Reseña: Donde nada se detiene, de Sonia Budassi
Donde nada se detiene reúne una serie de crónicas y ensayos de la narradora y periodista Sonia Budassi (Bahía Blanca, 1978) en los cuales predomina lo literario, como un texto que indaga aspectos de Madame Bovary (“La insatisfacción es el velo permanente de la novia, de la amante, de la esposa”), una entrevista a Fogwill rica en opiniones polémicas y una evaluación del legado de Osvaldo Soriano (“Habrá que rastrear las marcas que deja su figura entre los escritores de hoy”) y de la influencia de Jorge Luis Borges (“Subvirtió el valor de aquella sentencia de la aldea y el mundo”).
En la mayoría de los casos, la autora emplea un enfoque polidimensional en el que confluyen factores estéticos, políticos y sociales. Esto sucede, por ejemplo, cuando examina el musical Evita, “las narrativas vinculadas a Oriente Medio” o la miniserie El ferrocarril subterráneo, basada en la novela homónima de Colson Whitehead, a la que define como “la anticabaña del tío Tom”.
El libro incluye consideraciones acerca de la abstinencia en los fumadores (“la nicotina es más adictiva que la cocaína y la heroína”); unas reflexiones sobre los festejos por la obtención de la Copa Mundial en Qatar; y un artículo sobre Naoshima, “la isla japonesa del arte contemporáneo” donde “el disfrute contemplativo y experiencial del arte se da bajo el imperio del orden y de la restricción”.
Budassi combina rigor analítico y testimonio personal de un modo equilibrado que le permite incursionar en diversos temas culturales gracias a una omnívora curiosidad intelectual que nunca descuida los matices menos convencionales.
Donde nada se detiene
Por Sonia Budassi
HD
286 páginas
$ 7000