¿Qué significa el símbolo de Tauro?
Este signo de Tierra está representado en el Zodíaco por el toro, un animal con mucha fuerza que siempre va para adelante
- 5 minutos de lectura'
Tauro es el segundo signo de la rueda zodiacal y se encuentra representado por la imagen de un toro. Este cuenta con una cabeza predominante y llamativos cuernos, que están direccionados hacia arriba y afuera.
Este animal está familiarizado con su elemento, la Tierra, ya que debe transitar largos caminos y enfrentar batallas por sí mismo, lo cual convierte a las personas regidas por este signo en personas decididas, perseverantes y de personalidad fuerte. Tal como sucede con el toro, pueden tener cambios de humor repentinos y, cuando se enfadan, logran impactar a todo el mundo.
Asimismo, son personas solitarias que no necesitan de otros para alcanzar sus metas. A ellos les gusta hacer las cosas por sí mismos y, si se equivocan, lo intentan de nuevo. Además, no les gusta que les lleven la contra y les resulta difícil discutir con tranquilidad, ya que su carácter irritable suele salir a la luz fácilmente.
Son fieles y protectores de quienes aman, cualidades que se potencian gracias a su planeta regente Venus, que simboliza el amor. Por ello, si bien su exterior puede parecer duro y frío, son más sensibles de lo que parecen.
A continuación, diferentes orígenes y significados del toro como símbolo de Tauro.
La historia de Tauro en la mitología griega
Hay dos versiones que dan origen al símbolo de este signo de Tierra en la mitología griega. Una es el Toro de Creta, que era un animal de la antigua Grecia. Poseidón fue quien lo extrajo del océano para ofrecerlo al rey Minos como sacrificio. Sin embargo, el Dios de los mares quedó maravillado con la imponente imagen de este animal, por lo que decidió conservarlo.
Existe otro mito de la antigua Grecia, en el cual Zeús, Dios del Olimpo, decidió convertirse en un toro blanco con pelaje plateado para conquistar a Europa, una princesa fenicia que se encontraba en su mira desde hace tiempo. Al portar una figura animal, logró raptarla y llevarla a Creta. Juntos, tuvieron tres hijos, a quienes bautizaron como Minos, Sarpedón y Radamantis.
La leyenda interpreta esta historia como romántica y, por ello, se relaciona con Venus: el planeta que rige a Tauro. Sumado a esto, algunos escritos sostienen que Zeus decidió transformarse en este animal para escapar de Hera y evitar que tome conocimiento de su amorío.
Tauro en la Mesopotamia
En la Antigua Babilonia, Gugalanna era un Dios cuyo nombre refería “al gran toro del cielo”. También se lo conocía como Ennugi, el “Dios de los canales”. Fue el primer esposo de Ereshkigal, deidad hija de Anu, que fue raptada por el Dragón Kur y llevada al inframundo, donde se convirtió en reina.
De acuerdo al mito, Inanna —Diosa del amor y el sexo— envió a Gugalanna para batallar contra a Gilgamesh, rey de la ciudad de Uruk. Cuando el toro arribó a estas tierras, Enkidu —mano derecha del soberano—, lo avistó desde las montañas, lo tomó por sus cuernos violentamente y lo desmembró. Así murió Gugalanna y, por ello, los dioses decidieron honrarlo y elevarlo a la constelación de Tauro, visible en aquel momento.
Los orígenes de Tauro en el Antiguo Egipto
El toro es una figura que se relaciona con el signo de Tauro desde hace siglos. De acuerdo a la historia, Apis servía al Dios Osiris, inventor de la agricultura. Esta deidad era una de las figuras más veneradas, considerada una de las más importantes del panteón egipcio, por ser quien había regenerado el río Nilo. Por ello, se lo asociaba con la fertilidad.
La leyenda cuenta que Apis había tomado la forma de este animal bovino, por lo que se lo llamó Toro de Menfis. Su figura robusta imponía respeto en los demás, ya que representaba la fuerza y la capacidad creativa de su poder divino. Además, tenía un pelaje abundante y unos cuernos llamativos de color plateado.
Era considerado un Dios por los fieles, quienes lo veneraban y realizaban ofrendas. Lo comenzaron a relacionar con la constelación que actualmente corresponde a Tauro, para recordar —de ese modo— su paso por el mundo. Se cree que al morir, delegó su capacidad divina a otro toro.
El símbolo moderno de Tauro
En la astrología moderna, existen figuras simplificadas que representan a cada uno de los signos del Zodíaco. Estas se basan en la combinación de líneas y figuras geométricas, que buscan proyectar la energía de estos o bien, hacer referencia a su imagen original.
En el caso de Tauro, la reinterpretación resulta más literal que otros signos: se trata de un círculo con una “v” curva por encima, lo que se asemeja a la cabeza de un toro. Los cuernos se ven ilustrados por esta línea que se dirige de forma ascendente y hacia afuera, tal como ocurre con este animal.
Este ícono busca comunicar algunas de las cualidades principales de este signo de Tierra. Los cuernos muestran su frontalidad, su fuerza y su capacidad de mantenerse firmes en sus opiniones. Al referirse a su cráneo con el círculo, se destaca la capacidad cerebral de las personas de Tauro, que brillan por su inteligencia y racionalidad.