Reseña: Lem. Una vida fuera de este mundo, de Wojciech Orliński
Biografía de un original maestro de la ciencia ficción
- 3 minutos de lectura'
En septiembre se cumplió el centenario del nacimiento del polaco Stanislaw Lem (Lvov, 1921-Cracovia, 2006), uno de los autores clave de la ciencia ficción del siglo pasado. Tanto su obra como su personalidad son originales y complejas. Marcado por distintas influencias y bajo tremendas presiones sociales e históricas, volcó su imaginación e inteligencia en novelas y cuentos como Solaris (un clásico del siglo XX), Memorias encontradas en una bañera y La voz de su amo (que hacen honor a sus títulos kafkianos), los relatos del Piloto Pirx (humorísticos e intrigantes), La fiebre del heno, un policial excepcional, o Congreso de futurología, una sátira desopilante.
Las más de cuatrocientas páginas de Lem. Una vida fuera de este mundo, esta extensa biografía, deberían bastar para retratar de manera completa a su personaje, pero lo hace tomando un atajo original. Wojciech Orliński (Varsovia, 1969) es periodista, y se nota en el enfoque, más cercano a la descripción prolija del entorno social e histórico que al perfil psicológico que traza del escritor. En las primeras cien páginas, se enfrenta además a una época (la de las invasiones sucesivas de Polonia por los nazis en la Segunda Guerra Mundial, y de los comunistas rusos en la posguerra) que el propio Lem trató de manera esquiva y a veces contradictoria. Eso se refleja en el tono. Es a partir de una correspondencia tan amplia que por momentos equivale a un auténtico diario de actividades, que la biografía pisa con mayor firmeza.
En el tratamiento de temas específicos de la vida cotidiana de Lem, por momentos suena excesiva la importancia concedida a la elección y uso de un automóvil (tres tramos distintos de bastante extensión), y el peso relativo que tuvo en la inspiración y la trama de sus novelas principales, más allá de la fascinación del escritor por la tecnología. Lo primero de todas maneras ayuda a recordar la dificultad cotidiana durante las ocupaciones, y el posterior laberinto burocrático comunista, no falto de racismo. Lem, cuenta Orliński, evitó toda su vida hablar por eso de sus raíces judías.
A pesar de estar narrada con materiales tan propensos al desequilibrio, el lector de la biografía termina por adentrarse a fondo en el gusto por la vida de Lem, su familia y un estrecho grupo de amigos. Este era encabezado hasta su exilio por otro escritor famoso, Slawomir Mrozek, y algunos nombres más que (además de ser destinatarios de numerosas cartas) constituyeron un apoyo para el escritor y le sirvieron de contrapeso para controlarle con cómica convicción la pedantería y los excesos egolátricos. ¿La razón? El crecimiento meteórico de la fama de Lem, que en Rusia tenía la estatura de un futbolista estrella, y en Occidente se convirtió, gracias a su talento, en sinónimo de ciencia ficción.
Lem. Una vida fuera de este mundo
Por Wojciech Orliński
Godot. Trad.: Bárbara Gill
410 páginas, $ 1650