Reseñas: Papeles de Ana, de María Inés Krimer
A través de cartas de la protagonista, segmentos narrativos y de nuevo cartas (esta vez solamente de otros), Papeles de Ana, de María Inés Krimer (Paraná, 1951) presenta la historia de una joven entrerriana aspirante a escritora en una época y un mundo –los años 1960 en Buenos Aires– poco favorables para cumplir ese sueño que hoy parece tan accesible. En el recorrido de la casa familiar en Paraná al piso de los tíos comunistas en Caballito, y luego a Capilla del Monte –”un buen lugar para esconderse” en los años 70–, el perfil de Ana Kohan (contra las expectativas del lector) se vuelve más misterioso, mientras que el objetivo de la protagonista –ser escritora– se espeja en las escrituras de los otros: un exnovio y abogado, un periodista cordobés, la empleada del geriátrico donde reside su madre. “Cuando trato de atrapar su cara, se me escapa como arena entre los dedos”, escribe hacia 1984 una cineasta cubana, amiga de Ana.
La nueva novela de Krimer se singulariza en el conjunto de su obra, vinculada con el género negro, aunque mantiene una constante: la heroína es una mujer judía en la Argentina. La palabra “papeles” en el título no solo sugiere una aproximación a Ana a través de sus cartas y escritos en cuadernos Rivadavia, sino también por los roles que, mientras crece, interpreta: la hija que escapa del melancólico entorno familiar, la comunista entusiasta, la feminista que se escandaliza por el machismo de sus compañeros de izquierda, la escritora solitaria o la buscadora de nuevas experiencias en las sierras cordobesas.
Papeles de Ana
Por María Inés Krimer
Obloshka
172 páginas, $ 1100