Reseña: Para que estés más cómoda, de Virginia Feinmann
Variaciones sobre la incorrección sexual articulan el nuevo libro de Virginia Feinmann (Buenos Aires, 1971). Bajo el disfraz de la comedia naíf, la picaresca o la escena familiar, las trece historias dejan entrever formas de abuso sexual hacia mujeres y niños. La fantasía de una anciana internada en un geriátrico, que anuncia estar embarazada, encuentra una causa siniestra en el impactante primer cuento, “El bebé de mamá”; dos adolescentes, en “La noche de los perros”, se asoman a la experiencia del incesto por obra y gracia de una entrometida; en “Veinte segundos nomás”, una joven que se reencuentra con su tía trata de explicitar un secreto traumático.
En Para que estés más cómoda, los abusadores no son estereotipados psicópatas ni seres poseídos por demonios (como se podría imaginar si se lee en clave de gótico teenager “El glorioso martirio de Santa Úrsula”), sino parientes, médicos y compañeros de trabajo. Mediante elipsis, connotaciones, frases a medio decir de los personajes, la autora construye tramas perturbadoras y truncas que, al guardar semejanzas con episodios de la realidad, los lectores pueden completar.
“Quizás años de trabajar con cuerpos le habían dado el conocimiento para determinar dónde caería una mano a la que le indicaran caer, de modo que él pudiera acercar cualquier parte suya a ese lugar y después retirarse como si el roce lo hubiera sorprendido”, especula la protagonista de “Mädchen” en el consultorio de un kinesiólogo. Un libro de cuentos puede ser mucho más que una colección de relatos; el de Feinmann es un buen ejemplo.
Para que estés más cómoda
Por Virginia Feinmann
Emecé
184 páginas, $ 18.600