Reseña: El silbido del arquero, de Irene Vallejo
Nueva versión de Eneas y de Virgilio
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Con El infinito en un junco (2019), que se convirtió en best seller, la filóloga y escritora española Irene Vallejo (Zaragoza, 1979) logró el prodigio de interesar a los lectores en el modo en que los libros, desde los tiempos del papiro, el pergamino y la Biblioteca de Alejandría, formaron la mentalidad occidental. El ensayo histórico tenía mucho de novela de aventuras: los escritos anteriores a la imprenta tenían valor de tesoro.
Como novelista, Vallejo también refleja su sólida formación clásica. El silbido del arquero (publicada originalmente en 2015) es una de esas novelas que transcurren en un pasado tan sustancial que repercute con naturalidad en el presente. Los personajes principales son conocidos: por un lado, está Eneas; por el otro, el poeta Virgilio.
El héroe troyano parte de su ciudad tras la derrota con algunos de los suyos y naufraga ante Cartago, donde es recibido por la reina Elisa, y empieza a entrever que la profecía que le habían vaticinado (la fundación de la estirpe romana) empieza a cumplirse.
Fuera de la leyenda y ya del lado de la historia, siglos después el emperador Augusto le encarga al poeta de las Bucólicas que retome aquella historia para celebrar el imperio. Hermann Broch ya trató el tema en su célebre La muerte de Virgilio. Vallejo no aspira a esas alturas filosóficas. El silbido del arquero apuesta a reconocer que en esa doble historia de la Antigüedad –centrada en varios personajes, incluidos los femeninos– se esconden conflictos arquetípicos, en los que cualquier lector puede seguir reconociéndose. La simplicidad lírica de la prosa juega con esa clave legendaria.
El silbido del arquero
Por Irene Vallejo
Random House
252 páginas, $ 3699