Reseña: Bien tarde en el día, de Claire Keegan
Ese día de verano en Dublín (un 29 de julio, varias veces señalado), el atildado Cathal concluye su rutina en su oficina y la continúa con otra: el regreso a la opacidad de su casa desierta. Y en la soledad de ese crepúsculo, ya avanzado el día (como lo anticipa el título del relato) revisa circunstancias de su relación con su novia Sabine, quien –sin embargo– ya no lo acompaña en su reducto.
Bien tarde en el día, concisa y admirable nouvelle de la irlandesa Claire Keegan, la autora de Tres luces y Cosas pequeñas como esas, se publicó originalmente en 2022 en forma autónoma; el mismo título apareció después en otra edición del mismo texto breve, integrando una tríada que ostenta el subtítulo Stories of Women and Men (“Relatos de mujeres y hombres”). Ese tomo incluye “Antártida”, el cuento que da título a una compilación anterior y que narra la súbita iniciativa de una provinciana, esposa y madre, tentada a probar, en un fin de semana, “cómo sería dormir con otro hombre”, y emprende una inquietante aventura con un desconocido que resulta un perverso.
En estos relatos (y en otros) se perfila una de las sombras obsesivas que la notable narradora irlandesa instala en su implacable producción: una insistente anatomía de la misoginia dominante, al parecer, en la cultura masculina media de su país.
En escenas urdidas con elocuencia, Keegan confronta a Sabine y Cathal con las mujeres de Vermeer en una exposición de la National Gallery que oficia como un test proyectivo, o con la cotidianeidad trivial de las compras, en las que ella no ahorra en placeres, mientras que él se lamenta por los seis euros que debió desembolsar por unas cerezas, amén de que su dominio del idioma inglés resulta irritante. La sutileza de Keegan para delinear un carácter revela su maestría en la construcción del relato. Así, a poco de andar, casi no quedan dudas de que en el sujeto principal de esta historia anida un pequeño miserable. Sin embargo, Sabine acepta la propuesta matrimonial de Cathal y ambos deciden preparar la ceremonia.
Sabine se relaciona con Cynthia, una colega de oficina de su prometido y, reunidas en el bar de un hotel, la nueva amiga le transmite sus experiencias con hombres irlandeses, quienes “lo único que quieren es que nos quedemos calladas y les demos lo que ellos quieren”; las premisas culturales, dice, pesan en su educación (“fueron malcriados”), y cuando no se sienten cómodos se vuelven despreciables.
Keegan bosqueja, así, situaciones de desencuentros en un relato sencillo y amargo, con climas a veces deliberadamente incómodos, que la confirma como una de las narradoras de hoy.
Bien tarde en el día
Por Claire Keegan
Eterna Cadencia
Trad.: J. Fondebrider
59 páginas
$ 16.200