Yaniv Roznai: “El rechazo de la Corte a la reforma judicial de Netanyahu es crucial”
La protesta social fue clave para lograr el fallo del tribunal supremo, dice el jurista israelí
![Reservistas protestan contra la reforma judicial planeada por Netanyahu, en Tel Aviv, Israel, en julio de 2023](https://www.lanacion.com.ar/resizer/v2/reservistas-protestan-contra-la-reforma-judicial-CCRSFCL4XNFTBAZW2TY224B5KI.jpg?auth=4743e55d341b410bb30bac728058458851084aa61e3532f959311d72c4de302d&width=420&height=280&quality=70&smart=true)
Tan sólo un día después de cerrar el peor año desde su creación en 1948, Israel comenzó 2024 con una decisión judicial auspiciosa y de gran trascendencia para su democracia e incluso con consecuencias concretas para la guerra que está librando actualmente en Gaza.
La Corte Suprema de Justicia decidió por mayoría anular una legislación aprobada por la coalición ultraderechista del primer ministro Benjamin Netanyahu por considerar que era un flagrante peligro para la democracia israelí. “La decisión de la Corte es absolutamente crucial y tiene importantes implicaciones para el futuro de la democracia de Israel”, dice el jurista israelí Yaniv Roznai, experto constitucionalista y vicedecano de la facultad de derecho de la Reichman University en Tel Aviv, en una ronda con periodistas vía Zoom.
En julio, los legisladores de la coalición gobernante votaron por mayoría simple que la Corte Suprema de Justicia ya no gozaría del poder de anular leyes que considerase “irrazonables”. Esto dejaba en manos del Ejecutivo decisiones que podían ser muy lesivas para el país, lo que disparó una catarata de pedidos para que la Corte revisara la constitucionalidad de la decisión. En su escrito, la Corte adujo que esa legislación hubiera provocado “un daño severo y sin precedentes a las características esenciales de Israel como estado democrático.”
La iniciativa del gobierno de Netanyahu era parte de un proyecto más ambicioso de reforma judicial, que tenía como fin último limitar fuertemente la influencia del Poder Judicial. El gobierno aducía que la Corte se excedía en sus atribuciones y ello debía ser puesto bajo control.
Para enormes sectores de la población israelí, la reforma, tildada de “golpe judicial”, era considerada un intento de transformar el país en una democracia iliberal, semejante a las que rigen en países como Hungría o Turquía, donde el Ejecutivo retiene todos los resortes del poder real. La reforma judicial, hoy en suspenso por la guerra en Gaza, fue un evento que dividió a la sociedad israelí de tal manera que algunos observadores temieron una guerra civil.
Durante más de cuarenta semanas consecutivas, desde febrero del año último hasta el sábado previo al ataque de Hamas el 7 de octubre, miles de israelíes salieron todos los sábados por la noche a reclamarle al gobierno dar marcha atrás con lo que consideraban un ataque a la democracia israelí.
“Las marchas y las protestas del pueblo israelí fueron cruciales para lograr este momento”, dice Roznai. “Si bien la Corte es independiente, mucha de su convicción para anular esta ley provino de la fuerza de saberse respaldado por enormes sectores de la sociedad”.
Por su trayectoria como constitucionalista, Roznai fue involucrado a lo largo del año último en discusiones sobre posibles reformas a las leyes del país. Lejos de oponerse a una reforma, Roznai señala que la misma es necesaria y podría beneficiar a Israel. Pero responsabiliza al gobierno de Netanyahu por negarse a abrir el proyecto a discusión para lograr una reforma que satisfaga a todos los sectores de la sociedad israelí.
“La principal lección de todo esto es que una reforma judicial se hace por consenso”, dice Roznai.
Para graficar la falta de interés del gobierno en acordar una reforma, Roznai recuerda que el presidente, Isaac Herzog, se involucró personalmente para conseguir un proyecto de consenso. El presidente de Israel, una figura ceremonial pero de enorme influencia, trabajó con los mejores juristas para llegar a un proyecto aceptable para vastos sectores de la sociedad. El gobierno de Netanyahu lo rechazó siete minutos después de ser presentado públicamente.
“El gobierno tuvo decenas de oportunidades de acordar una reforma más balanceada y razonable. Cada oportunidad que tuvo para consensuar fue desechada”, dice Roznai.
Pese a las previsibles críticas lanzadas por el gobierno contra la decisión de la Corte Suprema, las realidades de la guerra en Gaza y un renovado ánimo de unidad en la sociedad israelí han limado el espíritu combativo de las facciones en pugna. Hoy, ni el gobierno, ni la oposición, ni la población israelí pueden pensar en priorizar una batalla judicial por sobre la acuciante situación de una guerra que no parece tener un final previsible, así como las angustias ocasionadas por los más de 130 rehenes aún en manos de Hamas.
En la coalición oficialista no se habló de contraofensiva alguna para enfrentar esta derrota. Roznai considera que en este caso tomaron el camino correcto: “Somos una nación, todos hermanos. Tenemos los mismos enemigos externos y debemos poner la energía en donde realmente importa, que es la paz y la seguridad. No la doctrina de la razonabilidad”.
Pero más allá del plano interno, la cuestión judicial reviste una importancia significativa para Israel en el plano internacional. Por un lado, la alianza que el país tiene con los Estados Unidos y con los países de Occidente se basa no solo en cuestiones estratégicas sino fundamentalmente en valores compartidos. Y esto incluye el valor de sostener una democracia liberal con alternancia de poder y verdaderos pesos y contrapesos entre sus poderes de Estado.
A su vez, Roznai señala que un país con fuertes estructuras democráticas tiene menos chances de ser enjuiciado y condenado en tribunales internacionales y que eso protege a los mismos soldados peleando hoy en Gaza.
Sudáfrica ha presentado recientemente una demanda por genocidio contra Israel por la guerra en Gaza en la Corte Internacional de Justicia en La Haya. Israel ha nombrado al ex presidente de la Corte Suprema israelí y sobreviviente del Holocausto Aharon Barak para defender la posición del país. ”Cuanto más independientes son nuestros jueces, más chances de ser sobreseídos en este tipo de tribunales,” dice Roznai, aportando un nuevo dato de relevancia a la decisión del 1 de enero último.
El jurista, sin embargo, se lamenta por las numerosas e irresponsables declaraciones de algunos miembros del gobierno israelí que llamaron a la destrucción de Gaza, lo que ahora podría ser utilizado por Sudáfrica en su intento de lograr una condena contra Israel. El caso más flagrante fue el de un ministro del gobierno que habló incluso de utilizar un arma nuclear contra Gaza.
“Esas declaraciones completamente insensatas son las que ahora le van a servir a los enemigos de Israel,” dice Roznai.