Reseña: Los nombres, de Flavio Lo Presti
Con agudeza y conocimiento de las emociones que pueden nublar la razón, Flavio Lo Presti (Córdoba, 1977) llega en Los nombres al núcleo de personajes marcados por el resentimiento. Dividido en dos secciones, “Vida” y “Literatura”, el libro reúne ocho cuentos –cada uno titulado con un nombre o apellido, clave en la trama– en los que prima un tono melancólico, con atisbos de comicidad.
Escritos en primera persona por un narrador masculino, cuya personalidad evidencia rasgos prejuiciosos e inseguridades hasta límites insospechados, en cada relato se ponen en juego distintos vínculos con sus limitaciones. En “Tamara”, un escritor no puede disfrutar sus logros por estar pendiente de sus compañeros de trabajo, a quienes les atribuye maledicencia.
Los lazos entre los personajes son gélidos; sus emociones parecen contenidas. En “Elisa”, a partir de un personaje misterioso apodado la Renga, se aborda la relación distante entre un padre y su hijo. En “Nadal” un hombre que acaba de perder a un familiar, y se replantea la finitud de la vida, percibe que conoce muy poco a su esposa.
La mirada teñida por el rencor está presente en varios relatos. Se evidencia en “María”, con una relación fallida entre un estudiante universitario –que se siente inferior por su condición social– y una chica de clase media. Y en “Martín”, donde un joven editor de la sección espectáculos de un diario –pero que tenía ambiciones de escritor– despliega intensamente la envidia que puede anidar contra un aparente talento.
Los nombres
Por Flavio Lo Presti
Obloshka
196 páginas
$ 1200