Reseña: El muro griego, de Nicolas Verdan
Ambientada en 2010 en Atenas, El muro griego, thriller del periodista y escritor suizo Nicolas Verdan (Vevey, 1971), narra la investigación del agente de inteligencia Evangelos Moutzouris, al que le ordenan resolver un misterioso caso en la región de Tracia, a orillas del río Evros. En una zona militar de acceso restringido y cerca de un prostíbulo, una patrulla de Frontex (organismo europeo destinado a la protección de fronteras y costas) encontró la cabeza decapitada de un hombre. Las autoridades griegas, vigiladas por el FMI y los miembros fuertes de la Unión Europea (la Alemania de Angela Merkel), quieren que el caso se cierre rápidamente.
Pero Evangelos, a punto de jubilarse y flamante abuelo de una niña, quiere saber la verdad sobre el asesinato. La trama involucra no solo el tráfico de personas sino también la corrupción política y empresaria en torno a la construcción de un muro de alambre de púas que los socios de la UE reclaman a Grecia, con el objetivo de frenar la inmigración ilegal. El personaje es consciente del contexto en el que se mueve.
Verdan se apega al punto de vista del huraño agente, que también protagoniza La Récolte des enfants, de 2023. Novela de misterio y de espionaje, El muro griego combina la intriga policial (asesinatos, pistas, interrogatorios) con el retrato de la crisis socioeconómica griega y de Atenas. “Para ver cómo se transforma Atenas hace falta un plano fijo. Siempre consideramos las cosas desde el mismo punto de vista. Tratar de modificar el propio punto de vista es condenarse a rechazar el cambio. Pero el cambio nos habita”, asume el detective.
El muro griego, de Nicolas Verdan (Serapis), Trad.: Estela Consigli, 206 páginas / $ 10.700