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Los rompecabezas no son solo una actividad de ocio, sino también grandes aliados de la enseñanza. Si nos remontamos a sus orígenes, los primeros rompecabezas comerciales fueron desarrollados alrededor de 1760 por el cartógrafo y grabador británico John Spilsbury, quien fijó un mapa de Europa en madera y usó una sierra de marquetería para cortar sobre las fronteras de los países. Estos prototipos fueron llamados “mapas diseccionados” y fueron usados como herramientas educativas para darles clases de geografía a niños.
Al ver que los primeros puzles fueron bien recibidos, Spilsbury comenzó un negocio y produjo rompecabezas de varios temas geográficos: el mundo, Europa, Asia, África, América, Inglaterra; y Gales, Irlanda y Escocia. Estos primeros rompecabezas fueron muy populares entre las clases altas, incluida la familia real británica.
Pero recién con la Segunda Revolución Industrial de los siglos XIX y XX mejoró el proceso de creación de los rompecabezas. Los avances en las técnicas de impresión litográfica permitieron producir rompecabezas de mayor calidad sobre superficies de madera. En lugar de usar madera dura, se empezó a utilizar madera fina.
Cuando la Gran Depresión golpeó a Estados Unidos en 1929, los rompecabezas se volvieron muy populares. A partir de ahí se comenzaron a realizar puzles de cartón utilizando una técnica de troquelado. No es casual que en un momento en que muchas familias no podían pagar actividades recreativas los rompecabezas cobrasen impulso, dado que proporcionaban varias horas de entretenimiento a un precio accesible.
Hoy el rompecabezas es uno de los pasatiempos más elegidos por grandes y chicos. Además de ser ideal para los momentos de ocio, resultan sumamente útiles para agilizar la mente, agudizar la memoria y hasta para socializar, ya que permiten -sobre todo los más grandes- realizar la tarea en equipos de amigos o entre toda la familia.
Armar un rompecabezas gigante puede ser un desafío a largo plazo y mantener la motivación, una tarea difícil. Algunos consejos para mantener la motivación durante todo el proceso son:
Aquellos a los que les gustan los desafíos y los retos que proponen los pasatiempos más populares pueden acceder todos los días a un juego nuevo en línea en LN Juegos, la propuesta lúdica de LA NACION. Muchos de los juegos incluso permiten que se pueda elegir entre tres niveles de dificultad -básico, intermedio y avanzado-, lo que incrementa el desafío gradualmente y mejorar sus habilidades.
En LN Juegos se encuentran disponibles contenidos afines diseñados para agilizar la mente y entretener a los usuarios, entre los que se destacan el Crucigrama, el Palabra oculta, la Sopa de letras, el Sudoku y las Trivias.
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