La fiebre amarilla, entre los sueños de progreso y de civilización
La reedición de “El intérprete”, novela de Néstor Ponce, permite descubrir una singular novela sobre el siglo XIX argentino
![Portada de "El intérprete", novela de Néstor Ponce reeditada por Eudeba ($ 19.000)](https://www.lanacion.com.ar/resizer/v2/portada-de-el-interprete-novela-de-nestor-ponce-LD5BJAEED5BNJDFME6Q7BBWLZU.jpg?auth=7e2231a0c9f28595a5b88be8ff841d1e496b69bdc5456578632e5ef57fa92940&width=420&height=280&quality=70&smart=true)
Entre el aluvión de novedades, la Serie de los Dos Siglos, colección de la editorial Eudeba que dirigen los investigadores y académicos Sylvia Saítta y José Luis de Diego, sigue rescatando obras notables de la literatura argentina que se hallaban fuera de circulación. Recientemente, le tocó el turno a El intérprete, audaz novela del escritor, poeta y crítico argentino Néstor Ponce (La Plata, 1955), ambientada en la ciudad de Buenos Aires entre finales de 1870 y comienzos de 1871, durante la epidemia de fiebre amarilla. “Todo escasea. Falta personal, faltan hospitales, lazaretos, médicos, medicamentos. Gobernantes faltan. Solo queda Mitre, multiplicándose por todas partes, pronunciando lúcidos discursos encendidos. Faltan, falta. Hasta Sarmiento brilla por su ausencia”, cuenta el narrador, bien avanzada la novela.
El intérprete ganó en 1997 el Primer Premio de Novela del Fondo Nacional de las Artes con un jurado integrado por María Rosa Lojo, Vicente Battista y Vicente Andrade; fue publicada por el sello rosarino Beatriz Viterbo en 1998. “Comparte dos de los rasgos que caracterizaron a los muy buenos relatos de esos años: la renuncia a la naturalización y a la transparencia, y la pregunta por la historia: no solo la orientación hacia el pasado, sino también los interrogantes sobre el modo de narrar la violencia, la represión y la muerte”, escribe en el prólogo el doctor en Letras Fabio Esposito.
El narrador es un porteño que oficia de traductor simultáneo de Don Matías Unzué de Álzaga, un anciano acaudalado que no habla francés, y la joven francesa Aude d’Alençon, cuya belleza fascina al intérprete. “Desde que traduzco –exagero– no vivo. O vivo, en suma, de otra manera”, sostiene.
Exiliado en Francia desde 1978, meses después del secuestro de su pareja durante la última dictadura, Ponce enseña Literatura Latinoamericana en la Universidad de Rennes II, cátedra que ocupó el escritor Juan José Saer. “Su idea de que los problemas de la sociedad argentina provienen de los errores cometidos en el siglo XIX, momento en el que se construyó un modelo de Estado que no tomó en cuenta la situación específica del país sino uno que provenía de Europa, está en la base de sus ficciones –dice Saítta–. El intérprete transcurre durante la presidencia de Sarmiento; estamos en 1870, y en el fragor de los sueños de progreso y civilización, en los albores de la constitución de un Estado moderno. En esa Buenos Aires cosmopolita, en la que conviven inmigrantes, criollos de la elite patricia y negros liberados, irrumpe la muerte, la peste y la destrucción a través de la fiebre amarilla. La fiebre amarilla, como metáfora de destrucción, se inscribe entonces en el origen mismo de la gran metrópoli, transformando a la ciudad en un espacio en el que se muere o del que se huye”.
“Es muy importante para mí integrar esta colección tan prestigiosa de Eudeba –dice Ponce, que presentó la novela la semana pasada en la librería de Eudeba, en Congreso–. La novela trata de la peste, de la fiebre amarilla que se declaró en Buenos Aires en 1871, y quien narra es un protagonista sin nombre, que forma parte de las clases dominantes, y es contratado para traducir los diálogos entre un viejo exjuez y una francesa que él ha conocido en los salones de París y a la que ha invitado a su casa en Buenos Aires. El juez es mucho mayor que ella, y está profundamente enamorado de esa mujer, que es muy enigmática. Nunca sabemos qué sentimientos tiene hacia él. El intérprete termina enamorándose locamente de ella, pero nunca se lo confiesa”.
El traductor, además, integra la comisión encargada de proteger a los ciudadanos ante el avance de la fiebre amarilla. “Es la historia de un triángulo amoroso, en definitiva, en un contexto histórico que está marcado por una situación de catástrofe –define Ponce–. En situaciones límite el sur humano también reacciona con posiciones extremas, como pasó hace poco con la pandemia. La novela tiende a veces hacia lo fantástico, hay cosas que no tienen explicación simplemente porque en aquella época no se conocía cuál era el origen de la fiebre amarilla. Se acusaba a los inmigrantes, que estaban llegando en gran cantidad, de traer el virus al país. Eso produjo situaciones límite”. También aparecen personajes históricos, como Domingo F. Sarmiento, que dejó acéfala la Presidencia al huir con una comitiva a la localidad de Mercedes, y Bartolomé Mitre, a quien el narrador admira. “Como trasfondo, en la novela se evidencia el debate de diferentes corrientes de ideas que se daba en Buenos Aires en ese momento”, concluye el autor.ß