200 años de Louis Vuitton. Del cineasta Wes Anderson a la artista japonesa Kusama: las alianzas de diseño, arte y lujo
La maison francesa celebra el bicentenario de su su fundador, y recorre su trayectoria y cuenta cuáles fueron sus colaboraciones más famosas
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La noticia fue resonante: en 2012 la artista japonesa Yayoi Kusama dejó el manicomio donde vivía para diseñar piezas exclusivas para Louis Vuitton. Así sus lunares famosos salpicaron bolsos y carteras. Otra participación icónica fue la del artista japonés Takashi Murakami, que dio lugar al popular estampado de monogramas multicolor. La firma de lujo francesa celebra el bicentenario de su fundador y presenta una retrospectiva de sus colaboraciones famosas, con propuestas mundiales que homenajean su espíritu aventurero e innovador. Louis Vuitton es una marca que desde sus inicios combinó su pasión por la moda, el arte y la arquitectura. Como resultado ha obtenido a lo largo de su historia más de 160 años de alianzas.
Como con la arquitecta Zaha Hadid, que en 2006 diseñó una reinterpretación de la clásica Bucket Bag, o el director de cine Wes Anderson, que en 2017 creó once piezas de equipaje para su película Viaje a Darjeeling. El artista Daniel Buren, en 2013, inspiró con sus cuadrados de colores y sus líneas verticales la ropa, las escaleras y el piso de colección prêt-à-porter Primavera/ Verano 2013. En 2014, para celebrar los 160 años de Louis Vuitton, la firma convocó a seis personajes icónicos que crearon su versión del monograma. Los invitados fueron Christian Louboutin, Cindy Sherman, Frank Gehry, Karl Lagerfeld, Marc Newson y Rei Kawakubo. Más recientemente, este año el artista visual suizo Urs Fischer creó nuevas versiones del monograma dibujadas a mano y bautizadas como bocetos de memoria.
Las celebraciones por el bicentenario de la maison, bajo el nombre de Louis 200, cuentan con diferentes exposiciones, ediciones especiales, una obra de arte, un documental, una novela y un videojuego. La firma convocó 200 talentos de distintas disciplinas para reinterpretar y crear su propia versión del icónico baúl de la marca. Los arquitectos Sou Fujimoto y Frank Gehry, los diseñadores de moda Nigo y Marc Jacobs, la banda de música BTS, el rapero Drake y la periodista Gloria Steinem son algunos de los nombres que colaboraron con las piezas exhibidas en las tiendas de todo el mundo.
Louis The Game es un videojuego que conecta de manera interactiva al público amante de la moda con la historia de la firma, disponible para ser descargado en los dispositivos móviles. Louis Vuitton, l’audacieux (algo así como Louis Vuitton, el audaz) es la novela escrita por la francesa Caroline Bongrand que se publicará este mes y que contará la historia de la persona detrás del nombre y su transformación de campesino a empresario. El documental titulado Looking for Louis (Buscando a Louis) es un recorrido por la historia del fundador de la firma y se podrá ver a partir de diciembre en Apple TV.
La historia de un creativo
Louis Vuitton nació el 4 de agosto de 1821 en Anchay, un pueblo del departamento francés de Jura, a 400 kilómetros de París, ciudad hacia donde partió a pie y en contra de la voluntad de su padre con tan solo 14 años. Louis, que venía de una familia pobre, tuvo que realizar varios trabajos en el camino hasta llegar a la capital francesa, a los 16, con determinación pero sin imaginarse del futuro imperio que construiría. Comenzó su trayectoria como aprendiz del reconocido fabricante de baúles y equipajes Romain Marechal. Por su gran habilidad fue contratado como empaquetador oficial de la corte de Napoleón III Bonaparte y la emperatriz Eugenia de Montijo.
En 1854, con 33 años, abrió su propio negocio de objetos de viajes: Louis Vuitton Malletier, en el número 4 de la Rue Neuve-des-Capucines, cerca de la Place Vendôme, donde se encontraban otras casas de moda como Balenciaga y Cartier. Utilizó su ingenio para eliminar la curvatura de los baúles creando así un sistema de transporte que permitía apilarse, lo que lo convirtió en un maestro artesano creador de baúles. Pero su mayor innovación fue la incorporación de una lona impermeable en las maletas, que eran hasta entonces de madera, transformando su funcionalidad. Cuenta la leyenda que tras el hundimiento del Titanic las maletas Louis Vuitton permanecieron flotando en el mar durante días.
El éxito llegó tan rápido que para 1859 abrió un nuevo taller en Asnières, al noreste de París, que comenzó con 20 empleados. Para 1900 contaba con casi 100 y en 1914 ya eran 225. Con el tiempo siguió su expansión y se incorporó allí la residencia familiar y cuna de la empresa donde se formaron las generaciones Vuitton. Hasta el día de hoy es el centro de fabricación artesanal de sus productos donde se realizan diseños y pedidos especiales para clientes de todo el mundo. En 1885 comenzó la proyección internacional de la firma con la apertura de su primera tienda en Londres.
En 1886, Louis y su hijo, Georges Vuitton, revolucionaron los candados de viaje con el desarrollo y patente de la cerradura Tumbler, que contaba con una fórmula inquebrantable para proteger las posesiones de sus clientes. El sistema era tan eficaz y confiable que la familia retó al famoso ilusionista Harry Houdini a escapar de un baúl con la cerradura Louis Vuitton; el escapista no aceptó el desafío. La cerradura, que se convirtió en una insignia de la casa, se sigue utilizando hasta el día de hoy.
Murió en 1892, a los 72 años, dejando a cargo de la compañía a su hijo. En 1896, George crea el icónico monograma de lona con las iniciales LV entrelazadas, un diamante y una flor de cuatro pétalos en homenaje a su padre. Revolucionario para su época, marcó un antes y un después en la historia del diseño y en el desarrollo de la identidad de marca. Las iniciales se convirtieron en uno de los estampados más falsificados del mundo.
En 1987, la empresa familiar se fusionó con el fabricante de bebidas alcohólicas Moët Hennessy para formar el grupo de productos de lujo LVMH. Con un valor bursátil de más de 300.000 millones de euros, es una de las empresas europeas de mayor valor. En 1997, la marca apostó a la conquista del prêt-à-porter y contrató a Marc Jacobs, que durante 12 años preservó la identidad de la casa francesa. Actualmente la firma sigue haciendo historia y conquistando el mundo de la mano de sus directores creativos a cargo de las diferentes divisiones de moda, Nicolas Ghesquière y Virgil Abloh.