Reseña: Un tiempo en la oscuridad, de Jorge Accame
Nada más eficaz que la figura tutelar de Borges, incluso a casi cuatro décadas de su muerte, para saltar al vacío. Tal es el punto de partida o la referencia nuclear del más reciente libro de Jorge Accame (Buenos Aires, 1956), prolífico y versátil autor que ha decidido reunir en un volumen sus relatos breves dispersos, tanto aquellos que aparecieron en diversas publicaciones como otros que hasta ahora permanecían inéditos.
Borges desembarca en el epígrafe, tomado del cuento “There are more things” (parte de El libro de arena, de 1975), que como se sabe a su vez es el comienzo de una frase emblemática extraída de Hamlet. En la breve nota introductoria que abre el libro, Accame propone aquella pieza tardía del autor de El aleph como una suerte de prisma desde el que pensar la literatura fantástica, toda ambigüedad y extrañeza, inspirada en una realidad que a menudo no encuentra respuestas o debe conformarse con vaguedades. Si a ese cóctel –incluida la dosis fantasmal proveniente de Shakespeare– le sumamos que aquella ficción borgeana está dedicada “a la memoria de Howard P. Lovecraft”, es indudable que la sugestión abre un espectro enorme de posibilidades. El mismo Accame intenta restringirlas aquí a “la inquietud y el desconcierto”.
Un tiempo en la oscuridad reúne, entonces, textos en los que la razón sirve a sus protagonistas de muy poco; en la mayoría de los casos, la duda o la confusión parecen preferibles a las certezas. La muerte es una acechanza, pero asimismo representa ese otro lenguaje, esa dimensión paralela por la que transita lo real.
Como suele ocurrir en estos casos, el balance que puede hacerse de los cuentos aquí reunidos se torna desparejo. En términos generales, los más breves evidencian una vez más las limitaciones que el desarrollo –o la falta de– le retacea a ciertos efectos; Accame elige en ellos, antes que excederse en lo críptico –con un par de excepciones: “Salamanca”, “Sirenas”–, poner blanco sobre negro. Ninguno de esos extremos, algo usual, resulta del todo provechoso.
Algo más de aire le permite trabajar de otro modo con la entrelínea, a la vez que con la expectativa, al margen de algunas resoluciones a veces simplistas.
“Diario de un explorador” es una brillante pieza de terror que recuerda la sensibilidad de “Amok”, de Stefan Zweig; “El dueño de los animales” es todo perturbación, y aun así tiene espacio para la epifanía.
“Los alojados” hubiese merecido otra extensión que propiciara más espacios en blanco, pero logra con creces darle sustento a una historia adictiva; por último, la concisión de “Flores” resignifica con rigor poético una luminosa y a la vez triste anécdota que la resolución explicativa no logra desteñir.
Un tiempo en la oscuridad
Por Jorge Accame
Edhasa
118 páginas, $ 6150