Reseña: Los malos adioses, de Adriana Romano
Once cuentos integran Los malos adioses, el libro de Adriana Romano (9 de Julio, provincia de Buenos Aires). Entre las situaciones que plantean pueden mencionarse el suicidio de una clienta en un bar; la relación tóxica entre un marido maltratador y una esposa que reprime su resentimiento; un desesperado viaje en tractor, en medio de una lluvia torrencial, debido a una urgencia médica; las evocaciones fragmentadas de distintas figuras femeninas que buscan unificarse en una sola memoria y una sola conciencia. En todos se deja espacio para que el lector pueda interpretar libremente las actitudes de los personajes y las consecuencias de sus acciones.
Por la originalidad de sus tramas se destacan “Fiesta de disfraces” (un recuerdo de infancia que, el día de Halloween, va derivando en una eficaz historia de terror), “Las monarcas” (la obsesión de un hombre por una bella oficinista que todas las tardes se transforma en una mendiga “roñosa y renga” toma un rumbo fantástico) y “Un fulgor extraordinario” (la revelación del verdadero origen de un collar entregado como pago de una deuda de juego).
Los malos adioses refleja una amplia paleta de voces y una diversidad de sintonías argumentales, y reafirma la pericia narrativa de Adriana Romano, ya demostrada en Servidumbre de paso (Primer Premio Concurso de Cuentos “Victoria Ocampo”, en 2004).