La violencia sexual en el ataque de Hamas, confirmada
La ratificación de la ONU de los ataques contra mujeres durante la incursión del 7 de octubre en Israel podría tener consecuencias en el conflicto
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Ante los crecientes cortocircuitos en la relación entre Estados Unidos e Israel y las delicadas negociaciones por un cese el fuego que nunca llega, quedó opacada esta semana una fuerte y trascendente declaración de Naciones Unidas en el contexto de la guerra que Israel mantiene con Hamas en la Franja de Gaza.
En una audiencia especial en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, la representante especial en temas de violencia sexual de la organización, Pramila Patten, confirmó el lunes que Hamas cometió múltiples actos premeditados de violencia sexual contra mujeres israelíes durante su incursión del 7 de octubre. Asimismo, dijo que existe evidencia de que continúan ejercitando una violencia similar contra las decenas de rehenes que permanecen secuestradas en los túneles en Gaza.
Patten, recientemente regresada de su viaje a Israel, dijo que tiene pruebas de que existió “una violencia indecible por parte de Hamas, que fue perpetrada con una brutalidad shockeante”.
El funcionario señaló que “la violencia sexual, incluyendo violación y violación grupal ocurrió en varios lugares del sur de Israel”, en particular en el festival musical Nova, en el que más de 360 jóvenes fueron masacrados, en la ruta 232 y en los kibutzim cercanos a Gaza.
Respecto de las rehenes, Patten dijo que “sufrieron varios tipos de violencia sexual incluyendo violación, tortura sexual y tratamiento cruel, inhumano y degradante”. Agregó que “hay pruebas razonables para pensar que dicha violencia continúa en la actualidad.”
Si bien esta información refuerza lo que la gran mayoría de los israelíes ya sabían, su confirmación por parte de Naciones Unidas, un organismo en el que Israel fue muchas veces criticado, puede tener consecuencias directas para el conflicto.
Por un lado, es un golpe fuerte a los esfuerzos de Hamas y sus seguidores en el mundo de negar las atrocidades perpetradas durante el ataque del 7 de octubre. Si bien Hamas inicialmente filmó sus matanzas y las subió a sus redes sociales, revirtió esa conducta al advertir que ello afectaría su imagen internacional.
Pero más importante aún es el contexto legal. La violencia sexual ejecutada con premeditación contra una población civil es considerada por la Corte Penal Internacional como un crimen de lesa humanidad, lo que dejaría a los líderes de Hamás pasibles de ser perseguidos internacionalmente.
“El informe de Naciones Unidas es la noticia mas importante que podríamos haber deseado”, dijo a este cronista la abogada y profesora universitaria israelí Ruth Halperin-Kaddari, quien ha dedicado su vida a la promoción de los derechos de las mujeres en el mundo.
Entre los cargos que ejerció esta especialista en temas de derecho se cuenta el de vicepresidenta del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra las Mujeres, un organismo de Naciones Unidas conocido por sus siglas en inglés Cedaw. Fue premiada por el gobierno norteamericano con el galardón Mujeres Internacionales de Coraje y estuvo entre las 100 personas más influyentes en el mundo en temas de defensa de los derechos de la mujer.
Halperin-Kaddari explica que las confirmaciones existentes en el informe de Naciones Unidas que comprometen a Hamas son del más alto grado de criminalidad, dado que las violaciones fueron realizadas de manera generalizada y premeditada.
“Ahora necesitamos que esto se traduzca en que la Naciones Unidas enmarque a Hamas como una organización terrorista, tal como ya lo han hecho muchos países del mundo,” dijo.
Halperin-Kaddari, quien acompañó a la enviada especial de Naciones Unidas en su trabajo de recolección de pruebas en Israel, continúa sin embargo decepcionada por la falta de solidaridad de la comunidad feminista a la tragedia experimentada por las mujeres israelíes.
Ninguno de los otros organismos de Naciones Unidas relacionados con estos temas, tales como UN Women, Unicef, WHO, reaccionaron al informe emitido por la Secretaría General. Tampoco lo hicieron una multitud de ONG dedicadas a la defensa de los derechos de la mujer.
“Esto es muy decepcionante, pero seguiremos luchando para obtener justicia para estas mujeres. Necesitamos condenas en la CPI y en otros países del mundo. Hay mucho trabajo por hacer aún”, dijo.