Reseña: Caja 19, de Claire-Louise Bennett
“Ciertas palabras escritas están vivas, activas; están enteramente en el presente, en el mismo presente que una”, reflexiona la anónima narradora de Caja 19, novela de la inglesa Claire-Louise Bennett.
El personaje, un álter ego de la autora, va hablando de los libros que ha leído en distintos momentos de su vida. Este es el eje central de una obra que no ofrece un argumento definido, sino que apela a la fuerza asociativa, al dinamismo fragmentario y a un efecto de espontaneidad que configuran una estructura de mosaico en el cual discurre un moderado fluir de la conciencia.
Dentro de los innumerables títulos mencionados surgen El cielo protector, de Paul Bowles (“…me sedujo por completo…”), y la referencia a un viaje a Tánger; La conciencia de las palabras, de Elias Canetti, leído en Innsbruck (“No sé si tendré tiempo de transcribir todas las partes que subrayé…”); Una habitación con vistas y su intensa identificación con la heroína de la novela de E. M. Forster durante una excursión a Florencia (“Después de desvanecerme, sin corsé, en la Santa Croce, haré mi propio trayecto tembloroso hasta el río Arno…”).
La narradora, que trabajó como cajera en un supermercado (de ahí el título de la novela), también expresa su admiración por Anaïs Nin (“El sexo, para ella, era una aventura existencial, tanto como una aventura erótica”) y Ann Quin (“…reconozco su estilo polivocal, forense e inquieto…”).
También señala su progresiva predilección por la literatura femenina y afirma, con ironía macabra, que no le interesa leer libros escritos por mujeres que se suicidaron porque “es muy probable que algún día me suicide y si lo hago quiero que sea solo idea mía”.
En esta retrospectiva libresca la protagonista intercala diversos episodios y toca temas muy variados. Habla –entre otras cosas– de la sangre de la menstruación (“El primer día el color es muy lindo: es un tono de rojo que vengo buscando en lápiz labial desde siempre.”); de su abuela; de las historias que escribía (en una imagina una biblioteca llena de libros con páginas en blanco, excepto una con una única oración que “contiene todo”); de las marcas de cigarrillos que fumaba; y de un novio al que no le gustaba demasiado que ella escribiera porque escribir la llevaba a un ámbito al que él no podía acceder.
En cierta manera, Caja 19 propone una biografía en la que los hechos fundamentales son los libros leídos y el resto de las vivencias ocupan un lugar secundario. Invita a celebrar un continuo ir dando vuelta las páginas y a sentir que basta una oración para ser “parte de algo que ha sido parte nuestra desde siempre”. Un definitivo y apasionado leo, luego existo.
Caja 19
Por Claire-Louise Bennett
Eterna Cadencia. Trad.: Laura Wittner
230 páginas, $ 7890