Reseña: Furia, de Alex Michaelides
Tras el éxito arrollador a nivel mundial de La paciente silenciosa (2019) –que será llevada al cine próximamente por la productora de Brad Pitt–, y Las doncellas (2021) –que llegará a la televisión en formato serie–, Alex Michaelides (Chipre, 1977), uno de los autores más leídos hoy del género thriller, vuelve con La furia, una novela de suspenso con pequeños guiños intertextuales a sus anteriores libros y a la mitología griega.
Al igual que en la novela clásica Diez negritos de Agatha Christie, Lana Farrar, una prestigiosa estrella de cine, su marido, Jason, su hijo, Leo, sus amigos y actores, Kate y Elliot, y sus dos empleados, Agathi y Nikos, tienen como destino una paradisíaca isla de Grecia para unas vacaciones de unos días, en donde el idilio se convierte en horror.
Atrapados en medio de la belleza, viejos secretos comienzan a aflorar, así como rivalidades y un resentimiento que escala hasta provocar “la furia” y un asesinato. Con el enigma a flor de piel, Michaelides logra capturar y absorber al lector hasta el final, pero llegando al desenlace hace una apuesta por un cierre más telenovelesco y con más giros de lo normal, algo enroscados, un recurso que no había utilizado ni en La paciente silenciosa ni en Las doncellas.
Ahondando en la infancia de uno de los protagonistas, el autor busca diferenciarse de la trama de Christie desde un lado más psicológico, metiéndose en la mente de sus personajes y escarbando en sus pasados turbulentos, para hacerse la pregunta: ¿qué lleva a alguien a matar?
La furia
Por Alex Michaelides
Alfaguara. Trad.: L. Manero y L. Martín de Dios
328 páginas, $ 26.299