Reseña: Yo recordaré por ustedes, de Juan Forn
La puntualidad a la que obligan las columnas semanales tiene mucho de calvario. Juan Forn (1959-2021) sostuvo esa dinámica durante años con sus contratapas en el diario Página 12. Gran cantidad de ellas fueron reunidas en los cuatro tomos de Los Viernes, pero quedaba margen para algo más. Yo recordaré por ustedes retoma casi un centenar de esas piezas para ensamblarlas con hilo invisible e imaginar otro dibujo en el tapiz. La adrenalina de la cuota semanal se traduce así, definitivamente, a la lógica pausada de otro artefacto: el libro.
Lo más elemental sería enumerar algunas de las vidas portátiles que Forn cuenta con la exactitud de un director de orquesta. Los retazos biográficos, enmarcados por el gran viento del siglo pasado, son en su mayoría de escritores, aunque también figuren artistas de otras disciplinas o personajes como Bonnie and Clyde. Pero para enterarse de esos detalles hay un mejor atajo: perderse en la lectura del libro.
Mejor destacar en estas líneas cómo se estructura el periplo: todo comienza en África (¿porque ahí tuvo origen la especie humana?), pasa por el Lejano Oriente, la antigua URSS (hay muchos capítulos sobre su sufrida literatura), se adentra en distintas latitudes europeas, se traslada a Estados Unidos (menos de lo que se hubiera previsto) y va bajando por el continente americano. La última escala es la Argentina donde, en un último pase, se adopta el giro autobiográfico. Hay un retrato formidable de Héctor Viel Temperley, el poeta de Hospital Británico. También picaresca en las aventuras de Forn como cadete editorial y su viaje con Adolfo Bioy Casares a La Plata. Y un final meditativo sobre la lectura, la escritura de columnas, la vida junto al mar y los cambios de gusto: lo acusaban de escribir “muy shanqui” y quizá para escapar de esa influencia, sugiere Forn, terminó inoculándose “toneladas de sangre judía, rusa, japonesa, mitteleuropea, italiana, latinoamericana, en forma de libros de todo tipo”.
“Yo recordaré por ustedes” –el capítulo– trata sobre Jonas Mekas, el cineasta de vanguardia que en su pueblerina juventud lituana leía todos los diarios para ser memoria viva. Es una de las tantas cifras que hay en el libro. Otra es la de Natalya Gorbanevskaya, la joven vecina de Anna Ajmátova que memorizaba los poemas que esta tenía prohibido publicar. Y una más es esa enciclopedia en la que Alberto Savinio (el hermano de Giorgio de Chirico) escribió por entregas su propia versión del mundo, una tarea inconfesable que “camufló con el aspecto más trivial que encontró”: hacerse columnista de diario. “Cada una de sus columnas –anota como quien lega una clave Forn, que murió sorpresivamente poco antes de la publicación de Yo recordaré...– era una entrada de la enciclopedia. Nadie salvo él lo sabía”.
Yo recordaré por ustedes
Por Juan Forn
Emecé
444 páginas, $ 1690