Reseña: La lingüística, de G. Ciapuscio y A. Adelstein
El lenguaje no es tema solo de eruditos. Todos tenemos algo para opinar sobre qué significa un término y sus matices. El encendido debate sobre el lenguaje inclusivo es apenas una muestra de cuánto nos importan las palabras, cuánto de nuestra vida y de nuestra política (y de nuestra relación con “la política”) se juega en los decires. Por eso su estudio nos acompaña en casi todo el recorrido escolar. El énfasis, sin embargo, es sobre “lo correcto”, “la normativa”. Que es, en el fondo, un intento por fijarlo. Casi como capturar una mariposa y detener su vuelo con un alfiler.
La lingüística. Una introducción a sus principales preguntas invita a completar lo aprendido y seguir aprendiendo. Se trata de una obra colectiva editada por dos conocedoras. Guiomar Ciapuscio estudió Letras en la UBA y se doctoró en la universidad alemana de Bielefeld. Además de editar el volumen, escribe sobre el origen y evolución del lenguaje y sobre los estudios del texto. Andreína Adelstein se doctoró en la Universidad Pompeu Fabra, de Barcelona. Comparte con Verónica Nercesian el capítulo sobre léxico.
Abrir el volumen es como entrar a una biblioteca. Allí están las estadísticas sobre qué lenguas se hablan en el mundo. Solo entre nueve y quince tienen más de 100 millones de hablantes. Una de ellas es el español, que con casi 329 millones, es la segunda después del chino (1230 millones) y antes del inglés (328). Siguen el árabe (221), el hindi (182), el bengalí (181) y el portugués (178).
Cuánta centralidad lingüística en China y qué poca en la India, dirían algunos. Otros comentarían: qué huella importante dejaron los imperios español y lusitano. De ahí podrían saltar al capítulo sobre políticas lingüísticas, a cargo de Roberto Bein, y ver qué estrategias se implementan para proteger las lenguas en peligro y revitalizarlas. Es el caso de las lenguas indígenas de la Argentina. “Para ello, primero hay que tomar conciencia de su persistencia y combatir su desvalorización”, explica Bein.
Hay también un capítulo sobre teorías lingüísticas del siglo XX, escrito por Mara Glozman y Andrés Saab, donde se rehace el camino que va de Ferdinand de Saussure a Noam Chomsky en modo perfectamente comprensible. Y se puede espiar en los laboratorios, en las secciones sobre lenguaje y cerebro, o sobre fonética y fonología (con cuadros sobre ondas sonoras y espectrogramas).
Quienes esperan bebés o ya los tienen, pueden entretenerse en el capítulo sobre adquisición del lenguaje, donde se toma muy en serio el balbuceo y se dan claves sobre la gramática infantil temprana, incluida la “etapa telegráfica”.
La lingüística es un manual, completo y riguroso, es cierto, pero para los amantes del lenguaje, de sus caracoleos y sus circunstancias, puede parecerse mucho a un patio de juegos.
La lingüística. Una introducción a sus principales preguntas
Guiomar Ciapuscio y Andreína Adelstein (Eds.)
Eudeba
572 páginas, $ 1990