Lecturas: Martin Amis o cómo hacer ficción con la propia vida
En Desde dentro, el escritor inglés le da una vuelta de tuerca a la fascinación contemporánea por lo autobiográfico, en una historia que juega entre lo imaginario y lo verdadero, y sugiere que el autor no sería hijo de su padre
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A lo largo de más de seiscientas páginas que incluyen ideas e historias sobre literatura, sexo, terrorismo, matrimonio, historia, política y recuerdos, Desde dentro, la nueva novela de Martin Amis (Swansea, 1949), cuenta las vidas y las muertes de un poeta, de un novelista y de un ensayista.
La particularidad es que para Amis, el más incisivo estilista de una generación británica de escritores en la que figuran Ian McEwan, Julian Barnes o Salman Rushdie, ese poeta (Philip Larkin) tal vez podría haber sido su verdadero padre biológico, el novelista (Saul Bellow), su tutor intelectual, y el ensayista (Christopher Hitchens), su amigo más estimulante y rebelde, capaz de enamorarlo castamente con su “ausencia automática de respeto por nadie ni nada”.
"Amis moldea en otra nueva guerra contra el cliché una reflexión original y un libro atípico sobre los límites de la llamada autoficción"
Con estos ingredientes, todas esas personas verdaderas, la pregunta inevitable acerca de cuánto de esto realmente ocurrió, pudo haber ocurrido o Amis hubiera querido que ocurriera se convierte, ante el lector, en el factor determinante para que el autor juegue de principio a fin con las reglas de la ficción.
Pensada y ejecutada para una época en que “la urgencia por escribir es casi universal” y “todos tienen su propia historia que contar”, Desde dentro es, sin duda, una novela. Pero, al mismo tiempo, es el modo en que la experiencia de Amis como hombre y escritor –dos senderos que se entrecruzan con constancia a través de una obra de medio siglo– moldea en otra nueva guerra contra el cliché una reflexión original y un libro atípico sobre los límites de la llamada autoficción.
¿Su idea central? Que la vida concreta y mundana, “en términos realistas y materiales, por supuesto, es brillante y tupida”. Pero la vida termina, “mientras que el arte persiste al menos un poco más”. En consecuencia, será el dominio sobre la escritura y la imaginación, antes que el impulso individualista a escribir lo que sucede, lo que marque la diferencia. Lo cual nos devuelve al inicio del juego: ¿importa lo que realmente pasó?
“Cuando estoy en mi escritorio paso la mayor parte del tiempo esquivando pequeñas fealdades antes que esforzándome en grandes bellezas”, escribe Amis a modo de lección de escritura y simultánea sugerencia de lectura, “por lo que si uno puede ofrecerles a los lectores una superficie verbal sin asperezas, van a sentirse mejor predispuestos al asunto ante ellos, casi sin saber por qué”.
Respecto al arte de contar vidas propias y ajenas, Amis no es un veterano que se permita recostarse en sus méritos. Por eso avanza entre el pasado y el presente o entre la realidad y la ficción sin perder nunca el ritmo ni el ingenio de la sátira, esa “ironía militante” que tiñe casi todos sus libros.
En esta línea, hay pruebas de que cuando no se subestima al lector y se evita la inercia de las modas, puede dejarse atrás con éxito cualquier categoría. Es lo que ocurre en Experiencia (2000), la autobiografía donde Amis elabora la relación con su padre, el también escritor Kingsley Amis, y en Koba el temible (2002), la biografía comentada de Iósif Stalin en la que vuelve a ajustar las cuentas con su padre y con su amigo Hitchens (cuya curva ideológica comenzó en el socialismo británico, durante su juventud, y terminó entre los “halcones” de George W. Bush durante su madurez en los Estados Unidos).
De hecho, El roce de tiempo (2017), el penúltimo libro de Amis, esconde en la forma de un compendio de artículos publicados originalmente entre 1986 y 2016 un bosquejo de muchos de los personajes reales y las ideas narrativas que ahora aparecen en Desde dentro.
Mediante este mecanismo de salto entre el ensayo y la novela, el poeta Philip Larkin, que en El roce del tiempo se nos presenta como lo que fue –un íntimo amigo de Kingsley Amis y autor de un “arte logrado” que es “incapaz de bajar los ánimos”–, en Desde dentro se transforma en el hijo cohibido y neurótico de un filonazi que, a pesar de haberse consagrado a la perfección artística a costa de permanecer soltero, pudo haberse acostado y concebir a Martin Amis con Hilary Bardwell, que “admiraba y respetaba a Larkin” aunque estuviera casada con Kingsley. Por otro lado, el ganador del premio Nobel Saul Bellow, que en El roce del tiempo también es presentado como un escritor “capaz de hacer sentir que todas sus frases y palabras son exclusivamente suyas”, puede verse en Desde dentro como el anciano senil que repite una y otra vez las mismas preguntas mientras su cerebro y su genio se apagan.
Todos estos nombres y circunstancias, como Amis ya ha hecho en novelas como El libro de Rachel, Dinero, Campos de Londres y La viuda embarazada, por nombrar apenas las más relevantes, son hilados por una “mujer fatal” tan hermosa como inquietante, cuyo nombre, esta vez, es Phoebe Phelps. ¿Su “fatalidad”? Encarnar las fuerzas y las debilidades de una era que si en los años setenta fue marcada por las contradicciones de la liberación sexual, en los ochenta por el neoconservadurismo instaurado por Margaret Thatcher y Ronald Reagan a ambos lados del Atlántico, y en los noventa por los profundos desarraigos existenciales del mercado globalizado, en las primeras décadas del siglo XXI se aferra hasta el ridículo al credo absolutista del individualismo narcisista.
El truco para que los cinceles de la inteligencia funcionen a lo largo del tiempo, mientras tanto, es el humor. Amis escribe en Desde dentro: “Todos los novelistas británicos duraderos son graciosos; lo mismo es cierto con los rusos (Gógol, Dostoievski y, sí, Tolstói son graciosos); y también ocurre con los americanos. Franz Kafka, a pesar de lo que tu profesor haya dicho, es gracioso. Los escritores son graciosos porque la vida es graciosa”.
Elogiada como su mejor novela en años, Amis ya ha dicho que esta no será la última y que, desde que vive en Nueva York, medita un nuevo libro sobre la más obvia de las vergüenzas estadounidenses: el racismo. Tratándose del mismo autor de La flecha del tiempo y La zona de interés, dos novelas sobre el exterminio y también sobre el amor durante el Holocausto, la libertad de pensar sin perder la risa está asegurada.
Desde dentro
Por Martin Amis
Anagrama. Trad.: Jesús Zulaika
622 páginas, $2750
El roce del tiempo
Por Martin Amis
Anagrama
Trad.: Jesús Zulaika
424 páginas, $ 2985