Reseña: El poeta de Gaza, de Yishai Sarid
“Cada día interrogaba detenidos, como en una cinta transportadora”, dice el anónimo narrador de El poeta de Gaza, la novela de Yishai Sarid (Tel Aviv, 1965), ganadora del Gran Premio de Novela Negra Extranjera en Francia (2011).
Este agente del servicio de inteligencia israelí hace doce años que desempeña ese trabajo que a veces le exige turnos nocturnos “porque se hacían grandes redadas y en el aire se notaba el olor de un ataque terrorista”.
Cuando un sospechoso muere durante un interrogatorio, es suspendido en su cargo y al mismo tiempo se le encomienda una misión. Debe ponerse en contacto con una escritora llamada Dafna, haciéndose pasar por alguien que desea aprender a escribir, y a través de ella conseguir que el palestino Hani, un amigo y colega suyo que padece un cáncer terminal, salga de Gaza y venga a Israel. A cambio de su ayuda, Dafna le pide que salve a su hijo adicto, Yotam, de ser asesinado por unos narcotraficantes.
La novela transcurre mayormente en Tel Aviv (otros escenarios son Jerusalén, Cesarea y Jaffa). Sarid aplica una calculada desaceleración a la trama y obtiene un ritmo de moderado suspenso, mientras se concentra en describir los conflictos que atormentan a su protagonista, un hombre –decididamente alejado del estereotipo de torturador psicópata– que cuestiona su profesión y se halla dominado por actitudes ambiguas y sentimientos antagónicos. “Aquella noche –reflexiona en medio de una fiesta a la que lo lleva Dafna– yo era un literato, un amante del ser humano […] Hacía mucho tiempo que no pasaba un rato así con gente normal.” O en una conversación con Hani, que lo acerca al objetivo de su misión, piensa que le habría gustado seguir hablando “de ser humano a ser humano, sin tener otras intenciones”; por un lado, desea que Hani desconfíe de él y, por el otro, siente “la gran alegría del cazador”. Esta crisis personal también se refleja en la relación con su esposa y su pequeño hijo.
Una progresiva atracción va surgiendo entre Dafna y el protagonista, que termina tomándose muy en serio su promesa de socorrer a Yotam. A través de diversas situaciones y diálogos se exploran ciertos planteamientos morales, pero sin caer en las simplicidades de una corrección política, sino desde una perspectiva más realista que se adentra en las complejas zonas grises de la ética que determinan las decisiones individuales y colectivas.
El poeta de Gaza es, sobre todo, un thriller psicológico en el cual la acción ocupa un segundo plano y cuyo enigma fundamental –el verdadero objetivo del agente israelí– permanece en estado de latencia hasta las últimas páginas.
El poeta de Gaza
Por Yishai Sarid
Sigilo. Trad.: Roser Lluch i Oms
206 páginas, $ 21.500