Reseña: El Di Tella, de Fernando García
Monumental. Así es El Di Tella. Historia íntima de un fenómeno cultural, de Fernando García. Con una investigación que no deja resquicio por explorar, García indaga en el clima de época y el espíritu del Instituto que marcó el arte argentino de los años sesenta. “Ditelliano: dícese de toda aquella obra y artista que, auspiciada por el Instituto Di Tella causó conmoción estética en Buenos Aires entre 1963 y 1970, y fue capaz de elevar a la opinión pública la cuestión sobre los límites del arte, ya fuera en lo visual, lo escénico o lo sonoro”, define el autor al comienzo del volumen.
“El arqueólogo pop” –como se refiere a sí mismo García– buceó en el material de los archivos del Instituto Di Tella, la Hemeroteca del Congreso, la Biblioteca Nacional y la del MNBA y la Fundación Espigas para dar forma al libro. Los artículos de diarios de época son joyas que evidencian los desafíos que tuvieron que enfrentar los creadores de entonces.
Por esta usina cultural que desafió la moralidad impuesta por la dictadura de Onganía pasaron artistas de la talla de Marta Minujín, Juan Carlos Distéfano, Edgardo Giménez, Delia Cancela, Nacha Guevara, Roberto Jacoby, Marilú Marini, Dalila Puzzovio, Alfredo Arias y Pablo Suárez, entre muchos otros.
Con pluma ágil, aguda y atrapante, las 75 entrevistas realizadas por García a los actores protagónicos de aquella era, y a otros que brindan suculentas pistas, revelan historias íntimas y entrañables, al tiempo que se aborda el surgimiento, apogeo y caída del Instituto. Sin obviar, claro, el contexto sociopolítico, las páginas llevan sin escalas a ese mundo intramuros. “Marta nació así. Es genético eso. No es culpable ella”, dispara el vanguardista David Lamelas. Y ella –”la hembra primordial” como la definió Rafael Squirru, influyente director del Museo de Arte moderno de Buenos Aires– habla sobre su pasado como no suele hacerlo. “Entonces –escribe García– pensé que la armadura era una representación de lo que el arte había significado para ella: una protección, una necesidad incesante de hacer para no ser devorada por la angustia. Antes de que se abriera la puerta melliza, Marta me había advertido de esto y de sus tres intentos de suicidio”.
Una carta hallada por el autor –que comparte los vericuetos de su investigación– ilustra la dimensión del Di Tella en el plano internacional. Desde Nueva York, en 1965 Yayoi Kusama –hoy una de las artistas más famosas del planeta, que recién expuso en el Malba 46 años después de mandar su misiva– le escribe a Jorge Romero Brest (al frente del Centro de Artes Visuales del instituto): “Tenés una gran reputación dentro de la vanguardia y las cosas nuevas en el arte internacional. Estaría muy complacida de tener la chance de exhibir en tu país”.
El Di Tella
Por Fernando García
Paidós
744 páginas $ 2490