Reseña: Esta no soy yo. Biografía de Aurora Venturini, de Liliana Viola
Quizá la mejor manera de describir a la biografía es como un género imposible porque el personaje retratado termina siendo un promedio de los pareceres de los entrevistados que buscan describirlo y también de la subjetividad del propio autor. La dificultad es aún mayor cuando se cuenta la vida, la obra y la muerte de una persona que, adrede, busca mezclar ficción con realidad con el objetivo de tornarse en un mito.
En Esta no soy yo, la periodista Liliana Viola (Buenos Aires, 1963) se enfrenta todo el tiempo con este desafío para contar la vida de la escritora Aurora Venturini (1922-2015) . De hecho, como ella misma revela, es lo primero que le advierten: “Qué difícil… porque, ¿cómo vas a hacer para separar fábula y realidad?” o “¡Cuidado con Venturini porque miente!”.
A lo largo del libro,Viola va en busca de las verdades agazapadas detrás de las hipérboles discursivas que la propia Venturini construyó con convicción o de las rectificaciones indulgentes sobre hechos que no la dejaban bien parada. A esa tarea de desmalezamiento se encomienda la biógrafa, a partir de la comparación de fechas, documentos y escritos, y del cotejo de declaraciones de amigos, conocidos y familiares, para así intentar revelar quién fue esa escritora platense que, a los 85 años, en 2007, ganó el Premio Nueva Novela con Las primas, y que, por la originalidad de su narración y de su estilo, terminó por cosechar en vida fama nacional e internacional.
Nadie puede ser indiferente a los personajes que, entre poesía y novela, transitan las más de 40 publicaciones de Venturini. Son los que Venturini supo conocer en su paso como psicóloga por la Dirección General del Menor de la provincia y por el cottolengo Don Orione: “Los idiotas, las bobaliconas, las morochitas de ojos aindiados, los enanos, las superdotadas, las ninfómanas, la gente con olor rancio, las niñas abusadas por sus propios padres o por los jueces que las tutelan”.
Venturini, en la prosa de Viola, se vuelve un ser magnético. Por momentos, puede ser una mujer capaz de todo para lograr destacar, con una sed furiosa por lograr el reconocimiento literario; o una escritora con un nivel de resentimiento feroz, que podía conjurar maldiciones de magia negra contra sus enemigos; o una hija brutal que llegaba a inventar atrocidades sobre su padre. Pero, por otros, se la muestra como “un ser frágil, inseguro, “y, en el fondo, huérfano de amor”, además de como una psicóloga empática que alentaba a los chicos vulnerables a que desarrollaran su potencial.
“A cada aprendiz de biógrafo o biógrafa nos va entregando y quitando una certeza”, escribe Viola sobre su retratada en esta biografía adictiva. También imposible, porque, como le había adelantado Venturini: “Esta no soy yo”.
Esta no soy yo
Por Liliana Viola
Tusquets
336 páginas, $ 9500