Bicentenario. Una universidad clave en el pensamiento y el desarrollo argentino
En sus claustros se ha formado buena parte de la dirigencia nacional; ha sido impulsora de la innovación tecnológica y de alianzas con ámbitos de investigación y producción
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Dieciocho presidentes de la Nación, cinco premios Nobel, incontables inventos que revolucionaron desde la medicina hasta la minería, pasando por las actividades más diversas; Albert Einstein, el padre de la teoría de la relatividad, dando una clase magistral en 1925; trece facultades que albergan 103 carreras de grado, 320.000 estudiantes, 35.000 docentes, 100 institutos de investigación, seis colegios preuniversitarios. Todo eso es la Universidad de Buenos Aires. Desde su nacimiento en la Manzana de las Luces, hace 200 años, hasta hoy, la UBA forma parte central de la historia educativa argentina.
Es difícil sintetizar lo que la institución, reconocida internacionalmente entre las 100 mejores casas de estudio del mundo por rankings internacionales, ha desarrollado desde sus primeros pasos tras su creación, el 12 de agosto de 1821, hasta hoy, cuando está desplegada en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense, con sedes universitarias y colegios “piloto” que sirven de modelo de enseñanza y aprendizaje del nivel medio.
El abogado Carlos Saavedra Lamas, premio Nobel de la Paz en 1936, fue rector entre octubre de 1941 y julio de 1943
De los 51 rectores que ha tenido la Universidad, dos pueden servir de ejemplo simbólico del peso de esa institución en el país. Un año después de concluir su mandato presidencial, entonces de seis años, el abogado y periodista Nicolás Avellaneda lideró la casa de altos estudios durante cuatro años, entre 1881 y 1885. El también abogado Carlos Saavedra Lamas, premio Nobel de la Paz en 1936, fue rector entre octubre de 1941 y julio de 1943.
Con una decidida gestión como mediador para poner fin a la guerra del Chaco, en la que se enfrentaron Paraguay y Bolivia entre 1932 y 1935, Saavedra Lamas fue el primer latinoamericano en obtener el premio Nobel de la Paz, distinción que 44 años más tarde recibiría otro argentino, Adolfo Pérez Esquivel.
Y si se mira el peso político de la UBA en el gobierno nacional desde el retorno de la democracia, puede señalarse que de los nueve presidentes que el país ha tenido desde 1983 hasta la actualidad, cuatro egresaron de sus claustros: Raúl Alfonsín, Eduardo Duhalde, Adolfo Rodríguez Saá y Alberto Fernández, que también es profesor desde 1985 y dicta la materia Teoría General del Delito y Sistema de la Pena.
La primera computadora que tuvo la Argentina, también funcionó en dependencias de la UBA
La investigación científica fue nuclear para la UBA. En el centenario de su actividad se creó el Instituto de Medicina Experimental para el Estudio y Tratamiento del Cáncer, que hoy se conoce como Instituto de Oncología Angel H. Roffo. Y que integra una red de hospitales universitarios junto con el de Clínicas José de San Martín, de Investigaciones Médicas Alfredo Lanari, Tisioneumonología Raúl F. Vaccarezza, Odontológico Universitario y de la Facultad de Ciencias Veterinarias.
Once años después de haber recibido el Premio Nobel de Medicina, Bernardo Houssay asumió la dirección del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).
La primera computadora que tuvo la Argentina, también funcionó en dependencias de la UBA. En 1961, el matemático y físico Manuel Sadosky instaló a Clementina en el Instituto de Cálculo de la UBA, donde se investigaron variados temas de matemática aplicada.
En 1991 se crea Ubatec SA, una de las primeras vinculaciones entre los ámbitos educativos, de innovación y de transferencia de tecnología para el desarrollo productivo, que se mantiene hasta la actualidad.
De sus 13 facultades y seis escuelas secundarias –una sola de ellas dedicada a la enseñanza técnica–, seis están lideradas hoy por mujeres, cuyo crecimiento en el cuerpo académico y alumnado se verifica año tras año. Sin embargo, en estos 200 años aún el rectorado no ha alcanzado la paridad de género aunque se camina hacia ese fin (incluso con la igualdad de género en las próximas listas de candidatos)
Festejos
La pandemia de coronavirus, que genera tantas limitaciones, también afectó el año previamente planificado de festejos, que tuvieron que transformarse por las restricciones sanitarias impuestas desde marzo del año pasado. Aunque se mantienen dos actividades centrales: el próximo jueves, en la Facultad de Derecho, se entregará una distinción a 200 egresados o docentes por su trayectoria en diversos campos profesionales; y en noviembre se celebrará un festival cultural, probablemente al aire libre y de concurrencia masiva.
También se anunciará una estampilla conmemorativa, realizada especialmente por el Correo Argentino, y una moneda confeccionada en la Casa de Moneda.
Mientras en la Facultad de Derecho se desarrolle la ceremonia central del bicentenario, sobre la fachada de la Facultad de Ingeniería, en la sede de la avenida Las Heras 2214, se proyectará un mapping de la historia académica y habrá otro, sobre la plaza Houssay –en Córdoba al 2100– enfocado en el potencial científico. En ese mismo paseo se podrá ver, entre el 9 y el 16 del actual, una muestra fotográfica. El próximo sábado habrá actividades culturales a cargo del Centro Cultural Rojas y un camión de odontología ofrecerá sus servicios como parte de los usuales programas de extensión universitaria.