Reseña: El fiel servidor oriental, de Héctor Crespo Figueras
El fiel servidor oriental, la primera novela del ingeniero aeroespacial y capitán de corbeta Héctor Crespo Figueras (1949), es en realidad una prolija biografía apenas ficcionalizada que reconstruye la vida de Ichiji Masumoto (1894-1979).
Ichiji nació en la isla Honshu (Japón) y se crió en una familia de agricultores. En 1914 emigró a Brasil junto con dos amigos, su hermana y su cuñado. En el puerto de Santos trabajó en los almacenes de estiba de café y luego en el área de mantenimiento. Un año después se trasladó a Buenos Aires donde, en Belgrano R, desempeñó el oficio de jardinero en la casa de una condesa rusa. A partir de 1930 fue el “mucamo de comedor” de los Alonso, una familia de clase alta, en su residencia del barrio de Congreso. En 1957 su patrona, ya viuda y con sus cinco hijos mayores casados, se mudó a un departamento de la calle Billinghurst y luego, en 1966, a un edificio de la avenida Libertador. Ichiji continuó a su servicio hasta su muerte, causada por un cáncer de garganta.
La estructura de la obra es lineal. Al autor no le interesa urdir una trama compleja, sino difundir de la manera más clara y sencilla los hechos que componen la vida de Masumoto, un hombre honesto y humilde, querido y respetado por todos, en especial por los Alonso, que lo enterraron en la bóveda familiar.
Su biografía no sólo representa un homenaje a su persona: también honra el ejemplo de muchos otros inmigrantes de diferentes nacionalidades que llegaron a nuestro país y que con sacrificio consiguieron labrarse un futuro mejor.