Reseña: La circunstancia, de Jorge Consiglio
Una mujer excéntrica, de clase alta, es detenida en una comisaría porteña. Tiene el aplomo suficiente para declarar ahí mismo. Abre la boca y en el instante que demora en empezar, pasan por su frente los ínfimos detalles de su existencia, desde que vivió en la estancia familiar de Gahan, un pueblo de la provincia de Buenos Aires, hasta que se convirtió en una marchante de arte exitosa. Su vida es el eje de La Circunstancia, la séptima novela de Jorge Consiglio (Buenos Aires, 1962), que avanza en un vendaval mordaz hacia la intimidad de una familia de hacendados que subsisten, entre las esquirlas ponzoñosas del dilema, tan antiguo como fundacional, de la civilización y la barbarie.
Dicho esto, nada aparece en el lugar que se espera. La protagonista crece mimada en el campo, pero se aleja del modelo tradicional. Mientras que su padre cría caballos de polo, su madre es ama de casa y ella se dedica a ejercer todo tipo de microviolencias sobre las empleadas. Es una nena consentida, parece tenerlo todo; aún así, el relato se desvía hacia una debacle en la que la moral y la humanidad se torsionan hasta mostrar un lado turbio. Dos episodios pueden alcanzar para explicar esa singularidad: a los cuatro años un ganso la ataca, sin razón alguna, y le abre un tajo en la pera. Ella dice que esa marca le enseñó el odio más puro. Unos años más adelante, sus dos únicas amigas se distancian de ella, las invita a tomar el té, y sin aviso, les corta de un tijeretazo todo el pelo.
La voz narrativa, sin duda, es uno de los grandes aciertos de la novela. Con afirmaciones como “hay que decirlo, la ciudad es una expresión del desierto” o bien “es sabido que lo extraordinario sostiene poco tiempo su condición. Por más singular que resulte un asunto, tarde o temprano se naturaliza”, las frases crean un personaje arrollador, por momentos cínico, con certezas que linda con la genialidad. A eso se suma su pasión por el arte, que le da un giro a su modo de vida y, al relato, una serie de miradas lúcidas sobre distintas obras. Claro que, al mismo tiempo, se deja traslucir en la protagonista un fondo de incorrección, la contaminación de una mente algo perturbada y acostumbrada a la falta de límites. De hecho, ese factor va a ser crucial en el asesinato que tiene lugar en el relato.
Cierta extravagancia de la protagonista y su familia, los sueños de un pasado mejor que recorren como fantasmas el campo y el humor irónico recuerdan en cierto modo el espíritu de Los galgos, los galgos, la novela de Sara Gallardo. Al igual que en esa novela, La Circunstancia retoma los hilos de la oposición campo-ciudad y los tensa en una serie de juegos de poder que descubren, con una imaginación ácida, otro dibujo posible para la trama nacional.
La Circunstancia
Por Jorge Consiglio
Eterna Cadencia
262 páginas, $ 23.500