Reseña: La bestia, de Carmen Mola
Hasta hace poco Carmen Mola, que prefería mantener secreta su identidad, era la autora de una muy exitosa trilogía de serie negra gore, bien sangrienta, en el sello Alfaguara, con una detective mujer como protagonista. La integraban La novia gitana (2018), La red púrpura (2019) y La nena (2020). La primera tuvo un impacto considerable en España y su éxito se prolongó en las dos siguientes, hasta llegar a vender en conjunto unos 400.000 ejemplares.
Finalmente Carmen Mola obtuvo el último premio Planeta en España, semanas atrás, con La bestia, en coincidencia con el aumento de la recompensa. El galardón peninsular otorga un millón de euros, como si buscara entrar en competencia con el Premio Nobel (dato que citó con insistencia la campaña publicitaria). Pero a partir de ahora habría que hablar de “Carmen Mola” entre comillas. Porque se develó que la supuesta autora es el pseudónimo de tres escritores hombres: Jorge Díaz, Antonio Mercero y Agustín Martínez. La noticia levantó –como no podía dejar de pasar en esta época de sensibilidades a flor de piel– airadas críticas feministas.
Por otra parte, el cambio de sello se tradujo en un notorio cambio de la gráfica de la tapa. También hay un cambio en materia de argumento. La bestia intenta construir un thriller histórico sanguinario en el año 1834, ubicado en la ciudad de Madrid. Hay epidemia de cólera, pobreza extrema, indiferencia de las clases altas, calles inundadas. En cuanto al gore, se aumenta la apuesta: ahora se trata de niñas que, cuando son asesinadas, pierden literalmente la cabeza, una detrás de otra (el dato figura en el primer par de páginas, por lo cual no puede considerarse un spoiler). La protagonista es Lucía, una pelirroja acompañada de su hermana Clara, preadolescentes en situación de miseria y vulnerabilidad. También hay un periodista humano y bueno, un policía a medias tosco y en el fondo sensible, una secta terrible, un par de aristócratas solidarias, un golpe de efecto en la designación del culpable.
Todo se lee como lo quiere el mercado actual: sin dejar de pasar las páginas, a menos que la conciencia de la frialdad y uniformidad del estilo canse antes al lector. La bestia no es estrictamente hablando una novela histórica, pero el escenario de las calles, el telón político de fondo están ejecutados con un oficio profesional que, por momentos, roza el cinismo cuando se dedica a manipular la botonera sentimental y morbosa de los lectores y lectoras. Sobre todo en las últimas cien páginas cuesta digerir la enorme cantidad de lugares comunes y exageraciones donde lo literario tiene una presencia más bien escasa. No siempre tiene por qué ser así en un premio, como lo prueba otro Planeta, El mundo (2007), de Juan José Millás, una novela con todas las letras.
La bestia
Por Carmen Mola
Planeta
544 páginas. $ 2490