Reseña: Posthumanismo espectral, de Gabi Balcarce
El siglo XXI parece haber puesto en evidencia que el ser humano está lejos de ser aquel sujeto pleno, consciente de sí, a cargo del control de su entorno que preconizaron Descartes y Galileo en los albores de la Modernidad. Esto dio lugar a la emergencia de una serie de propuestas que conforman lo que se ha dado en llamar “posthumanismo”.
Estas propuestas no promueven la superación de lo humano a partir de algo que pudiera mejorarlo reduciendo sus limitaciones para así acrecentar su capacidad de dominio (como sucede en las utopías científico tecnológicas) sino que, por el contrario, enfatizan la importancia de asumir, desde la precariedad y fragilidad de la condición humana, que su papel no es ser el gobernante de todo lo viviente.
En ese clima se inscribe Posthumanismo espectral, de Gabi Balcarce (Adrogué, 1978). Allí, desde una perspectiva afín al pensamiento de Jacques Derrida, la doctora en Filosofía por la UBA e investigadora del Conicet se plantea la necesidad de aprender a vivir y a morir en una nueva relación con lo animal, lo maquínico, lo material, lo extraño, lo espectral. “Me interesa –sostiene la autora– profundizar la denuncia de una forma de vida (y una norma de vida) que ha arrasado con el mundo que la rodea”.
El concepto derridiano de espectro –pieza clave del texto– viene a recordarnos que los seres humanos vivimos entre la vida y la muerte, conviviendo con fantasmas que desdibujan las fronteras entre el pasado, el presente y el futuro; entre la memoria y la espera; entre la materia y lo inmaterial. El espectro es aquello que se resiste a ser anclado a un pasado, que asedia al presente y que permanentemente amenaza con regresar. Para avanzar en su idea de un “posthumanismo espectral”, Balcarce construye diversos contrapuntos entre Derrida y otros filósofos, entre los que se destacan Edmund Husserl y Emmanuel Levinas.
Hacia el final, el tono confrontativo cede para abrir paso a afinidades conceptuales con las que la autora busca vincular al espectro derridiano. Nociones como las de “intruso” de Jean-Luc Nancy o “cyborg” de Donna Haraway contribuyen a poner en cuestión la posición dominante y normativa del sujeto amparado en el cogito cartesiano. En palabras de la autora, la propuesta del posthumanismo espectral consiste en “una filosofía postantropocéntrica, atravesada por el antihumanismo y el giro no humano, que hace foco en aquello que la metafísica occidental ha dejado de lado (o, más bien, todo lo contrario: oprimido, sensualizado, primitivizado, aniquilado, explotado y negado): el animal, las máquinas, la materia, los cuerpos, las mujeres, las poblaciones racializadas, las disidencias sexuales y tantos otros tipos”.
Posthumanismo espectral
Por Gabi Balcarce
La Cebra
110 páginas, $ 6300