Intelectuales. Un manual de uso para salir de la crisis recurrente
Convocados por Pedro Luis Barcia, 36 especialistas proponen en El resurgir de la Argentina sugerencias viables a los problemas del país, con la esperanza de ser escuchados
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Decadencia, crisis, fracaso son algunas de las formas con que se suele describir la realidad argentina cuando suena la alarma en cualquiera de las áreas de la vida en común: educación, seguridad, cultura, salud, economía. Después de las elecciones legislativas de 2021, al advertir un cambio de tendencia en la ciudadanía, el escritor, investigador y doctor en Letras Pedro Luis Barcia y el editor Eugenio Gómez de Mier, responsable del sello Docencia, decidieron convocar a destacados intelectuales para solicitarles, más que un diagnóstico, un conjunto de propuestas en vista del anhelado proyecto que devuelva al país esperanza en el porvenir. Esos textos fueron ordenados por afinidad temática en El resurgir de la Argentina. Reflexiones y propuestas de treinta y seis intelectuales argentinos, volumen que supera las cuatrocientas páginas y puede ser leído como un “manual de uso” para actuales y futuros dirigentes.
“Hemos tenido, en nuestro tiempo, muchos intelectuales que han definido nuestras limitaciones y carencias y han esbozado la manera de salir de ellas; por citar solo algunos, Jauretche, Castellani, Sebreli, Mafud, Massuh, Nino, y en nuestros días Marcos Aguinis, Abel Posse, Alieto Guadagni –dice Barcia–. Todos leídos, aplaudidos, pero no asumidos en los decretos de quienes nos han gobernado”.
"‘Esperamos que se lea y se atienda a las muchas propuestas’, dice Barcia"
Como se destaca en el prólogo y en los apéndices, los destinatarios “ideales” de El resurgir de la Argentina son aquellos que, por mandato popular, desempeñan (o quieran desempeñar) un cargo público, desde el Presidente de la nación hasta los concejales; también, otros actores de la sociedad. “Queremos hacerlo conocer a dirigentes, emprendedores, políticos, gremialistas y empresarios para dar a nuestra obra la mayor expansión posible -sostiene el coordinador del volumen y autor de uno de los textos-. No representamos a ningún partido político ni buscamos tampoco promover a un candidato promisorio o carismático. Buscamos una concientización nacional, que es un deber de todo argentino responsable”.
Los intelectuales que aceptaron el convite de Barcia son reconocidos escritores, historiadores, lingüistas, filósofos, pedagogos, economistas, sociólogos, psicólogos y periodistas como Abel Posse, José Emilio Burucúa, Ana María Borzone, Jorge Castro, Carlos Hoevel, Oscar Andrés de Masi, Jorgelina Devoto, Rosendo Fraga, Juan José Llach, Jorge Ossona, Luis Alberto Romero, María Sáenz Quesada, Marcelo Elizondo y Claudia Peiró, entre otros. “La selección la hice a partir de los campos posibles de propuestas, por especialidades, y con el conocimiento personal de los intelectuales en cada área –indica Barcia–. Unos pocos no contestaron, otros elogiaron la iniciativa pero no podían participar. La ausencia que más lamento es la de Marcos Aguinis, que ha destinado cuatro libros a reflexionar sobre la realidad argentina, y quien aceptó el desafío pero no pudo, finalmente, cumplir con él”.
"‘Padecemos de ‘sisifismo’: cometemos siempre los mismos errores"
Aunque por el momento en las distintas fuerzas políticas las discusiones se centran en las candidaturas, los autores confían en que los representantes se interesen en el libro. “Esperamos que sea leído y se atienda a las muchas propuestas que contiene, para bien del país. Pero, como dice el proverbio africano: ‘Usted puede llevar el buey al agua pero no puede obligarlo a beber’. Usted puede entregar un libro pero ello no asegura que será leído. No obstante, tenemos el deber de la esperanza. Y ser oportunos e inoportunos en la insistencia”. La idea es ofrecer a las autoridades electas en 2023 “un libro que contenga propuestas concretas y vías de solución efectivas o sugerencias viables para un conjunto de problemas básicos que afectan a diferentes campos de nuestra realidad cultural, educativa y científica, y contribuir con ello al cambio necesario de nuestra actual situación”.
Se parte de un panorama complejo. “Argentina hoy es una sociedad sin sentido, a la deriva –sostiene Abel Posse en su aporte–. Y peor aún: es una sociedad que perdió el sentido de la dirección. No sabe lo que quiere ni a dónde va. Tiene un Gobierno, pero faltan la dirección y el sentido que se debe concretar en un Proyecto Nacional total. Y esto no es cosa de un gobierno, sino de la Nación consciente de sus peligros profundos. Solo una fuerte política de unidad y de cohesión podrá salvarnos”.
Barcia remarca que dieron “absoluta libertad” a los autores en la elección del tema y en la forma de su tratamiento. No obstante, en la carta de invitación se sugerían algunos ejemplos de situaciones cruciales, entre ellas, “la degradación del lenguaje, por varias vías; el amortecimiento de los valores y la afirmación de un relativismo axiológico en todos los planos; la destrucción de las bases educativas en todos sus niveles y el adoctrinamiento ideológico escolar; la ausencia de diálogo abierto y franco, base de toda democracia y de la vida social en concordia; la falsa dicotomía amigo/ enemigo; la cultura de la cancelación; la vulneración de la cultura del trabajo; la exaltación del facilismo frente al mérito por el esfuerzo y la sana competencia; la mediocridad como patrón de vida, y la trivialización de nuestros símbolos patrios y el desapego de nuestra historia nacional”.
Tanto para el editor como para los intelectuales convocados, el resurgimiento del país es posible. “Será un proceso lento y penoso, pero lo podemos lograr con las tres P: de a poco, proponer lo posible y que sea permanente –dice Barcia–. No se ganó Zamora en una hora. Lo capital es mantener la continuidad del esfuerzo mejorativo, con insistencia. Nuestra expectativa es que la intelectualidad argentina piense el país como un todo orgánico e integrado, dando cabida a una visión plural de la realidad”.
Los aportes referidos a la educación van desde el aprendizaje de la lectoescritura hasta la realidad universitaria, pasando por una crítica del lenguaje inclusivo a cargo de la presidenta de la Academia Argentina de Letras, la lingüista Alicia María Zorrilla. “La propuesta superadora se centra en la educación, ya que de la pobreza no se sale únicamente con subsidios, que son útiles pero no alcanzan, el requisito es la escolarización completa de los adolescentes, ya que el bajo nivel educativo estimula el desempleo y la pobreza”, concluye Guadagni.
Peiró acerca propuestas que podrían despertar recelo en el progresismo oficialista: “poner fin al discurso antinatalista” y a “la enemistad de género”, entre otras. Para Fraga, es necesario que oficialismo y oposición reequipen las Fuerzas Armadas; “la Defensa debe ser una política de Estado”, sostiene. Tanto Barcia como Abel Albino alientan la promoción de los derechos humanos en un sentido amplio, como vía para combatir las desigualdades entre los países y grupos sociales.
En cultura e historia los trabajos también se complementan. “¿Quiénes hay más plásticos, más abiertos, más ávidos de comprender y llenar las alforjas de la mente que los niños, los adolescentes y los jóvenes, destinatarios principales de los sistemas educativos? ¿Quiénes más proclives que ellos al asombro desencadenante de las grandes preguntas del qué somos, de dónde venimos y adónde vamos?”, reflexiona Burucúa, para quien el encuentro con esas cuestiones, el modo de plantearlas en el pasado, el hallazgo de las respuestas, la discusión y la proyección de nuevas preguntas solo pueden despertar curiosidad y entusiasmo.
“Lamentablemente, padecemos de ‘sisifismo’ –remarca Barcia–. Cometemos los mismos errores, sin hallarles salida y retornamos a empujar por la misma pendiente la misma piedra, que infinitamente se nos cae. Hay que romper esta realidad iterativa, ‘en que giramos, como mulas de atahona o malacate, dando vueltas en círculo’, como denunciaba en 1900 Juan Agustín García. Padecemos, además, un pecado que el papa Francisco ha denominado ‘habriaqueísmo’: enunciamos a los otros lo que debe hacerse, pero no asumimos nosotros la iniciativa”. Para romper con el ciclo de Sísifo y el acusativo ilimitado, 36 intelectuales toman la palabra y comparten sus propuestas con la comunidad.
El libro está disponible en Mercado Libre y Amazon; y se lo puede adquirir también en la sede de la editorial Docencia, Agüero 2260, 1º piso, oficinas 9 y 10,011-4805-8333