Reseña: [Escribir] París, de Sylvia Molloy y Enrique Vila-Matas
[Escribir] París forma parte de una colección, Destinos cruzados, en que se contrapone la mirada sobre una ciudad. Dos textos independientes, de la argentina Sylvia Molloy (1938-2022) y del catalán Enrique Vila-Matas (1948) exponen una visión sobre la capital francesa, la metrópolis más literaria del mundo.
La crónica de Molloy, cronológica, refleja su primera llegada como joven estudiante a París, en 1958, un desasosiego que vincula con el miedo. Instalada en el Pabellón Argentino de la Ciudad Universitaria, Molloy observa desde una ventana cómo se inaugura una estatua de San Martín en el parque de enfrente (con Malraux como orador). Más tarde, descubrirá que para la misma época Manuel Puig estaba viviendo en el mismo pabellón y lamentará no tener registro de habérselo cruzado. La escritora se trasladaría luego a los Estados Unidos, pero cuenta sus retornos a la ciudad, como en mayo de 1968. También el año que pasa allí en 1972: imperdibles sus paseos con Victoria Ocampo.
El registro de Vila-Matas recuerda, en cambio, el modo anecdótico de sus novelas, como París no se acaba nunca. El español es un gran rastreador de lugares con impronta literaria insospechada. Se obsesiona por encontrar el lugar exacto de los Champs Elysées en que el húngaro Odon Von Horváth murió aplastado por la rama de un árbol durante una tormenta (y lo encuentra) o se detiene en la esquina en que Franz Kafka, un 11 de septiembre de 1911, observó un choque entre un auto y un triciclo de panadero. [Escribir] París propone, por sus dos caras, un paisaje psicogeográfico por una ciudad única.
[Escribir] París, de Sylvia Molloy y Enrique Vila-Matas (Banda propia), 94 páginas / $ 8200