Reseña: Clásicos para la vida, de Nuccio Ordine
El italiano Nuccio Ordine (1958-2023) fue uno de los últimos paladines del humanismo, esa escuela formativa a la que los tiempos que corren parecen dar por perimida. En su manifiesto La utilidad de lo inútil, el especialista en Renacimiento apuesta a la defensa de la literatura, la filosofía y el arte contra la lógica omnipresente del beneficio en el campo educativo y la desastrosa retirada del estado en la materia.
Aquel libro era –además de un ensayo– un palimpsesto de citas, formato que Clásicos para la vida. Una pequeña biblioteca ideal lleva al extremo. Ordine se deleita con consideraciones sobre frases que reúne como un coleccionista (hay al principio una referencia a Borges y la jactancia sobre los libros leídos), con un perfil canónico.
En la introducción cuenta un experimento que hizo con sus alumnos de leerles breves citas. Esa práctica se transformó en una columna para Corriere della Sera. Es lo que reúne el volumen. El objetivo es claro: mostrar cómo los clásicos –Montaigne y Jonathan Swift, pero también Borges o Italo Calvino, incluso Albert Einstein– pueden dar respuestas actuales, ayudarnos a vivir y “resistir a la dictadura del utilitarismo y el lucro”. En las muchas entradas se suceden, además del Quijote o Moliere, Los Buddenbrook (de Thomas Mann), Memorias de Adriano (de Marguerite Yourcenar) y Cien años de soledad (de García Márquez). También poemas como “Ítaca”, de Constantino Cavafis. Clásicos para la vida se puede leer de manera sucesiva, pero también abriéndolo por cualquier página: siempre se hallará un pequeño tesoro.
Clásicos para la vida
Por Nuccio Ordine
Acantilado. Trad.: J. Bayod
178 páginas $ 20.000