanciamiento irónico hoy ya demasiado obvio.
Mientras tanto aquí nuestras diseñadoras devuelven a la costura su cualidad de oficio y artesanía, reubican el legado elitista y europeo en el mapa mental y afectivo de América, cuyas tensiones culturales vivas expresan en prendas intensas, elocuentes. Lejos de la poudre aux yeux de las fashion weeks, las prendas de cinco marcas elegidas crean aquella sensación única de satisfacción, seguridad y soltura, el ideal de la cultura del vestir actual.
- Vicki Otero. La gran maestra. En su taller, entre rigor y poesía, crea, con inteligencia y desde la emoción, y para todos los cuerpos, prendas atemporales, “funcionales, que atraviesan las temporadas”. Inventora de clásicos instantáneos. @vickiotero.
- Rue Mariscal. Lujo criollo y actual desde Yataity, cuna del ao po’i, maravilla paraguaya de algodón bordado, que descuella en Net-A-Porter. Un público internacional ama este chic imprevisto, impecable, venido de un nuevo mundo. @rue.mariscal
- Maydi. El lujo de las fibras orgánicas vegetales y animales certificadas Wildlife Friendly©, en prendas serenas y amigables, con tintes naturales de los tonos de la tierra y el aire. @maydi-az.
- Dacal. La ropa nuestra de cada día. La recuperación de stocks de telas de época y de avíos notables y de prendas de sastrería nunca usadas son la base de un repertorio sport bohemio que nos queda siempre bien. @somosdacal.
- Quier. Corte láser, experimentación textil, cero desperdicio. Sostenibilidad a cada paso. Prendas que surgen de material recuperado, con un modo de moldería propio. @Quier_argentina.