Reseña: Extraterrestre, de Avi Loeb
La vida más allá de la Tierra, una pregunta siempre abierta
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La pregunta por la vida en otros planetas y, en particular, por la vida inteligente está abierta para la ciencia. Pero, como las afirmaciones extraordinarias exigen pruebas extraordinarias, no es lo mismo decir que puede ser que decir que la encontramos.
Avi Loeb es, en esa discusión, un personaje singular. Sus credenciales son impresionantes: autor de más de 800 publicaciones, es profesor de Astrofísica en Harvard y miembro del Consejo de Asesores de la presidencia de Estados Unidos, además de integrar varias academias científicas. Tiene, incluso, algo de celebrity: en 2012 la revista Time lo nombró entre las personas más influyentes sobre el espacio.
De modo que cuando dice que Oumuamua, un extraño objeto que surcó el cielo en octubre de 2017, podría haber sido construido por extraterrestres, su afirmación resulta inquietante. ¿Loeb lo piensa realmente? ¿O exagera, en busca de fama y financiación? ¿No estará un poco loco?
Quizá la pregunta más pertinente sea: ¿la astrofísica agotó realmente las explicaciones naturales, antes de pasar a una hipótesis tan extrema?
Ahí es donde el libro de Loeb, Extraterrestre. La humanidad ante el primer signo de vida inteligente más allá de la Tierra, cobra sentido: se necesitan tantas páginas para justificar la razonabilidad de su interpretación.
Oumuamua es una palabra hawaiana que significa “explorador”. Al anunciar la designación del objeto, la Unión Astronómica Internacional lo definió como “primer mensajero lejano en llegar” y en principio lo consideró un cometa, luego un asteroide y, finalmente, dejó en suspenso la categorización para limitarse a apuntar su origen interestelar, único aspecto en que hay consenso: sin duda, llegó desde fuera del sistema solar. Otro dato claro es que logró escapar a la gravedad del sol, por lo que no volveremos a verlo.
Loeb tiene una agenda: cree que se debería invertir más para encontrar vida inteligente. Por lo menos, tanto como se invierte en detectar materia oscura, otro de los misterios del espacio.
“Muchos científicos sostienen que solo deberíamos transmitir información al público cuando nuestra labor detectivesca colectiva haya desembocado en una conclusión casi unánime”, cuenta Loeb sobre sus colegas.
Pero él es de otra opinión. Le gusta compartir la ciencia en proceso, con sus perplejidades. Hay ya un observatorio preparado para detectar más objetos como Oumuamua, que incluso podría ser una reliquia de civilizaciones pasadas. Para la imaginación, todo es posible. Pero la ciencia dirá, a su tiempo, qué es más probable.
Extraterrestre
Por Avi Loeb
Planeta. Trad.: Alex G. Berdiell
255 páginas. $1210