Reseña: ¿Ha muerto mamá?, de Vigdis Hjorth
Hay dolores que trascienden generaciones, que se meten en cada recoveco del hogar hasta hacerlo asfixiante, inhabitable. Johanna Hauk, la protagonista de ¿Ha muerto mamá?, novela de la escritora noruega Vigdis Hjorth (Oslo, 1959), no se habla con su madre hace treinta años, al igual que la autora, quien ya no teme desmenuzar vínculos, escribir sobre lo roto, como lo hizo en su primera novela traducida al español, La herencia (2019), donde denunció una serie de abusos de su padre y provocó un revuelo en su país y el derrumbe definitivo de su familia.
En ¿Ha muerto mamá?, Johanna, que es artista plástica, vuelve a Oslo para exponer sus obras, después de vivir treinta años en Estados Unidos, país al que emigró para estudiar arte y vivir un amor prohibido para sus padres. Lo primero que hace al llegar a Noruega es llamar por teléfono a su madre, chocándose ferozmente contra su silencio.
Decidida a hurgar en los escombros de su progenitora, Johanna se obsesiona y comienza a seguirla a ella y a su hermana Ruth, con la que tampoco tiene vínculo. “No pueden tacharme con una cruz del árbol genealógico”, decreta, no queriendo sanar la relación, sino entender sus cicatrices.
Con el paso de los días, la protagonista entra en una espiral neurótica donde evoca su infancia y adolescencia entre mandatos sociales, golpes, hambre y heridas, buscando deshacerse de la rabia: “La había encapsulado porque tenía miedo de lo que podría llegar a ocasionar no encapsulada; lo había aprenddo de mi madre”.
¿Ha muerto mamá?
Por Vigdis Hjorth
Nórdica. Trad.: K. Baggethun y A. Lorenzo
325 páginas, $ 28.600