Reseña: Membrana, de Jorge Carrión
Concluido el siglo XXI, la voz de una inteligencia artificial describe como parte del flamante catálogo de un Museo del Siglo XXI las tristes vicisitudes de la humanidad, repentinamente superada, socavada y sojuzgada por una red de algoritmos y dispositivos técnicos que han constituido una “membrana destinada a ir ganando capas y capas y más capas de contrarrealidad”.
Con esta premisa, el español Jorge Carrión (Tarragona, 1976) enciende el primer motor narrativo de Membrana, una novela acerca de “la transición del control humano al control algorítmico”.
Con el tono de lo que a falta de una categoría precisa para combinar lo presente y lo futuro suele llamarse ciencia ficción especulativa, lo más visible de esta historia gira alrededor del “lento e inexorable adiós” que los hombres y las mujeres le presentan al mundo tras su largo dominio, y se construye sobre la fría descripción cronológica de una serie de desastres sociopolíticos (empezando por el 11-S) que desembocarán en catástrofes ecológicas y en diversos traspiés tecnológicos y culturales.
De esta manera, hacia el año 2044 los “implantes neuronales” se vuelven tan populares que pronto aparecen los seres “híbridos”, germinados entre mezclas de software y hardware.
En la línea de cuentistas como el estadounidense Ted Chiang, que en “El ciclo de vida de los objetos de software” narra la posibilidad de adoptar animales inteligentes digitales, o el novelista francés Alexandre Laumonier, que en 6/5 retrata las peligrosas consecuencias para la humanidad de las operaciones bursátiles automatizadas por fibra óptica, Membrana se propone como otro eslabón en una larga tradición de historias que reafirman la idea de que el miedo al progreso tecnológico es tan justificado como incontestable.
De ahí que, con fugaces interludios de creatividad en forma de retruécanos parecidos a los que, a veces, suele utilizar el argentino Martín Caparrós (a quien el libro está dedicado), la inteligencia artificial que narra el siglo XXI refleje, incluso, el paulatino borramiento de los géneros sexuales en favor de una absoluta neutralidad.
Sin embargo, tal vez lo más profundo de Membrana esté en ciertas ideas acerca del consumo tecnológico como “adicción a lo nuevo” o el mercado de la tecnología como fuerza que desarraiga hasta placeres como “la comida o el sexo”, expresadas en pasajes que vibran más cerca del motor narrativo del periodismo que el de la ficción.
En conjunto, todas estas ideas parecen realizar muy bien aquella frase que, por error, varios editores y traductores le atribuyen al filósofo Slavoj Žižek aunque, de hecho, pertenece a Fredric Jameson: “Es más fácil imaginar el fin del mundo que el fin del capitalismo”.
Membrana
Por Jorge Carrión
Galaxia Gutenberg
243 páginas, $2250