Reseña: La hoguera, de Gigliola Zecchin
“Las cosas extraordinarias no solo suceden en las fábulas”, dice uno de los versos de La hoguera, extraordinario libro de Gigliola Zecchin (Canela), ilustrado por Christian Montenegro. Tercer título de la colección Idas y Vueltas de la editorial cordobesa Comunicarte, integrada por otras maravillas como Memorias de Vladimir, de Perla Suez, y Las indias, de Juan Lima, La hoguera es un viaje por el mundo poético de Canela. De la mano de un náufrago muerto de hambre y de sed que encuentra una vieja moneda oxidada, la autora, editora y periodista nos lleva a la época de la Inquisición, cuando se perseguía a herejes y se quemaban a mujeres en la hoguera acusadas de brujas; también, época de pestes y hambrunas, de desigualdades e injusticias, de migraciones y naufragios.
“Es difícil escondernos de nosotros mismos cuando escribimos. Los libros nos revelan”, posteó Canela en sus redes cuando el libro empezó a llegar a las librerías. E invitó, con un guiño a sus lectores de siempre, a descubrirla entre los versos de esta historia de amor y de encuentro con delicado aroma a fábula. Al pasar las páginas, ilustradas con diez estampas en amarillo, blanco y negro que remiten a cartas de tarot y representan personajes del relato como el náufrago, el ciego, la muchacha, el sueño, la mirada de la poeta aparece, por un lado, en la decisión de narrar una historia dentro de otra. También, en darle voz a una mujer pobre que vive escondida y debe disfrazarse de enferma o de hombre para salvar su vida. Pero, especialmente, en la esperanza puesta en el viaje hacia otro lugar, hacia un destino que permita empezar de nuevo.
La hoguera
Por Gigliola Zecchin y Christian Montenegro
Comunicarte
44 páginas, $ 3600