Reseña: Los misterios de la taberna Kamogawa, de Hisashi Kamogawa
Los misterios de la taberna Kamogawa, del escritor Hisashi Kashiwai (1952), conocido sobre todo por sus libros sobre Kioto, tuvo un éxito tan grande en Japón que es la base de una serie en la televisión de ese país. No es realmente una “novela” sino más bien una colección de “casos” de una “agencia de investigaciones gastronómicas” que manejan el chef Nagare Kamogawa y su hija Koishi en una taberna gourmet muy escondida. Como algunos de los libros sobre Sherlock Holmes, está dividida en seis capítulos, uno por caso, con títulos de nombres de comidas, dos occidentales (un estofado y un plato de espaguetis) y cuatro japonesas (desde sushi hasta platos menos famosos como Tonkatsu o Nikujaga).
Kashiwai escribe para un público específico: los interesados por la comida y la cocina. El libro también es una colección de recetas detalladas, en las que se investiga el origen de cada ingrediente, y se tienen en cuenta los colores y el ánimo del comensal y del cocinero. Sin un claro interés por lo gastronómico, los casos son variaciones de una misma historia: los clientes llegan por un aviso de la “agencia” en una revista gourmet; les cuesta mucho encontrar la “oficina” (una puerta sin carteles en un callejón de Kioto); todos quieren recuperar la receta de un plato que los marcó en el pasado; todos vuelven unos días después a un almuerzo y todos se van satisfechos.
Los detalles son interesantes. Como la taberna donde funciona la agencia es difícil de encontrar, los que llegan también tienen que hacer tarea detectivesca. En cierto sentido, Kamogawa los filtra de esa forma. El encargado de descubrir cómo reproducir un plato inolvidable cree que llegan solo quienes están destinados a hacerlo. Por eso no pone una dirección en el aviso. Cuando termina el caso, el cliente recibe una receta, un almuerzo que le devuelve el pasado que perdió, las razones por las que ese pasado lo persigue y un camino para suavizar el dolor de la pérdida. La respuesta al enigma es, en cierto modo, una sesión de terapia. El libro describe muchas veces detalles culturales, gastronómicos y geográficos sobre Kioto; en ese sentido, Los misterios de la taberna Kumogawa es en parte un diccionario de curiosidades de la ciudad, y en uno de los casos, hay un acercamiento a la literatura clásica japonesa.
La prosa en tercera persona describe con cariño a Kamogawa y a su hija, pero sin profundizar demasiado: ambos son inteligentes y buenos en lo suyo. Cocinan e investigan y, sobre todo, comprenden profundamente a los clientes aunque los ven solo dos veces: cuando llegan a la agencia y cuando vuelven a probar el plato recuperado. Así, cada caso termina con una comida que es también una mirada a la relación entre comida e historia personal.
Los misterios de la taberna Kamogawa
Por Hisashi Kashiwai
Salamandra. Trad.: V.I. Kanaya
186 páginas, $ 7999