Reseña: Reunión, de Natasha Brown
El éxito profesional también puede ser una máscara pesada. Al menos, resulta definitivamente perturbador en Reunión, la primera novela de la escritora inglesa Natasha Brown, que muestra el doblez de una vida que se ve bien integrada en una cultura central y hegemónica. Bajo la máscara de la inclusión, una mujer afroinglesa adapta sus deseos y aspiraciones al molde de una sociedad europea: “Había cambiado mi vida por un pedacito de comodidad de clase media” y así expone su dilema: ella ocupa una posición en el mundo que desea y rechaza al mismo tiempo.
En el marco de una Londres ordenada, eficiente y próspera, la narradora cuenta algunos momentos de su vida cotidiana. Son hechos apenas esbozados que le permiten ahondar en sus pensamientos, en especial, la contradicción entre sus raíces y la cultura hegemónica local. La vida en el mundo financiero, el novio inglés, heredero de una tradición, las amigas feministas y conscientes también, pero un poco banales, la salud que tambalea, se contraponen a su Jamaica familiar, del otro lado de océano y tan cerca de su sensibilidad.
De ahí que ella logre escuchar “la horrible maquinaria que rechina detrás de todo logro”. A lo largo de las páginas se percibe ese sonido en las imágenes que exponen los lujos y privilegios de una experiencia exitosa, y al mismo tiempo, los abusos, los sacrificios y los costos que implica. El pensamiento de la narradora resuena como una turbina, ella reclama, no solo a los que la rodean, también a los que estuvieron antes que ella; sin embargo, hace recaer la mayor crítica sobre sí misma. Se nota que está incómoda en el lugar que logró ocupar. Una y otra vez se pregunta si lo desea, si de verdad le pertenece, pero persiste y decide ir a una reunión en la casa de campo de la familia de su novio. Un momento que, por supuesto, va a vivir de modo traumático y se volverá crucial.
Cada frase es un tajo, mínimo, preciso, lacerante sobre la superficie de una sociedad que simula funcionar a la perfección. La escritura es tan consolidada, que no deja entrever se trata de una primera novela y que su autora nunca pensó dedicarse a las letras, ya que trabajó, al igual que su narradora, una década en el mundo de las finanzas, luego de haber estudiado Matemáticas en Cambridge.
La voz de Reunión descree de lo que se ve y se posee, y no quiere traicionarse, a pesar de su tono hierático, como habitante falsa y eficiente de un espacio hecho a la medida de otros, siempre más blancos y más hombres que ella. La novela, breve, resulta una obra profundamente política que abre, con crudeza, el interrogante sobre qué otros modos podrían pensarse para vivir en común de manera más feliz.
Reunión
Por Natasha Brown
Anagrama. Trad.: Inga Pellisa
131 páginas, $ 1850