Adiós a una innovadora de la educación
Emilia Ferreiro, que falleció a los 86 años, hizo aportes fundamentales sobre los procesos del aprendizaje infantil en la lectoescritura
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El sábado pasado, a los 86 años, falleció en Ciudad de México la psicóloga y pedagoga Emilia Ferreiro. Sus aportes en la comprensión de los procesos cognitivos que los niños despliegan cuando aprenden a escribir impulsaron cambios en la didáctica en varios países de América Latina. Había nacido en la localidad de Mercedes en 1937.
El profesor e investigador Guillermo R. Ruiz sostiene que Ferreiro fue “una de las máximas exponentes de la universidad reformista argentina” y que logró vincular la psicología y la pedagogía. “Su trabajo en Suiza fue sumamente formativo para su desarrollo académico, primero como auxiliar de investigación de Hermine Sinclair y de Bärbel Inhelder, para luego alcanzar el doctorado en Psicología –dice–. Su obra en la psicología genética fue sustantiva para el campo de las Ciencias de la Educación, a través del desarrollo de la psicogénesis de la lengua escrita y de la alfabetización, tarea que continuó en México donde, una vez asentada como investigadora, pudo profundizar en una línea de trabajo profusa sobre los complejos procesos cognitivos sobre la adquisición de la lengua escrita en la escolarización básica”.
Libros como Alfabetización: teoría y práctica, Los sistemas de escritura en el desarrollo del niño y El ingreso a la escritura y las culturas de lo escrito son clásicos en su área. Destacó el valor de la promoción de la lectura y de la narración en las escuelas. “La gran diferencia entre los chicos que han tenido libros a su alrededor y los que no los han tenido es que no imaginan el misterio que hay ahí adentro”, dijo. En 1977, tras el golpe de Estado, se exilió con el físico y epistemólogo Rolando García, su pareja, en Suiza; en 1979, se instaló en México.
Cuestionó las formas tradicionales de enseñanza de la escritura en la escuela primaria, debido a que no se contemplaban los saberes de los alumnos. “La centralidad de la lectura, los cambios en las miradas docentes sobre sus estudiantes y la búsqueda de modelos dinámicos de enseñanza han sido algunos de sus planteos más notorios para modificar la escuela común en un sentido formativo y humanista –señala Ruiz–. Su labor tuvo un impacto en las políticas educativas y se tradujo en lineamientos curriculares relativos a la alfabetización inicial, que se incluyeron en los planes de estudios de los profesorados para los niveles inicial y primario. Esto ha sido objeto de críticas y revisiones posteriores, no tanto por los hallazgos de Ferreiro, sino por cómo fueron adoptadas sus contribuciones. Nada de esto afecta la rigurosidad de sus investigaciones ni el compromiso que siempre ha tenido con el desarrollo científico y con la educación pública”.
“Ferreiro ha sido una enorme investigadora que marcó nuestros primeros pasos en el conocimiento del lenguaje escrito –dice Liliana Fonseca, psicopedagoga e investigadora–.Planteó una idea innovadora en la década de 1970: el lenguaje escrito es mucho más que la decodificación. Es un sistema de representación que involucra al lenguaje, a la cultura, a nuestra inserción en el mundo. Tras doctorarse en Ginebra, trabajó en un movimiento didáctico interesantísimo, que fue el del lenguaje integral, donde se generaron propuestas que trascendieron hacia muchos países. Como mujer e investigadora, fijó líneas claras en sus posicionamientos políticos”.
Los planteos de Ferreiro fueron revisados en años recientes. “Los investigadores sabemos que nuestras ideas, nuestras premisas van a ser integradas y superadas por nuevos saberes –admite Fonseca–. En el ámbito de la lectoescritura eso pasó con el lenguaje integral, gracias a las investigaciones sobre el cerebro lector y los hallazgos neurocientíficos. Ojalá que como investigadores y pedagogos nos animemos a generar cambios conceptuales cruciales como los que ella en su momento produjo. Tenemos el deber de seguir creciendo y cuestionando estos conocimientos para generar didácticas que impacten en las poblaciones”. Como buena innovadora, Ferreiro estaría de acuerdo con esa consigna.